Redacción El País
Se celebró ayer la segunda edición de “Un Balance Anticipado”, un encuentro organizado por El País donde se analizó la situación política y económica de Uruguay. Tuvo la participación del economista Javier de Haedo, quien realizó un repaso de la situación nacional y regional, y presentó sus proyecciones para el corto plazo. Y también expuso el director de Opción Consultores, Rafael Porzecanski, quien analizó las últimas encuestas sobre el gobierno e hizo un repaso de los posibles escenarios de cara a 2024. El evento lo moderó el director de redacción, Martín Aguirre.

En su intervención, Porzecanski explicó que el gobierno encontró un “piso duro” de 41% en la aprobación de la gestión. El sociólogo recordó, a su vez, que las últimas gestiones del Frente Amplio comenzaron con una luna de miel -“cada una con un techo diferente”-, seguido de una caída y, por último, levantaron sobre el final del período. “¿Le ocurrirá al gobierno? Es una pregunta importante”, marcó, y destacó que la “evaluación de este impacta sobre la intención de voto”, ya que un “elemento clave” es si la gente “quiere cambio o continuidad”.

De cara a 2024, indicó que “parece poco probable” que el Frente Amplio vote por debajo del 39% o 40%. En cuanto a la coalición como bloque, continuó el sociólogo, está “pareja” con la oposición, aunque “cuatro puntos por debajo”, según mediciones del mes de mayo. No obstante, aclaró que aún queda tiempo para el llamado a las urnas y falta que se marquen las candidaturas para que haya pronósticos más claros.

Dentro del Frente Amplio ve que hay una “polarización creciente entre Yamandú Orsi y Carolina Cosse”. Porzecanski marcó que cada uno tiene ventajas y desventajas, pero se centró en las primeras. Para la intendenta de Montevideo, dijo, la capital es una “vidriera”, lo que es una “ventaja muy importante para sus intereses”. En cuanto al intendente de Canelones, en tanto, dijo que existe un “votante orsista que puede llegar a ser importante para la elección interna y la nacional”. Ve que hay un “elector que tiene una altísima afinidad” con el candidato del MPP, “sin necesidad de ser frenteamplista, lo que le da un diferencial interesante a la precandidatura”.

Foto: Leonardo Mainé

A la interna del Partido Nacional la situación es diferente, pero “hay dos figuras que están generando un contrapunto”: el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, y la excandidata a intendenta Laura Raffo. Él “arranca con un claro liderazgo”, indicó, pero añadió: “¿Es un liderazgo definitorio? No lo sabemos (…) Sigamos viendo el curso de los acontecimientos porque internas son internas”.

A su turno, De Haedo se refirió al aumento de 30% en el tope de endeudamiento que pidió el gobierno al Parlamento para abastecer el Fondo de Emergencia Hídrica. El economista cree que el porcentaje “no tiene justificación” en la sequía, y que ese fenómeno “no es comparable con el covid desde el punto de vista fiscal”. “Creo que los legisladores deberían ser cautelosos y no dar (todo lo que se pide) sino que dejárselo como un número a rendir cuentas. Es decir, decirle al gobierno que se le atribuye al gasto de deuda lo que gaste, pero no se lo da exante”, indicó.

Por otra parte, habló sobre la situación fiscal en Uruguay, que consideró como “espectacular” hasta setiembre de 2022. “El gasto público bajó 1,7 puntos del producto en la primera mitad del gobierno. Pero después de setiembre y hasta mayo, en solo ocho meses, volvió a subir 1,2. Es decir, dos tercios del ajuste que se hizo en dos años y medio, se perdieron en ocho meses. Es claro que hay un cambio de tono en la política fiscal”, comentó, y continuó: “La regla fiscal no estaría siendo útil para impedir que el gobierno vuelva a ser expansivo sobre su segunda mitad”.

