TEMPORADA
La caída en 40% de los visitantes argentinos, impactó en que en el primer bimestre del año ingresen al país menos dólares que en igual período de 2018. También vinieron menos brasileños.
En enero y febrero, llegaron a Uruguay 794.629 turistas, un 30,7% menos que en igual período de 2018. Esos visitantes gastaron en el país US$ 614 millones, un 27,5% menos que en enero-febrero de 2018, según los datos divulgados ayer por el Ministerio de Turismo.
El gasto promedio diario fue de US$ 113,1 por persona. La estadía promedio se situó en 6,8 días frente a 7,1 días en 2018.
La caída se explica principalmente por la menor llegada de argentinos: fueron 533.000, un 40,3% menos que en enero-febrero de 2018. A su vez, arribaron 90.000 brasileños (13,5% menos que en los primeros dos meses de 2018), 18.000 chilenos (0,1% menos), 10.200 paragua- yos (39,3% más). También aumentaron (8,2% en cada caso) los turistas que vinieron de América del Norte hasta 18.000 y del resto de América, hasta 19.500.
Por su parte, vinieron 25,4% más uruguayos residentes en el exterior hasta totalizar 66.000.
“Nos veníamos preparando para esta realidad desde la mitad del año pasado con la megadevaluación de Argentina, que preveíamos que era una sociedad donde la capacidad de gasto de su gente iba a estar afectada y sin duda iba a repercutir en el futuro”, dijo la ministra de Turismo Liliam Kechichian.
Destacó que pese a que vinieron menos argentinos, gastaron 5% más por día de estadía que en enero-febrero del año pasado.
“No quiero tener una mirada superoptimista pero para nosotros los 530.000 argentinos que vinieron son una satisfacción en este cuadro”, afirmó la ministra.
En cuanto a los destinos elegidos en el primer bimestre del año, Punta del Este fue el preferido con 232.000 visitas (28,2% menos que en igual lapso de 2018), lo siguió Montevideo con 138.000 (8,7% menos) y el litoral termal se ubicó tercero, con 89.000 (11,7% menos).
Piriápolis con 80.000 visitantes (28,9% menos) y la costa de Rocha, que recibió a 71.000 (44,9% menos), completaron los primeros cinco.
“Me preguntan si (la temporada) es buena o es mala, en realidad fue un enero y febrero muy atípico con 16 días de lluvia y las cianobacterias que indudablemente afectaron la decisión de las personas”, dijo Kechichian.