“Estamos hipotecando el futuro de muchos chicos”, afirmó el presidente de la Cámara de la Construcción

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Diego ONeill

EMPRESARIOS PROTAGONISTAS

Un robot que supervisa las obras, el alto costo del cemento pórtland Ancap, la falla del puente de La Barra y el debe en el tema vivienda bajo el análisis de Diego O'Neill con El País.

“Este gobierno ha provocado un flujo de inversión muy fuerte. La inversión de la economía era del 15% del PIB en 2019 y hoy está por encima del 19%”, sostuvo el presidente de la Cámara de la Construcción del Uruguay y titular de la empresa Ceaosa.

O'Neill está al frente de una empresa constructora familiar, fundada por su padre y su tío hace más de 60 años. Ceaosa tiene más de un millón de metros cuadrados edificados entre Montevideo y el interior del país con foco en la construcción de edificios de vivienda. O’Neill es ingeniero civil egresado de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República. Tiene 61 años y está casado hace 34 años con Cecilia. “Soy una persona familiera; tengo seis hijos: Magdalena, Mariana, Sofía, Celina, Pedro, Clara. Mi hija mayor tiene 33 años y la menor 19”, señaló. En su tiempo libre, disfruta del fútbol. Es hincha de Nacional.

A continuación un resumen de la entrevista con el empresario protagonista:

—¿Qué opina de la falla en uno de los puentes ondulados de La Barra de Maldonado?

—Eso nunca debió pasar. No conozco los detalles, pero estimo que hay un tema vinculado al mantenimiento en el tiempo. Con los trabajos realizados, ahora parece que se va a logar mantener el puente y habilitarlo para el tránsito de vehículos livianos durante la temporada de verano. El puente original fue una genialidad para la época de Leonel Viera. Para el segundo puente, se utilizó una tecnología más moderna, pero algo no se previó o no se mantuvo adecuadamente.

—La industria de la construcción se presenta como uno de los sectores “malla oro” de la economía. ¿Cuáles son las perspectivas para los próximos años?

—Estamos en un buen período de actividad. Durante 2020 la construcción fue el único sector que no cayó; creció un 2%. En 2021, hubo otro crecimiento del 6%, mientras que en el primer semestre del año estamos arriba del 7,5%. También aumentó la ocupación. El dato al mes de agosto se ubica en 59.000 obreros y, en el promedio anual, estamos en unos 55.0000. La industria de la construcción anda bien. También hay un impulso de la inversión privada y del sector productivo, así como la inversión pública en vialidad es muy bienvenida. En esta última Rendición de Cuentas, en dólares corrientes, hay un incremento del 30% de la inversión pública prevista en infraestructura, sobre todo en obras de vialidad con más de US$ 3000 millones en el quinquenio. La inversión privada también ha crecido, tanto en los proyectos de vivienda promovida como en los grandes emprendimientos, que van por la vía de la Comap. Este gobierno hizo mejoras en estos dos instrumentos en 2020 que han provocado un flujo de inversión muy fuerte. La inversión de la economía era del 15% del PIB en 2019 y hoy está por encima del 19%. Históricamente, el 60% de la inversión se vuelca en la construcción. Todo eso configura un escenario en el que la actividad no se va a caer.

—La inversión pública significa un 30% del total y un 70% la inversión privada. ¿El desempeño proyectado de la actividad es similar en los dos ámbitos?
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—Sí, los dos sectores muestran dinamismo de la mano de la situación de la economía. Con un registro del 19% de inversión sobre el PIB, hay construcción en un sentido amplio de la actividad tanto a nivel residencial como en el sector productivo. La curva de crecimiento de la actividad no va a ser sostenible en el tiempo, aunque sí va a mantener un buen nivel de ocupación. La culminación de los grandes proyectos, como la segunda planta de celulosa de UPM como el Ferrocarril Central, se va a sentir pero no va a tener un impacto dramático.

—¿Tiene una opinión positiva sobre la marcha de la economía?

—Sí, el comportamiento macroeconómico es muy bueno. También es bueno el nivel de inversión aunque sería mejor tener dos o tres puntos más arriba (risas). Hoy los países compiten por la inversión y además hay un escenario internacional de aumento de las tasas de interés por la aceleración de la inflación, que no es una buena noticia en ese sentido.

—¿Qué le pediría hoy al presidente Luis Lacalle Pou?
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—Más inversión en obras de infraestructura (risas). Hablo de infraestructura en un sentido amplio con inversiones también en viviendas, hospitales, escuelas. Se debería trabajar en crear una institucionalidad específica para la infraestructura. Se trata de un organismo técnico especializado para realizar una planificación a mediano y largo plazo. La inversión en infraestructura debe ser una política de Estado. Sería un salto de calidad para ser más eficientes, bajar costos y dar continuidad a la planificación en las necesarias infraestructuras.

En este tiempo que queda a la actual administración, es importante ejecutar el 100% de aquello proyectado. El plan Avanzar para erradicar los asentamientos, que es un problema social muy grande, sería bueno poder ejecutarlo en lo que queda del actual quinquenio de gestión.También es importante que se liciten y se comiencen a ejecutar proyectos para el abastecimiento del agua potable en Montevideo y el saneamiento en localidades del interior. El gobierno debería concretar todos los proyectos que están en carpeta. En el tema viviendas, también está el programa Sueños en Obra, donde tenemos alguna observación porque no va a permitir edificios en altura en barrios consolidados por los precios que se manejan. Se va a concentrar en complejos de viviendas extendidos, fundamentalmente en el interior. Este programa no va a tener tanto impacto como se desea. Al final del quinquenio va a haber un debe en el tema vivienda.

