Fiserv va de frente contra la “alta tasa” que cobran los bancos por los aranceles de las tarjetas

Desde la empresa afirman que están “chocando contra una roca” al momento de intentar bajar el costo de los aranceles.

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Ejecutivos de fiserv. Gustavo Marín, Juan de la Torre y Alberto Varela hacen planteos al BCU.
Ejecutivos de fiserv. Gustavo Marín, Juan de la Torre y Alberto Varela hacen planteos al BCU.
Leonardo Maine/Archivo El Pais

Fiserv realizó un planteo que puede sacudir las reglas del juego de los POS en el país. Esta empresa de tecnología financiera, uno de los grandes actores de la multiadquirencia -proceso que acaba de culminar con la apertura de Visa, el 1° de noviembre-, hizo aclaraciones sobre el costo del servicio de las transacciones electrónicas de pago, tema que fue discutido a nivel parlamentario, según dijo a El País Gustavo Marín, gerente general de Fiserv para Latinoamérica, en una visita a Montevideo, en la que se reunió con el presidente del Banco Central (BCU), Diego Labat, la semana pasada.

Marín puso sobre la mesa que el 90% del costo del arancel va para el banco que emitió la tarjeta con la que se hace la transacción. Y esto, a su entender, debería ser regulado.

Fundamentó: “Una cosa es la tasa de intercambio, que es lo que cobra el banco, y otro componente de la tasa es lo que cobra el sello que está atrás, que es solo el 10%. Entonces, cuando se dice que el arancel es alto, de lo que hay que hablar en realidad es de la tasa de intercambio, es decir, lo que cobran los bancos”.

En este sentido, agregó: “Me parece correcto que Labat diga que hay que mirar el tema en forma holística, porque el arancel es el producto final de todo un proceso vinculado al uso en la cadena”.

Por su parte, Juan de la Torre, gerente general de Fiserv para Latinoamérica Sur, también presente en la reunión con El País, comentó que en otros países se ha reducido la tasa de intercambio, incluso por gobiernos reacios a regular precios, como Estados Unidos, Reino Unido, Argentina y México.

“Se quiere seguir bajando el precio del servicio en Uruguay, pero no se puede hacer porque ahora estamos chocando con el costo de la tarifa de intercambio”, insistió de la Torre.

Lo cierto es que el comerciante es quien absorbe el costo de los aranceles; hace unos cuatro años estos eran más elevados y se han hecho bajas graduales. “Sin embargo, ahora estamos chocando contra una roca para seguir bajando, y esa roca es la tarifa de intercambio”, graficó el ejecutivo.

Marín -que trabaja desde Brasil- y de la Torre -desde Argentina-, vinieron a Uruguay para acompañar la culminación del proceso de apertura de este mercado en el negocio de la multiadquirencia, en el que vienen trabajando desde hace unos cuatro años, con reuniones con el BCU y clientes.

Alberto Varela, gerente general de Fiserv Uruguay, dijo a El País que el adquirente -a pesar de ser el jugador que se está llevando solo el 10% en la ecuación del negocio, según afirmó-, es la entidad que realiza la gran inversión en máquinas, pos sin contacto, nuevas aplicaciones que corren por las terminales, entre otras tecnologías de vanguardia.

De la Torre, por su parte, llevó el tema a números al precisar que la tarifa de intercambio en débito en Uruguay es del 0,95%, mientras que en Brasil está regulada en un máximo de 0,6%.

En cuanto a la tarifa de intercambio de crédito, en Argentina está a 1,30%, en Brasil 2,85% y en Uruguay 3,10%. A su juicio, en este país es más alta por no estar regulada.

“Si sos un gran emisor y al mismo tiempo sos adquirente, el tema no te preocupa, es indiferente porque lo que dejás de ganar como adquirente lo ganás como emisor. Pero no es nuestro caso”, dijo Marín.

El tema quedó planteado a nivel de las autoridades nacionales y habrá qué ver qué responden otros actores y, en especial, cómo procede el regulador uruguayo.

Sistema PIX

En los últimos años, el pago a través del POS ha pasado a ser únicamente una parte de un servicio integral -la más visible para el cliente-, pero cada vez más la tecnología incluye sistemas de contabilidad y de gestión de ventas, para que el comerciante no tenga que llevar esa administración y controles aparte.

Esto libera su tiempo para dedicarse a temas más estratégicos del negocio, o vender directamente.

En esa línea de agilizar y facilitar procesos, varios países de la región están trabajando con PIX (Instant Payment System, por sus siglas en inglés), sistema que permite que el usuario pague sus facturas, bienes y servicios variados.

Una de las experiencias más cercanas es Brasil, donde su Banco Central ha implementado PIX con buena acogida.

Según Fiserv, el Central en Uruguay está interesado en la experiencia del PIX y en los sistemas de pagos inmediatos que se implementaron en América Latina.

“Charlamos con Labat sobre este tema. En Brasil, PIX ha tenido un éxito enorme más que todo a nivel de los P2P (peer to peer, por sus siglas en inglés) y comercios. En Argentina, ya está la transferencia 3.0 para pagos. Y Uruguay va por ese camino”, afirmó de la Torre.

A futuro, se verá más tecnología para que las personas puedan pagar por diversas vías (omnicanalidad): con una billetera digital (como Apple Pay y otras), con código QR (preferido por los jóvenes), otros métodos dinámicos y nuevas herramientas que irán surgiendo.

“No hay nada más fácil que sacar un plástico y solo golpearlo en la terminal para pagar. Esa es la tendencia”, concluyó Marín.

Mercado de alta tecnología

El mercado de los pagos electrónicos, a partir de la multiadquirencia, cuenta con gran cantidad de actores, como: Fiserv (tiene mayor parte del mercado), Visanet, Getnet, Oca Comercio, Handy, Scanntech.

Generalmente, los propios bancos han participado en la creación de estas empresas, o se han sumado con inversiones en las mismas.

En total, en Uruguay existen unas 70.000 terminales que aceptan transacciones de pago. Fiserv cuenta con unas 45.000 terminales en el país, alcanzando a más de 30.000 comercios, según informan sus ejecutivos.

La empresa pasó de 25 personas hace cuatro años, a las 85 actuales, y ha evolucionado a través de adquisiciones empresariales y fuerte inversión en tecnología de cara al cliente. Concretamente, compró First Data y es aliada a Geocom (exadquirente exclusivo de Mastercard).

En América Latina, Fiserv cuenta con más de un millón de terminales.

La competencia es intensa, lo que lleva a los jugadores a hacer nuevas propuestas constantemente. Fiserv, por ejemplo, destacó que está realizando la liquidación de las transacciones todos los días (no semanales como tiempo atrás), lo que le genera un beneficio financiero al comerciante. Otras no se quedan atrás con sus propuestas. La multiadquirencia ha llevado a muchos comercios a una renovación importante, con nuevas terminales y acceso a portales web con información consolidada de todos los sellos (antes de la multiadquirencia los contratos con cada sello se debían hacer por separado). En cuanto al cliente, la ventaja es que le aumenta la posibilidad de usar más tarjetas, además de la rapidez de las transacciones electrónicas.

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