Nicolás Papariello es, de formación, contador público. Cuenta con larga trayectoria en el sector automotor en el país. De hecho, es uno de los fundadores de la Asociación del Comercio Automotor (ACAU), donde se desempeñó como tesorero durante varios años y también fue vicepresidente. En mayo pasado asumió como presidente de ACAU, tras ser electo. Ocupará esa posición por dos años. Es gerente general de Automotores y Servicios S.A. (Multimotors). Desde ACAU, su desafío será impulsar y apoyar iniciativas vinculadas a la movilidad eléctrica que emprende el país, entre otros frentes. Lo que sigue es la entrevista que mantuvo con El País.

La Asociación del Comercio Automotor (ACAU) trae noticias: acaba de participar en un Foro Empresarial Mercosur en Buenos Aires, donde se planteó la iniciativa de que Brasil y Argentina fabriquen vehículos eléctricos. Esto cambiaría el escenario para Uruguay, dado que serían autos más económicos que los que se importan actualmente de otras partes del mundo. Nicolás Papariello lo cuenta a El País, además de hacer una puesta al día del sector, los desafíos, y la situación del dólar que favorece la compra de vehículos.

-¿Qué balance hacen de las ventas y qué proyectan para el cierre del año?

-Estamos viendo una baja de entre 3% y 5% este año en comparación con 2022 por la situación de la sequía, que castiga sobre todo al sector de utilitarios. El dólar planchado y estable favorece al sector, pero está el impacto negativo en los utilitarios que ha afectado, lamentablemente, al sector agropecuario. Los autos de pasajeros bajaron un poco las ventas, pero tal vez sea algo puntual porque la demanda y el tema crediticio está funcionando muy bien.

-¿Hay algún reclamo que estén haciendo desde el sector para evitar esta caída?

-Siempre estamos atentos a todo lo que se pueda incorporación de mejoras tributarias, porque claramente somos el país con la más alta carga impositiva de la región. Eso conlleva a que la venta de vehículos sea un poco más lenta que en otros países. Los impuestos más fuertes son el IVA y el Imesi que recaen en los vehículos y hacen el precio de venta al público final bastante más caro. Los precios de los autos en Uruguay son hasta 110% más caros que en origen. Un auto que en origen está a US$ 20.000 termina vendiéndose acá por US$ 40.000.

-¿Cómo vienen las ventas de los vehículos eléctricos?

-Todavía son un porcentaje menor. Pensamos que este año podríamos terminar con 2.000 vehículos eléctricos vendidos. Hay interés, pero siguen siendo mucho más caros que el vehículo tradicional. Eso se transforma en impedimento al momento de la compra. El mercado de vehículos eléctricos está en 3% (del total), y el de los híbridos estuvo en 6% los primeros cinco meses del año. Entre ambos, llegamos a alrededor de 9%.

-¿Quiénes compran vehículos eléctricos en Uruguay?

-La mayoría de las ventas se ha dado a través de los proyectos de inversión, de empresas; hay exoneraciones de tributarias por la propia importación del bien. Particulares, muy pocos.

-Si los estímulos de exoneración de impuestos en la compra de vehículos eléctricos que ofrece el gobierno no alcanzan para compensar el alto precio final, ¿qué solución proponen?

-La solución que se está viendo a nivel Mercosur es que los vehículos eléctricos puedan fabricarse en la región. Brasil y Argentina son los dos países que pueden empezar a fabricar eléctricos. Entonces, ahí sí los precios van a bajar. Los vehículos eléctricos que lleguen fabricados en Brasil y Argentina a Uruguay serán más baratos que los europeos, estadounidenses, chinos, alemanes, que llegan. Al ser producidos en el Mercosur, el tema impuestos pesará menos.

-¿La industria automotriz argentina puede plantearse esa opción, en medio de la crisis que vive?

-Argentina tiene 13 fábricas y la industria automotriz ha crecido. Los consumidores argentinos están viendo que comprar vehículos es una posibilidad que tienen de invertir en la crisis, más allá de la depreciación normal por el uso del vehículo.

-¿Qué tan avanzada está esa propuesta en el Mercosur?

-El sector automotor de los cuatro países del Mercosur tuvo una reunión en Buenos Aires, en la que estuvo el canciller (argentino, Santiago) Cafiero, el miércoles pasado. Fue el X Foro Empresarial del Mercosur, donde el tema fue justamente la modalidad eléctrica y la fabricación de autopartes. Argentina tiene la presidencia pro témpore del Mercosur. Y tanto Brasil como Argentina, que son fabricantes en el Mercosur, están preocupados por el tema. En principio se habló de que en 2025 podrían haber vehículos eléctricos fabricados en la región, en esos países, con posibilidades de comercializar. Actualmente no hay.

-Ante un aumento de vehículos eléctricos en el país a futuro, ¿el tema de la carga sería un problema?

-Cada vez hay más cargadores, tanto públicos como privados, que permiten que el consumidor tenga movilidad en el país. Más problemas en eso tienen Argentina o Brasil. Se han instalado muchos cargadores en los últimos tiempos acá.

-Hay una movida mundial por el litio, ¿qué está haciendo Uruguay en ese frente?

-Lo que puedo decir es que se trabaja en la regulación de la disposición final de las baterías de litio. Hay tres posibilidades: que la batería sea desafectada totalmente, que pueda reutilizarse, o que se exporte. Se busca que no afecte el ambiente en su disposición final.

-El gobierno anunció la construcción de una planta a cargo de HIF Global en Paysandú para la producción de gasolina sintética (“verde”), pero sería toda para exportar, ¿han tenido conversaciones con el Ministerio de Industria al respecto?

-No hemos tenido reuniones con el ministerio, todavía. Entendemos que el mercado interno no entrará como objetivo comercial en primera instancia, en gran parte porque la gasolina sintética es muy cara, por lo que se destinará al mercado europeo. Para que llegue al mercado interno, creo que va a ser un tema de negociaciones.

-¿Cuánto avanzan en concreto en la meta de ir renovando el parque de movilidad en el país?

-A lo que hablamos, hay que agregar que de a poco se están incorporando eléctricos e híbridos a la flota de buses metropolitanos. También avanzamos en ACAU con el Ministerio de Transporte con la “chatarización”, o sea, ir quitando del mercado los vehículos antiguos que claramente son los que más contaminan; lleva tiempo.