El Consejo Fiscal Asesor (CFA) -un órgano técnico independiente que asesora al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)- publicó un informe sobre el cálculo del resultado fiscal estructural(RFE) que el organismo presentó en la más reciente Rendición de Cuentas.
El CFA destaca el cumplimiento de la regla fiscal durante cuatro años, pero señala que el MEF estimó que el déficit fiscal estructural cerraría en -3,4% del PIB en 2024 (cuando la meta era -2,9%) y que el gasto público cerraría el año en 4,8% en términos reales (por encima del 2,8% fijado como tope). En cuanto al endeudamiento neto, estimó en US$ 2.294 millones, esto es por debajo de los US$ 2.300 millones de tope establecido.
Al respecto, una de las conclusiones del CFA es que en la Rendición de Cuentas, el MEF explicitó los desvíos, pero el marco fiscal vigente no incorpora mecanismos de corrección que los vuelvan transitorios. Asimismo destaca que los riesgos de desvío en los que se incurrió habían sido advertidos por el propio consejo asesor.
Otro punto que destaca es que la posición fiscal estructural de las finanzas públicas estaría en 2024 "lejana a una situación de holgura", o que garantice una trayectoria sostenible de la deuda en el mediano plazo.
El deterioro del RFE de 2024 sería amortiguado, mayoritariamente, por ingresos extraordinarios asociados a la distribución de utilidades del Banco República (BROU) y remates de bandas celulares que totalizan 0,5% del PIB. “En efecto, pese al deterioro, el déficit efectivo tendría una reducción de 0,2 puntos porcentuales del PIB”, afirma el CFA.
El CFA está integrado por los economistas consejeros Alfonso Capurro, Ana Fostel, Jorge Roldós, y el secretario ejecutivo Ignacio Umpiérrez.
ANÁLISIS
En primer lugar, el documento del consejo asesor verifica que el cálculo del RFE se ajustó a la metodología vigente y que mantuvo las metas que había establecido en los tres pilares de la regla en febrero pasado (instancia de cierre fiscal 2023), pero modificó sus proyecciones fiscales.
“Luego de cuatro años de cumplimiento de regla fiscal en sus tres pilares, las proyecciones para 2024 contemplan por primera vez un incumplimiento exante de las metas indicativas para los pilares 1 y 2 de la regla fiscal, es decir, la meta del resultado fiscal estructural y el tope al aumento del gasto primario real”, afirma.
“En ambos casos, se trata de incumplimientos significativos dada su magnitud: de 0,5 puntos porcentuales del PIB en el pilar 1 y de 2,0 puntos porcentuales en la variación anual en el pilar 2”, agrega.
El CFA destaca que el cumplimiento de la regla fiscal durante cuatro años ha tenido impactos positivos a nivel de calificación crediticia, disminución del riesgo país y menor prociclicidad. Y sobre los incumplimientos que se proyectan para este año, advierte que “no son un problema en la medida que sean poco frecuentes, transitorios, y se explicite sus causas, así como los mecanismos de convergencia necesarios para retomar la senda trazada”, es decir, los correctivos.
En tal sentido, en la Rendición de Cuentas se explicitaron los desvíos, aunque el marco fiscal vigente no incorpora mecanismos de corrección que los vuelvan transitorios.
El CFA entiende además que la proyección de los incumplimientos de las metas establecidas de la regla fiscal -de dos de sus tres pilares-, no obedece a una expansión discrecional del gasto nominal (respecto a la Rendición de Cuentas 2022), sino que recoge errores de pronóstico en el entorno macroeconómico, revisiones de las cuentas nacionales y decisiones de política fiscal.
Respecto a los errores de pronóstico, se destaca el impacto de una menor recaudación nominal estimada debido a una inflación menor a la proyectada y un incremento superior en términos reales de las partidas de gasto con mayor grado de indexación. Estos riesgos habían sido advertidos por el Consejo Fiscal Asesor en sus informes del 22 de febrero de 2023 y del 7 de julio de 2023.
