La empresa Yazaki anunció este jueves que cerró sus dos plantas en Uruguay, ubicadas en Las Piedras (Canelones) y en Colonia del Sacramento. Entre las dos daba trabajo a unos 1.100 trabajadores y por este motivo generó preocupación en el gobierno, tanto entre las autoridades entrantes como salientes.

Yazaki, tanto en Las Piedras como en Colonia, se dedicaba a la fabricación del cableado de las camionetas Hilux para la planta de Toyota en Zárate, en la provincia de Buenos Aires (Argentina), según contó a El País Carlos Martínez, quien dijo ser empleado de la empresa hace 18 años y que integra el Ejecutivo del sindicato.

Martínez contó que a fines de 2024 la empresa informó a sus empleados que había renovado el convenio con Toyota, y que Yazaki "tomó gente hasta enero".

Sin embargo, este jueves la empresa informó a través de un comunicado que cierra su operativa en Uruguay.

Foto: Archivo El País.

Luego de haberse instalado en 2007, cerró las plantas debido a "los altos costos de producción de la operación en Uruguay, que afectan significativamente las posibilidades de la empresa de competir en los mercados globales, y las constantes paradas de producción dispuestas por el sindicato, que ponen en riesgo el cumplimiento de la entrega de productos a los clientes de Yazaki", según expresa la organización en el comunicado.

"La producción que Yazaki venía realizando en Uruguay será derivada a plantas que la empresa tiene en Argentina y Paraguay", añade el comunicado.

En la versión de Martínez, Yazaki se va de Uruguay "sin diálogo alguno ni explicación verídica", ya que "el cliente nunca se vio afectado" por medidas sindicales y "siempre se vio abastecido", y esto motivó la "renovación del convenio".

Según pudo saber El País, este viernes habrá una reunión entre las más altas autoridades del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) y representantes de la empresa, a solicitud del gobierno. De hecho, ya este jueves la ministra de Industria, Elisa Facio, mantuvo diálogo con Yazaki.

Martínez definió la retirada de Yazaki como un "daño tremendo tanto en Colonia como Las Piedras", y mantiene la esperanza de que de las reuniones surja una solución.

En diálogo con El País, el subsecretario del MTSS, Daniel Pérez, indicó que es "preocupante" que "1.100 personas que se queden sin trabajo". En este sentido, planteó que el primer objetivo de la reunión es "entender las motivaciones por las cuales la empresa toma esta decisión", y luego ver "qué posibilidades hay de construir un escenario distinto".

Manifestó el deseo de que pueda solucionarse, y puso como referencia el caso de Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC), que el año pasado anunció el cierre de su planta en Minas pero luego de diversas negociaciones la mantuvo en pie.

Por otro lado, indicó que el MTSS no tenía noción de que Yazaki analizara irse del país. "Nos enteramos después que los trabajadores", manifestó.

Foto: Estefanía Leal/Archivo El País.

El País también consultó al designado ministro de Trabajo y Seguridad Social para el futuro gobierno, Juan Castillo, quien manifestó "sorpresa" por la situación por "la intempestiva forma con que se retira la empresa".

"No es una noticia más, estamos hablando de una inversión extranjera que viene en el marco de una serie de acuerdos y de cuestiones que se les fue propiciando en el primer gobierno del Frente Amplio, allá por 2006 o 2007, para lo que era la instalación en el interior del país, en lugares donde necesitábamos esas fuentes de trabajo", dijo, y luego sentenció: "Retirarse de la noche a la mañana sin comunicar al gobierno, no conozco antecedentes. Si los hay, serán contados".

"A la sorpresa se le suma la preocupación porque nosotros somos un gobierno electo que no ha asumido y estamos viendo que esto está ocurriendo", añadió.

"Esto impacta muy fuerte y muy negativamente en dos poblaciones y más de 1.000 familias que dependen de esto", afirmó Castillo, quien agregó que hay que darle "crédito a las gestiones que haga el gobierno actual", y que "si es necesario otorgar algo" a la empresa para que permanezca en el país, se analice.

Pero para ello "lo primero que hay que saber es el argumento" por el cual se va, y "el menos creíble es el de la conflictividad".

Por otro lado, Darío Dárdano, presidente de la Confederación de Sindicatos Industriales, planteó en Informativo Sarandí que "todos" veían que "si no se mejoraban los beneficios que se le da a la industria autopartista del Uruguay", se corría "riesgo" porque "Paraguay y Argentina están tentando con beneficios extra a los que tiene Uruguay".

"Si no equiparás, quedás afuera", lamentó. En esta línea, mencionó por ejemplo "el atraso cambiario, que era grave". Agregó que "la industria automotriz es muy especial" y los actores "son muy volátiles, van a donde les dan más beneficios".

La novedad también tomó por sorpresa a la Cámara de Industrias, según indicó a El País su vicepresidente, Gabriel Murara.

"Ayer (por este jueves) estuvieron directivos de la empresa en la cámara, nos explicaron los motivos, y es una situación para nosotros muy difícil de dar vuelta porque, por lo que nos dijeron, hay un gran problema de competitividad comparado con otras plantas en la región, sumado a un problema de productividad, y es una decisión que se toma posiblemente muy lejos de acá", indicó.

"Esta es una empresa familiar japonesa, con 300.000 funcionarios en el mundo, en más de 40 países", agregó y sentenció que la noticia es negativa "como imagen para Uruguay".

"Necesitamos cuidar a todos los que vienen a invertir a Uruguay y agradecer que venga este tipo de empresas. Que se vayan es una muy mala noticia para el país", ratificó.

Además, señaló que en Yazaki trabajaban "más de 600 mujeres jefas de hogar", y "reinsertar esa gente en el mercado y con la calidad de remuneración que tenían, no va a ser nada fácil".

De cara al futuro, "lo primero que tenemos que tener es una política industrial, Uruguay no tiene una política de Estado industrial", lamentó.

Murara aseguró que "el problema de la competitividad no nació de esta administración" sino "dos o tres" antes, pero "cada vez se profundiza y se agrava más".

"Tenemos un Estado muy caro, tenemos que mejorar la capacitación de la gente y un tipo de cambio real que acompañe lo que pasa en el mundo, y sobre todo en la región, cosa que no ha pasado en los últimos 8 o 10 años", concluyó.