INFORME
Una de las calificadoras de riesgo más importantes, Moody’s, hizo una evaluación sobre la situación y las perspectivas del sistema bancario en Uruguay.
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Una de las calificadoras de riesgo más importantes, Moody’s, hizo una evaluación sobre la situación y las perspectivas del sistema bancario en Uruguay.
El reporte -al que accedió El País- señaló que “durante el primer semestre, la rentabilidad de los bancos fue afectada por la caída de la actividad económica en un entorno de tasas bajas”.
En ese sentido, apuntó que la ganancia de los bancos medida sobre su patrimonio (ROE, por sus siglas en inglés) pasó de 14,2% al cierre del primer semestre de 2020 a 8,2% a fin del primer semestre de este año. Incluso fue inferior al 12,6% de retorno promedio que tuvieron los bancos al finalizar cada semestre de los últimos tres años.
A fin de junio el ROE de los bancos públicos (República e Hipotecario) fue de 9,4%, mientras que para el conjunto de los bancos privados fue de 6,1%.
“Dada la alta proporción de activos en moneda extranjera y la estabilidad del tipo de cambio durante 2021, la ganancia por diferencia de cambio cayó significativamente respecto a períodos previos”, analizó Moody’s.
En el primer semestre de 2021 la devaluación del peso ante el dólar fue de 2,9%, “significativamente menor al 13,1% registrado durante el mismo período del año anterior”, remarcó la calificadora.
Además, los “márgenes financieros brutos de los bancos disminuyeron presionados por una mayor compresión de tasas y por la caída de la actividad económica”, añadió.
El informe considera que “durante el segundo semestre, las ganancias de las entidades mostrarán una mejora, en línea con la recuperación de la actividad económica, a pesar de que esperamos que el spread de tasas continúe en los niveles similares a los meses de julio y agosto últimos”.
Es que según Moody´s, “luego de un primer trimestre de retroceso en la actividad económica, fruto de la segunda ola de coronavirus, desde la mitad del segundo trimestre la economía uruguaya presenta señales de una acelerada recuperación. En este sentido, tanto el Índice Líder de Ceres como el Índice de Volumen Físico de la Industria Manufacturera presentan variaciones interanuales positivas en lo que va del año”.
A eso se suma que “las encuestas efecuadas por la Cámara de Inudstrias informan, por primera vez desde julio de 2007, una mayor proporción de encuestados que consideran que la economía en los próximos seis meses se encontrará mejor, comparado con aquellos que consideran que estará peor”, agregó el reporte.
“En este contexto, el crédito presenta una recuperación similar, tanto de una mayor demanda como de mejores condiciones crediticias. De esta manera, tanto la actividad como el crédito se ubican en niveles superiores a los registrados en febrero de 2020, antes del comienzo de la pandemia de la región, registrando subas del 3,7% y del 7,6% respectivamente desde esa fecha”, resumió el informe.
“En dicho período, del 7,6% del crecimiento (del crédito), 5,8 puntos porcentuales son explicados por el sector privado no financiero residente (familias y empresas uruguayas), 2,8 puntos porcentuales por el no residente, mientras que el crédito al sector público registró una contribución negativa de 1 punto porcentual. Por el lado de la oferta, dicha evolución se explica principalmente por entidades privadas, las cuales registran un crecimiento en su cartera ”, añadió.
Por otro lado, la calificadora estimó que la “mora aumentará, aunque en forma moderada y atenuada por los elevados niveles de previsiones”.
Recordó que este año, “se observaron altos niveles de previsionamientos -esto es los bancos reservan dinero ante eventuales pérdidas por un aumento de la morosidad debido al cambio de escenario económico-, reflejando políticas de reservas conservadoras por parte de los bancos”.
A fin de junio de este año, “la morosidad de la cartera de las entidades financieras uruguayas continúa en niveles satisfactorios, ubicándose en torno al 3,5% para los bancos públicos y 1,6% para los privados, levemente mejor respecto de los reportados al cierre de 2020, cuando ascendieron a 3,9% y 1,9% repsectivamente”, explicó Moody’s. La morosidad se mide como el porcentaje de créditos impagos sobre el total de préstamos.
Según la calificadora de riesgo, la mejora en los niveles de morosidad “se explica mayormente por medidas paliativas adoptadas por el Banco Central (BCU) en el marco de la pandemia, como ser la extensión hasta agosto de este año del vencimiento de las operaciones crediticias. Al mismo tiempo, los bancos han coninuado con sus políticas de reservas conservadora a fin de cubrir eventuales desviaciones en la morosidad, lo que se traduce en índices de previsionamiento de cartera en problemas por encima del 100%”.
“A pesar de que esperamos que los indicadores de calidad de cartera se deterioren luego de la finalización de las medidas mencionadas, consideramos que dicho deterioro será relativamente leve, dada la expectativa de repunte de la actividad económica”, estimó el informe.
“En lo que respecta a la solvencia, las entidades continúan mostrando una amplia solidez financiera, dando cuenta de la elevada resiliencia que tienen para hacer frente a contextos de stress económico, con indicadores de capitalización que duplican los requerimientos mínimos regulatorios”, concluyó Moody’s.
La tendencia continuará
Para lo que queda de este año y el año próximo, la perspectiva del sistema financiero uruguayo es positiva, según se desprende del informe de Moody’s al que accedió El País. “Consideramos que la tendencia de recuperación en la actividad bancaria continuará durante el resto de 2021 y principios de 2022, en línea con la recuperación de la actividad económica. En dicho escenario, el sistema bancario uruguayo cuenta con altos niveles de liquidez y capitalización para poder sustentar dicho crecimiento en la demanda de crédito, mientras la continuidad de la normalización de la movilidad y actividad económica fortalecerá los perfiles crediticios de los deudores”, aseguró el reporte de la calificadora de riesgo.