Crecer y posicionarse en puestos de liderazgo dentro de una empresa ya no es un objetivo profesional para especialistas en la industria del software y Tecnologías de la Información (TI) que se caracterizan por su actitud proactiva a la hora de crear nuevos proyectos y escalarlos. Uruguay cuenta con cada vez más emprendimientos que surgen como ideas entre amigos y proyectos de grado que luego se insertan en el mercado laboral como una propuesta exportadora de servicios.
Según datos del Banco de Previsión Social (BPS), en Uruguay existen 529 empresas con más de cinco empleados que conforman el sector. Uno de los principales motivadores es la serie de beneficios fiscales que presenta la industria TI en la prestación de servicios tanto para el mercado local como para el extranjero.
Si bien la creación de nuevos emprendimientos tecnológicos genera por otro lado que haya falta de personal de TI en empresas de otros rubros, también genera más puestos laborales, por lo que distintos profesionales del sector fomentan este tipo de actividades, resaltan el concepto de intraemprendedurismo e insisten en la falta de personal calificado.
Mercado estadounidense
Los profesionales destacaron que uno de los puntos de partida de cada emprendimiento es estudiar el nicho de mercado en el cual se van a incorporar. En ese sentido, coincidieron en que observaron una falta en el tipo de servicio que pensaban prestar y en muchos casos, esa prestación se extendió hacia el exterior.
Estados Unidos es uno de los destinos más destacados para la exportación de software, donde se observa un mercado amplio y desarrollado. Este fue el caso de la empresa Cavepot, dedicada al desarrollo de software cuyo CTO, Guillermo Fernández, destacó a El País que el precio de trabajar para el mercado local no es tan competitivo en comparación a desarrollar para el exterior.
Por otra parte, sostuvo que en la pandemia del covid-19, muchos desarrolladores comenzaron a trabajar remoto para Estados Unidos, lo que terminó por impulsar a las empresas locales a expandirse más (de lo que ya lo hacían) hacia el exterior.
Otra de las empresas dedicada al desarrollo de software a medida y que presta sus servicios a la industria estadounidense es Silver River. Su CEO, Francisco Pirotto señaló que si bien el sector cuenta con sueldos por encima del promedio en Uruguay, a nivel internacional son aún mayores, lo que facilita la contratación del personal local por parte de empresas extranjeras.
Un estudio creativo dedicado al desarrollo de marcas en Uruguay y Estados Unidos es Ameba, cuyo CEO, Miguel Vallvé destacó el trabajo en conjunto con la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) en la adquisición de clientes.
Sin embargo, uno de los desafíos que más resaltan los profesionales del rubro es la falta de personal calificado. Fernández y Vallvé coincidieron en que con la pandemia, muchos emprendedores se volcaron al mercado estadounidense y agregaron que uno de los fuertes de la industria es la exportación de servicios.
Costo de inversión
El deseo y la convicción de que los proyectos funcionarán movilizan a cada vez más jóvenes que buscan posicionar su servicio en la industria y si bien los primeros pasos suelen ser accesibles, los riesgos también son elevados. En ese sentido, los profesionales coincidieron en que una base conceptual, una idea y una computadora son la combinación perfecta para comenzar a transitar el camino del emprendedurismo.
Por este motivo, consideraron que la industria de software en Uruguay no cuenta con barreras a la entrada a nivel de costos y que el ecosistema tecnológico en el país se encuentra consolidado.
Un emprendimiento que observó un nicho en el mundo de las pequeñas y medianas empresas (Pymes) fue Fixed; un sistema de facturación electrónica para empresas. El CEO de la firma, Matías Rodríguez, explicó que el negocio comenzó a desarrollarse con motivo de la falta de implementación y una serie de desventajas que tienen las Pymes a la hora de adoptar nuevas tecnologías.
Por su parte, el CEO de Ameba, indicó que problemáticas a nivel internacional como una menor inversión en startups, el nivel de la inflación y una mayor competencia hicieron que sea aún más complejo exportar servicios.
Otro elemento que aporta un menor costo para las empresas del rubro es la modalidad del trabajo remoto, ya que si bien luego de la pandemia se impulsó el trabajo híbrido, la industria presenta altos índices de teletrabajo.
Según el monitor laboral de Advice correspondiente, la modalidad híbrida aumentó 4,2% luego de la pandemia. De acuerdo con los datos del Observatorio TI de la CUTI, el 97% de las empresas del rubro adoptó el teletrabajo entre 2020 y 2022.
Beneficios tributarios
De acuerdo con el último informe anual del sector elaborado por la CUTI correspondiente al 2023, las ventas al exterior (por exportaciones y filiales de empresas uruguayas en el extranjero) alcanzaron los US$ 2.168 millones, lo que representó un aumento de 19% respecto al registro de 2022.
La reglamentación para las empresas que se dedican al desarrollo de software y servicios vinculados en Uruguay está amparada por el decreto 150/007 que establece la exoneración del Impuesto a la Renta de Actividades Económicas (IRAE) para aquellas empresas que desarrollen el trabajo dentro del país. Por otra parte, las empresas que se dediquen a la exportación de sus servicios también están exentas del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Si bien uno de los desafíos que presenta el sector es la falta de personal, el CEO de Ameba destacó la calidad de los trabajadores locales, aunque señaló que el talento de la región se contrata a menores costos debido a la carga impositiva que implican los contratos laborales en Uruguay.
Los profesionales destacaron que en función del tipo de empresa adoptado, existen otras ventajas y mecanismos para cada una. Los emprendimientos consultados forman parte de la categoría pequeñas y medianas, con entre 15 y 20 trabajadores.
Por su parte, Pirotto destacó que algunos de los beneficios que implica el trabajo remoto por parte de los trabajadores de la industria es compartir espacios de co-work. En ellos, la empresa abona una membresía para utilizar salas de reuniones y otros lugares durante los días que decidan trabajar de forma presencial, lo que también implica una serie de otros beneficios para los profesionales.
Espíritu emprendedor
En Uruguay existen distintas herramientas e instituciones que ofrecen facilidades a la hora de transitar el camino del emprendedurismo. Una de ellas es Ingenio, la primera incubadora de empresas del país promovida por el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) que consiste en el asesoramiento a emprendedores de base tecnológica en etapas de comercialización, lanzamiento y consolidación que aporten al desarrollo del país.
Según explicó su responsable, Rossana Fernández, en 2024 se desarrollaron 25 equipos de trabajo, mientras que este año se encuentran asesorando a 18. Además, agregó que la incubación dura entre uno y dos años; un plazo en el cual la empresa logra ser rentable a través del asesoramiento.
Por otra parte, señaló que se trata de un mercado con importantes riesgos en materia tecnológica, financiera, legal y de mercado. A pesar de ello, destacó que el índice de supervivencia de los emprendimientos impulsados por Ingenio mayores de tres años es del 65%.
Para hacer frente al problema de los riesgos, Ingenio cuenta con una serie de convenios y alianzas con las plataformas Google y Amazon para ayudar a las empresas a la hora de abordar algunos temas comerciales y de ejecución.