El Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) y Latitud (fundación del LATU para la innovación), conjuntamente con el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT) y otras instituciones, están desarrollando un proyecto para utilizar la lana de ovejas como nuevo aislante térmico y acústico en las construcciones de vivienda, lo que es innovador en el país.
“La idea es sustituir la lana de roca y la lana de vidrio como aislante, térmico y acústico, por la lana natural que no se utiliza para la industria textil. De esa manera, tenemos un material natural y sustentable que sustituye a productos sintéticos en la construcción”, dijo a El País Tabaré Hackenbruch, subsecretario del MVOT.
“También con estas lanas se sustituirá un producto importado por uno uruguayo. Además, una materia prima como es la lana natural, que hoy no se utiliza (se quema o se entierra), se le estaría dando un valor agregado”, agregó.
Ñande, sistema del MVOT, participará en la iniciativa con la prueba del producto. Asimismo, se cuenta con la participación de Tops Fray Marcos (ubicada en Libertad, departamento de San José) y con el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).
Se estima que en Uruguay se acumulan 30 millones de kilogramos de lana que no se vende, siendo la mayoría lana gruesa, especialmente útil como aislante. La lana de oveja, además de sus propiedades aislantes, tiene condición ignífuga y resistencia al vapor, ya que es capaz de absorber la humedad y luego liberarla sin afectar sus cualidades. En la medida en que la lana natural es atóxica, de alto rendimiento y regenerativa, puede sumarse a las iniciativas de economía circular en las que avanza el gobierno.
Lo que se está evaluando en este momento en el LATU es la utilización de la lana natural bajo la forma de paneles, a granel o en diferentes grados de compresión.
El proyecto viene siendo desarrollado desde fines del año pasado, pero ahora toma nuevo impulso. Con Tops Fray Marcos S.A. se identificarán las modificaciones necesarias para que a partir del proceso base se pueda producir las mantas térmicas en desarrollo. Ya se han hecho ensayos de gramaje, finura y conductividad térmica, muestras de mantas térmicas, además de contactos con empresas interesadas en el uso del nuevo producto, según informa Latitud en su web.
El paso siguiente es el estudio de prefactibilidad técnica y económica de las alternativas más prometedoras, el testeo en empresas del sector de la construcción y el análisis de ciclo de vida del proceso productivo.