Redacción El País
El pasado 4 de enero, el Banco Central del Uruguay (BCU) habilitó a la empresa Crowder como administradora de plataformas de financiamiento colectivo o crowdfunding.
Se trata del primer permiso de funcionamiento a una plataforma de este tipo en el país, un asunto que el BCU venía trabajando con empresas del sector en las mesas de su nódulo tecnológico. El BCU también informó que la empresa será inscripta en el registro del mercado de valores.
Crowder fue creada hace un par de años por los emprendedores Nicolás Fornasari, Guillermo Rodríguez, Nicolás Rodríguez y Rodrigo Álvarez. “Hace dos años soñábamos con revolucionar las inversiones personales, democratizar el mercado de capitales y facilitar el acceso al financiamiento por parte de miles de empresas y startups”, publicaron los emprendedores en el perfil de la empresa en Linkedin. Y agregaron: “Ya casi estamos listos para operar”.
El crowdfunding o financiamiento colectivo es una modalidad de financiación basada en el aporte comunitario y sin intermediarios financieros, a partir de una red de colaboración, con el objetivo de aportar recursos o financiar proyectos específicos con los que se sienten identificados o buscan impulsar.
El País informó en el pasado agosto que las mesas de innovación del BCU estaban analizando propuestas en banca abierta y crowdfunding, lideradas por la Cámara Uruguaya de Fintech, entre otras instituciones y empresas del país.
En 2021, el BCU había emitido la reglamentación para el crowdfunding, pero a pesar del interés del regulador en impulsar esta actividad, los resultados habían sido nulos, ya que faltaban interesados en establecer este tipo de plataformas en el país, en aquel entonces.
Sin embargo, otra de las mesas de innovación financiera trabajaba para impulsar esta estrategia de inversión. El líder de la mesa y cofundador de Crowder, Guillermo Rodríguez, señaló a El País que al momento de salir la regulación “nadie levantó el centro”, pero que aún “hay un interés importante de que esto salga” por parte del Central.
Esta mesa es la que contaba con menos integrantes -25 instituciones- pero, según Rodríguez, con buena representación de los más diversos sectores.