SITUACIÓN
La calificadora es una de las dos que tiene a Uruguay en el escalón mínimo del grado inversor y la única con perspectiva “negativa”.
Las economías latinoamericanas se recuperarán este año de la recesión del 2020, pero los riesgos para esa perspectiva están casi todos sesgados a la baja, dijeron analistas de Fitch Ratings ayer, refiriéndose en particular a la evolución de la pandemia de COVID-19.
La calificadora es una de las dos que tiene a Uruguay en el escalón mínimo del grado inversor y la única con perspectiva “negativa”. Esto significa una chance de tres de que baje la nota al país (lo que le haría perder el grado inversor).
Desde Fitch señalaron que un crecimiento (de la economía) más lento afectaría los esfuerzos gubernamentales para que déficits y deuda vuelvan a una senda más sostenible y descendente, mientras crece la presión pública para que se aumente el gasto frente a la segunda ola del virus, advirtieron.
En este sentido, Shelly Shetty, directora general de deuda soberana en Fitch, sostuvo que la forma en que la región soporte la segunda ola de la pandemia, el ritmo de distribución de vacunas, el volumen de inyecciones que se implementarán y los sistemas de salud pública en general débiles son todos factores que deben observarse.
“No vemos muchos riesgos al alza (...)”, dijo Shetty en una presentación en línea. “(Vemos) varios riesgos a la baja”.
Perú será el país que registrará el mayor crecimiento en la región este año, con poco más del 5%. La recuperación debería estar respaldada por un crecimiento del 8% en China, fuertes precios de las materias primas mundiales, una política monetaria interna acomodaticia sostenida y efectos de base favorables, añadió.
En tanto, el déficit presupuestario promedio en la región caerá en un 3% del Producto Interno Bruto (PIB), pero los déficits fiscales seguirán siendo altos según los estándares históricos, con un promedio del 6% del PIB, según la calificadora.
“La consolidación será un proceso de varios años”, dijo, y señaló que más de la mitad de todas las perspectivas para las calificaciones soberanas de América Latina son negativas, siendo de todas formas las más altas para cualquier región del mundo, y sin perspectivas positivas.
A inicios de enero la calificadora había advertido sobre un aumento récord en la deuda pública a nivel mundial que afectará a los mercados emergentes de manera desproporcionada y será motivo de preocupación que las naciones en desarrollo no se beneficien de tasas de interés más bajas. (En base a Reuters)