Falleció Carlos Steneri, figura clave en la salida de la crisis de 2002, y columnista de El País

A lo largo de su vida se destacó tanto por su actividad profesional como académica y resultó ser un actor destacado en la salida de la crisis de 2002.

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Carlos Sténeri.
Carlos Sténeri. Nació el 19 de diciembre de 1945 y falleció ayer jueves 14 de noviembre.
Foto: Fernando Ponzetto,

Redacción El País
En la tarde de este jueves falleció Carlos Steneri, era Licenciado en Economía, Udelar (1971). Diploma en Desarrollo Económico, ISVE, Nápoles Italia (1973 ) y Master of Arts (Economía), Universidad de Chicago, USA (1976). Fue uno de los principales actores de las negociaciones que el gobierno uruguayo llevó adelante con el de Estados Unidos para evitar el default durante la crisis del año 2002.

Entre 1973 y 1989 trabajó en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) llegando al cargo de director de la División Planeamiento. En 1989 fue designado Agente Financiero de Uruguay en Estados Unidos y Canadá, cargo que ocupó hasta 2010. Fue Director Ejecutivo Alterno en el grupo Banco Mundial de la silla integrada por Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay durante 1994-1996. Dirigió la Unidad de Gestión de Deuda del Ministerio de Economía y Finanzas desde su creación en 2006 hasta el 2010. Era columnista permanente de Economía & Mercado desde 1986.

Hace justo un año -el 11 de noviembre de 2023- Steneri fue homenajeado por la Academia Nacional de Economía, oportunidad en la que su actividad fue definida como “heroica”, se lo elogió por su “lealtad fantástica” y siempre “transmitir confianza”. Steneri, que trabajó con gobiernos de los partidos Nacional, Colorado y Frente Amplio, se caracterizó siempre por un bajo perfil.

Los encargados de hablar en el homenaje fueron los exministros de Economía y Finanzas (1992-1995) Ignacio de Posadas y Luis Mosca (1995-2000) y el expresidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias.

De Posadas destacó la “lealtad fantástica” del economista, quien dice las cosas “con afecto, pero con firmeza, algo no tan común”. Recordó que el punto más alto de su trayectoria fue el “salvataje” de Uruguay (con un crédito puente de Estados Unidos por US$ 1.500 millones) en la crisis de 2002. Algo “heroico” y por lo que “el país le debe mucho”, añadió.

Iglesias dijo que Steneri era “uno de los mejores economistas que ha tenido el país en los últimos años”, que daba “solución a los problemas y transmite confianza”. Remarcó el canje de la deuda en 2003 para salir de la crisis, “sin el apoyo del FMI” que planteaba el default.

“Hay que agradecerle por evitar lo que fue una experiencia tan triste como la de Argentina”, añadió.

En tanto, Mosca recordó que en épocas donde no había Whatsapp ni mail, Steneri “patrullaba Wall Street” lo que forjaba vínculos personales que luego dieron frutos en momentos de crisis. Rememoró que en 1998 contrajo cáncer del que se recuperó y en marzo de 2000 tuvo que ser sometido a una cirugía por ello y en abril “ya estaba trabajando”.

Recuerdos de la crisis

Como ya se dijo antes, Steneri fue un actor protagónico en la resolución de la crisis que el país atravesó -que fue la peor de la historia- y la que él mismo relató en un libro denominado “Al borde del abismo. Uruguay y la gran crisis de 2002-2003”.

En una entrevista en 2017 con el editor de Economía de El País, Fabián Tiscornia, el economista repasó algunos de los momentos vividos durante ese episodio.

La intransigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) para prestar dinero a Uruguay para enfrentar la corrida bancaria y la sugerencia del subdirector gerente del FMI, Eduardo Aninat al presidente Jorge Batlle de instrumentar un “corralito” bancario como en Argentina, suponían una debacle.

Steneri lo recordaba diciendo: “En el lapso de diez días ocurre de todo. Se aceleran las negociaciones con el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, hay un cambio de autoridades en el equipo económico (el entonces ministro de Economía, Alberto Bensión y el entonces presidente del Banco Central César Rodríguez Batlle dejan sus lugares a Alejandro Atchugarry y Julio de Brun, respectivamente, entre otros) y se declara un feriado bancario que era una medida extrema porque ya no había más recursos”.

El 31 de julio de 2002, al mediodía en Washington “el propio FMI, a través de Aninat nos anuncia que no había ambiente para una ayuda a Uruguay y dijimos bueno, nos prepararon la cancha. La incertidumbre de lo que pasaba fue hasta el final. Ese mismo día el Tesoro nos anuncia en una reunión de tarde a la que fuimos con el embajador de Uruguay en EE.UU., Hugo Fernández Faingold, que estaba dispuesto a prestarnos US$ 1.500 millones. El resto (del equipo entre quienes estaban el entonces director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, Ariel Davrieux y jefe de la Asesoría Macroeconómica, Isaac Alfie) volvía a Montevideo para prepararse para lo peor”, comentaba Steneri.

Finalmente el FMI destrabó un nuevo programa para Uruguay, que mientras tuvo los US$ 1.500 millones de un crédito puente que le dio EE.UU. Steneri afirmaba que ese “endeudamiento que se contrató fue para apuntalar a los bancos públicos. Eso me lo dijo Batlle: vamos a quebrar los bancos insolventes, los bancos internacionales que no tengan liquidez o no quieran traer liquidez, también vamos a aplicar las reglas prudenciales correspondientes. Y los recursos son para salvar nuestros buques insignia que son el BHU y el BROU”.

Según el funcionario “lo que hubo fue un enorme esfuerzo de la sociedad que se tradujo en mayor endeudamiento, para generar el menor daño posible. Ahora, no hay cirugía sin dolor, y no hay cirugía en la que a veces alguna pieza anatómica quede fuera”.

Resuelta la corrida bancaria, el gobierno debía desactivar otra bomba de tiempo: la deuda. “Cada bono que pagamos era rascar la lata. Sabíamos que si había otro vencimiento importante, la realidad de los hechos nos iba a llevar al default”, recordaba Steneri.

Así, Uruguay logró un canje a fines de mayo de 2003 con una aceptación del 93%, que estiró vencimientos por US$ 4.981 millones por cinco años. “Esa operativa de Uruguay generó jurisprudencia”, contaba Steneri.

Respecto a las lecciones que dejó la crisis de 2002 para evitar colapsos de ese tipo, Steneri fue categórico: “las crisis nunca están erradicadas, hay que vacunarse lo más posible a focos potenciales de inestabilidad. Pero no se está libre, puede haber una crisis regional, un cierre abrupto de las exportaciones por enfermedades”.

El velatorio de Steneri se llevará a cabo este viernes en Forestier Pose de 08:00 a 13:00 y el sepelio será en Parque Martinelli a las 14:00.

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