La Nación/GDA
Después de seis años, hoy se terminó el cepo cambiario. La noticia la dio a conocer el gobierno argentino de Javier Milei el viernes a última hora de la tarde, cuando los mercados ya estaban cerrados, en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Bajo un nuevo esquema de bandas de flotación que va de 1.000 a 1.400 pesos argentinos, que dependerá de la oferta y la demanda, durante el fin de semana hubo mucha expectativa sobre dónde convergerían los distintos dólares que conviven en el mercado de cambios.
Finalmente, las cotizaciones transitaron la rueda con volatilidad y tantearon su nuevo precio, en torno a los 1.200 pesos argentinos y 1.250 pesos argentinos. El tipo de cambio minorista en las pantallas del Banco Nación, de referencia para el resto del mercado, abrió la semana a 1.250 precios argentinos, llegó a tocar los 1.190 pesos argentinos y cerró a 1.230 pesos argentinos. A modo de comparación, el viernes pasado finalizó a 1.097,50 pesos argentinos, por lo que trepó 132,50 pesos argentinos en un solo día. Es equivalente a un alza de 12%.
Si a ese valor se le suma un 30% a cuenta del Impuesto a las Ganancias, el cual aplicará en gastos en dólares con tarjeta y viajes al exterior, el dólar tarjeta terminó a 1.603 pesos argentinos.

Por otro lado, el dólar oficial mayorista, de referencia para el comercio exterior, finalizó a 1.198 pesos argentinos. El viernes pasado había terminado la semana a 1.078 pesos argentinos, en línea con el régimen cambiario que mantenía el Banco Central de devaluar controladamente un 1% mensual desde febrero (y del 2% entre diciembre de 2023 hasta enero 2025). Así, en un solo día saltó 11,5%.
“En términos generales, el nuevo programa es positivo para el mercado. Lo más importante es que señala la voluntad del gobierno (de Milei) de priorizar los fundamentos económicos por sobre las preocupaciones electorales. Aun así, es probable que haya cierta turbulencia en el corto plazo mientras el tipo de cambio busca un nuevo equilibrio. La apuesta radica en que la flexibilización de los controles podría incentivar la demanda de dólares oficiales. No obstante, los ingresos estacionales de la cosecha y el fin del esquema del ‘dólar blend’ [los exportadores podían liquidar 20% de sus ventas al CCL y 80% al oficial] podrían ayudar a compensar estas presiones", dijo Federico Filippini, chief economist de AdCap Grupo Financiero.
Mientras que el tipo de cambio oficial opera al alza, los dólares libres tienden a la baja y buscan cerrar la brecha cambiaria en un punto intermedio. El dólar MEP cerró en pantallas a 1.253,40 pesos argentinos es decir, 6% menos que el viernes. En tanto, el contado con liquidación (CCL) finalizó a 1.255,69 pesos argentinos, una caída diaria de 6,3%.
En las cuevas y arbolitos de la City porteña, el dólar blue terminó la jornada a 1.285 pesos argentinos, equivalente a una baja de 6,5% frente al cierre anterior. Se trata del valor nominal más bajo desde finales de marzo.

“El proceso de price discovery [descubrimiento de precios] entre el tipo de cambio oficial y el contado con liquidación (CCL) será un punto para seguir de cerca. No obstante, nuestra expectativa es que la brecha cambiaria tienda a reducirse de forma significativa. Este movimiento estaría respaldado, en parte, por la mayor participación de inversores minoristas, quienes, tras la flexibilización de restricciones, favorecerían dicha convergencia mediante el arbitraje”, señalaron desde Portfolio Personal de Inversiones (PPI).