EFE
La presidencia de turno española de la Unión Europea (UE) subrayó ayer que cerrar la parte adicional del acuerdo de comercio con el Mercosur puede ser “cuestión de semanas”, pero sin reabrir un pacto concluido hace cuatro años.

Las negociaciones entre la Comisión Europea, encargada de negociar todos los pactos comerciales de la UE, y Mercosur sobre un acuerdo de libre comercio finalizaron en junio de 2019, tras dos décadas de negociaciones, pero algunos socios comunitarios quieren abordar aspectos concretos relacionados con normas medioambientales y agricultura.

Tras la reunión informal de responsables europeos de Comercio en Valencia, la secretaria de Estado de Comercio en funciones de España, Xiana Méndez, dijo que “el tiempo que necesitamos va a depender de cómo de fructíferas sean las reuniones semanales, algunas presenciales”, que europeos y sudamericanos tienen para solucionar sus divergencias en ese acuerdo. Las exigencias de carácter medioambiental y agrícola suscitadas por Francia, Irlanda o Países Bajos a principios de este año, fueron ya rechazadas por Mercosur por considerarlas contrarias a sus intereses.

La próxima semana europeos y sudamericanos tendrán una reunión presencial, además de las virtuales semanales, para hablar sobre “propuestas concretas, así que el tiempo que necesitemos son semanas”, informó Méndez.

El ministro español de Industria y Comercio en funciones, Héctor Gómez, confió también en cerrar el acuerdo con Mercosur este semestre y dejarlo preparado para su firma en la primera parte de 2024.

En el horizonte está la fecha del 6 de diciembre, en que Paraguay releva a Brasil al frente de la presidencia de Mercosur, ya que el presidente paraguayo, Santiago Peña, marcó como el momento en que, si no se concluye este pacto con Europa, empezará a propiciar acuerdos comerciales con países asiáticos.

Pero, el ministro francés de Comercio Exterior, Olivier Becht, afirmó que se necesita más tiempo para un acuerdo y estar seguros de las garantías medioambientales vinculadas a la agricultura, que París quiere incluir en el pacto comercial.

Para Francia, las negociaciones con Mercosur son “una cuestión sensible” y tiene “condiciones muy claras” en lo que afecta al medio ambiente, así como otros condicionantes, como la competencia leal y el respeto de las normas ambientales y sanitarias y que los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático (2016) sean inscritos como cláusula esencial.

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