También destacó que el “mejor indicador del momento” es el empleo. Cree que hay que darle un “espaldarazo al gobierno” y también a los “sindicatos que compraron la idea del año puente” durante la pandemia en los Consejos de Salarios. “La estrategia sirvió: prioricemos el empleo aun cuando el salario lo sienta, y ahora crecen los dos”, indicó. “Si se compara 2019 con 2022, hay menos desocupados, menos subocupados y menos ocupados sin registro: 11% en conjunto. No es poca cosa”, cerró.

“Un Balance Anticipado” contó con el auspicio de Jeep, TCP, Vantem Uruguay y Abitab.

De Haedo dedicó varios minutos de su exposición a hablar sobre la situación actual de Argentina y las proyecciones de lo que sucederá. El economista cree que la inflación crecerá “gane quien gane y haga lo que haga”, y será “más alta cuanto mejor realice las cosas (el nuevo gobierno) porque implicaría corregir precios relativos, tipo de cambio, subsidios”. Llevar adelante estas medidas le generaría un “problema de popularidad al principio”, además de que tendría que “hacer un ajuste fiscal”, comentó.

Y añadió: “Creo que va a ser clave la actitud del presidente, de si va a trabajar para la reelección como hizo Mauricio Macri equivocadamente o para el bronce, para que lo recuerden en la historia. Alguien tendría que pagar las cuentas pero son los menos”.

¿Hay una consecuencia para Uruguay de una eventual “detonación” de Argentina? De Haedo marcó que hay “cinco canales” con el país vecino: bienes, turismo y compras, inversión extranjera directa -en especial el real state-, “migratorio vip”, y el financiero bancario. Sobre este último señaló que no hay un riesgo local así como tampoco lo ve en las reservas del Banco Central del Uruguay. En esa línea, opinó que tampoco hay “riesgo cambiario ni en la solvencia del sector público”.

No obstante, sí habría “más desvío del consumo” por parte de los uruguayos hacia argentina. En ese sentido, el economista recordó que al ir a otro país se deja el dinero allí en vez de volcarlo en Uruguay.

Por otra parte, habló en específico sobre el turismo. El economista indicó que por primera vez en la historia hay un saldo negativo y, en ese marco, recordó que Argentina es “nuestro cliente, así como otros países son los de la carne o la soja”. A futuro, pronosticó que el “desbalance negativo se va a ir acentuando a lo largo de este año”.

Foto: Leonardo Mainé

Cabildo Abierto es considerado el socio “rebelde” de la coalición, debido a que cuestiona la gestión de la actual administración -sobre todo en seguridad- y se ha puesto firme al momento de las negociaciones. Para Porzecanski “no sorprende” que la “principal tormenta” se haya dado entre el partido liderado por Guido Manini Ríos y el resto de los socios. Planteó que, más allá de que juega lo estratégico, hay una diferencia que se arrastra desde la creación de los programas de gobierno.

El director de Opción Consultores citó un estudio que tiene dentro de sus autores a Nicolás Albertoni, hoy vicecanciller, para la Fundación Konrad Adenauer (KAS). Porzecanski explicó que se realizó un análisis de los programas de gobierno que se presentaron para las últimas elecciones y se colocaron en un eje que tiene en una punta a la izquierda y en la otra a la derecha. Allí se ven dos cosas, puntualizó. Una es que “se nota el bibloquismo”, debido a que del lado de la izquierda se encuentra el Frente Amplio, y del otro los socios de la coalición.

Al mismo tiempo, dentro de la coalición, Cabildo Abierto es quien está más cerca del Frente Amplio, aunque se posiciona del lado de la derecha. Porzecanski aclaró que el análisis es en términos generales de los programas y que en el desglose de los temas la situación es “muy diferente”. En ese sentido, el sociólogo marcó que “muchas de las diferencias” que tienen los liderados por Manini Ríos “son entendibles” porque “estaban en los programas de gobierno”. Y añadió: “Hay diferencias estratégicas, pero hay diferencias ideológicas”.

Otro componente -continuó- es que “lleva tiempo construir confianza dentro de la coalición”. Se podría decir que estos ruidos tienen que ver con un tema de aprendizajes y construcción incipiente entre los líderes”, opinó.