El informe prosigue señalando que la revisión de las cuentas nacionales y el menor crecimiento del deflactor del PIB respecto a lo previsto, implicó una corrección a la baja del PIB nominal para 2022 y 2023, y por ende, al alza de los ratios fiscales respecto al PIB, lo que es relevante para la regla fiscal.
AÑO ELECTORAL
En 2024, el MEF definió como prioritario preservar el nivel de gasto nominal que surgió de la instancia parlamentaria de la Rendición de Cuentas del año 2022.
“Esta decisión de política fiscal, a diferencia de lo ocurrido en 2023, cuando la política fiscal ajustó partidas discrecionales de gasto nominal ante una evolución adversa de la recaudación, también contribuiría al desvío”, dice el informe del CFA.
Señala que esto es consecuencia, en parte, de una mayor rigidez de la política fiscal y menor capacidad de reacción en el año electoral. “En este sentido, aún con márgenes de maniobra acotados dada la rigidez de muchas partidas de gasto, el CFA advierte que las proyecciones contemplan una política fiscal pasiva a los desvíos desde un punto de vista estructural”.
De esta manera, las proyecciones de déficit estructural del 2024 consolidan un cambio en la trayectoria de esta variable, que aumentaría por segundo año consecutivo, revirtiendo la senda de mejora que había registrado hasta el 2022 cuando había alcanzado un guarismo de -2,6%.
Por ese motivo, el CFA entiende que la posición fiscal estructural de las finanzas públicas estaría en 2024 lejana a una situación de holgura y consistencia con un resultado primario estructural que garantice una trayectoria sostenible de la deuda en el mediano plazo.
DEUDA
El CFA destaca, en relación a la deuda, que Uruguay presenta actualmente la prima de riesgo más baja de la región (en torno a 70 puntos básicos). Esto reflejaría una fortaleza institucional que ha sido profundizada en los últimos años con la creación de la nueva institucionalidad fiscal, así como con una madurez promedio elevada de la deuda, nivel adecuado de reservas internacionales y líneas de crédito contingentes.
Sin embargo, advierte que el país todavía tiene una proporción de su deuda en moneda extranjera alta en términos comparados (pese a que la ha reducido significativamente en los últimos 20 años), lo que lo hace vulnerable a rápidos y fuertes aumentos del ratio de deuda sobre PIB en caso de una depreciación real de la moneda.
En tal sentido, el consejo asesor considera necesario continuar explorando en la estimación de un "nivel prudente de deuda" para incorporar un ancla que contribuya con la sostenibilidad fiscal de mediano plazo.
MEDICIONES
El CFA valoró positivamente la distinción entre meta y proyección del resultado fiscal estructural introducida por el Ministerio de Economía y Finanzas en la Rendición de Cuentas 2023, dado que así lo había recomendado este consejo asesor.
La valoración de las proyecciones de 2024 y la distinción entre metas y proyecciones, resaltan la importancia de establecer vínculos cuantitativos a un nivel de deuda “prudente”.
Asimismo, valoró positivamente la actualización y publicación de las nuevas elasticidades de las partidas fiscales respecto al PIB, así como su documento metodológico; sugerencia que había
sido planteada por el propio CFA y fue tomada por el MEF.
Por otra parte, indicó que existen oportunidades de mejoras de diversos aspectos vinculados a la institucionalidad fiscal y, en ese sentido, entre sus recomendaciones, incluyó dotar de mayor
independencia legal y operativa al CFA, así como incorporar dentro de sus cometidos el análisis de la sostenibilidad de la deuda y las proyecciones macrofiscales, en línea con las prácticas de otros consejos fiscales de la región.
Finalmente, el CFA recuerda que las reglas fiscales pueden presentar incumplimientos por razones diversas, sin que esto invalide la importancia de las mismas ni del marco institucional fiscal.