“En Uruguay se paga el cemento pórtland un 30% más caro que en el resto de los países”.

Diego ONeill
Diego O'Neill, presidente de la Cámara de la Construcción y titular de la empresa Ceaosa

—¿Qué pasó con el costo del metro cuadrado? Se señala que Uruguay está caro.
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—En pesos uruguayos, la evolución es muy parecida a la inflación. En términos de dólares, como ha bajado su valor en estos últimos 18 meses, los costos de la construcción han aumentado y cuesta trasladarlo a los precios. También es cierto que hubo un avance inflacionario, la guerra en Ucrania, el aumento de los commodities metálicos, el costo de la canasta energética.

—La construcción al alza pero el que no levanta es el negocio del cemento pórtland Ancap. ¿Cuál es su visión?
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—Esta división de Ancap hace más de 20 años que viene perdiendo dinero. Como uruguayo, eso es algo que no tiene mucho sentido. No se puede sostener una unidad de negocios que da pérdidas sistemáticamente y hay que buscar una solución para la reinserción de los trabajadores. Este camino que Ancap está intentando recorrer con el sector privado puede ser una solución. Por otra parte, la ineficiencia de Ancap en la producción de cemento pórtland hace que el producto sea caro. Los privados que también producen, que son más eficientes que Ancap, toman como referencia el precio del cemento pórtland Ancap. En Uruguay se paga el cemento pórtland un 30% más caro que en el resto de los países, inclusive Ancap exporta por debajo del precio de mercado.

—¿Es partidario de la construcción de viviendas de madera? En el mundo hay experiencias hasta de edificios de madera.
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—Sí, son viviendas de muy buena calidad y muy confortables, pero ese tipo de construcciones no son económicas; no hay que engañarse. Tienen ventajas del punto de vista ambiental, del impacto de la huella de carbono del sector. Pero no son de costos sensiblemente inferiores a la construcción tradicional. Ojalá que se desarrollen las viviendas de madera inclusive para potenciar a la cadena forestal. Apoyamos la hoja de ruta del Ministerio de Vivienda, aunque no hay que plantear falsas expectativas.

—¿Cuál es la dimensión de la gestión de los desechos de la construcción?
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—El 30% del total de los residuos que ingresan a la usina de Felipe Cardoso corresponden a escombros de obra civil, lo cual es una cosa muy mala. Hace años que venimos trabajando en este tema con la Intendencia de Montevideo y más recientemente con el Ministerio de Ambiente. Esperamos para el próximo año estar con la normativa vigente sobre la gestión de residuos. El generador de los residuos es el responsable de los mismos y el objetivo es que un gran porcentaje de los desechos de obras se vuelvan a reutilizar, de modo que también hay que generar oportunidades de negocios. Desde el Estado se deberían dar estímulos para el uso de materiales reciclados. Debe ser una política de Estado, porque el mundo va hacia ahí.

“En la construcción hay menos carretillas porque los puestos de trabajo van cambiando”.

Diego ONeill
Diego O'Neill, presidente de la Cámara de la Construcción y titular de la empresa Ceaosa

—¿Que piensa un empresario cuando mira un video donde hay una máquina que levanta una pared sin operarios o hay un robot supervisando las obras?
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—La incorporación de la tecnología en la construcción es grande, silenciosa y permanente. Hay enormes diferencias en una obra de hoy respecto a 20 años atrás. Hay una transformación silenciosa de la industria de la construcción. Si se mira la inversión en equipos del sector construcción explica el 12% de inversión en equipos de toda la economía, que es más del doble del impacto que la construcción tiene sobre el PIB. Y con ese nivel de inversión, igual estamos en unos 55.000 trabajadores en promedio. Cuando uno ingresa a una obra, se observa que hay una sustitución de tareas por equipamiento, pero sigue siendo un sector que genera mucha mano de obra. Ahí hay que generar las capacidades para que la gente pueda reconvertirse y pueda seguir trabajando también con las máquinas. En nuestro país, el factor humano sigue siendo muy importante en la construcción.

—La reforma educativa vuelve a tomar impulso. ¿Hay apoyo o una visión crítica?

—La reforma de la educación es un tema clave. Estamos hipotecando el futuro de muchos chicos. La deserción en el ciclo básico es altísima y repercute luego en la inserción laboral de los jóvenes.El mundo del trabajo va a exigir cada vez mayor conocimiento y capacitación. Hay que abordar el tema educativo, es fundamental. También muchos muchachos hoy no tienen hábito de trabajo, que está vinculado a los problemas de la educación. Hoy, un peón gana 40.000 pesos líquido.

—¿El peón con la carretilla?
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—(Risas) En la construcción hay menos carretillas porque los puestos de trabajo van cambiando.

“Es una actividad con mucha presión”

Todas las obras son importantes para los constructores. Pero la primer torre de 80 metros que levantó Ceaosa, Le Parc II en Punta del Este, marcó un mojón. “La construcción no es una actividad fácil; hay mucha presión, se corre contra los costos, el tiempo de entrega, las exigencias de los clientes”, dijo O’Neill para agregar: “La satisfacción de decir que esto lo hicicimos nosotros, es algo que nos realiza laboral y profesionalmente a directivos, operarios y a toda la cadena que participa en la obra”.

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