Redacción El País
El Poder Ejecutivo anunció ayer una baja en los precios de los combustibles, la que comenzó a regir en la medianoche de este jueves. El anuncio fue hecho ayer al mediodía por el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, que comunicó una rebaja de 2,8% en el precio de las naftas y de 7% en el gasoil. Mientras que el precio del supergás se mantuvo sin cambios.
“Es la tercera rebaja en lo que va de este año, es una muy buena noticia para la gente y la producción”, señaló Delgado.
En un comunicado, el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) indicó que el gobierno llegó a la decisión “luego de la reducción registrada durante el último mes en los precios de paridad de importación, tras varios meses de relativa estabilidad”.
Con la nueva rebaja anunciada, el litro de nafta Súper 95 bajó de $ 71, 89 a $ 69,89, mientras que el litro de Gasoil 50S pasó de $ 56,99 a $ 52,99 por litro. Ambos son los precios máximos al público decretados por el Ejecutivo, es decir que las estaciones de servicio pueden cobrar por debajo de ese precio, aunque no lo hacen.
Sin embargo, el MIEM no informó qué ocurrirá con los precios de la nafta Premium 97 ni del gasoil 10S, detalle que se conocerá una vez publicado el decreto.
En el caso del supergás, el MIEM señaló que el precio “continuará sin cambios debido a que todavía persiste una brecha significativa con respecto al Precio de Paridad de Importación (PPI) que es absorbida por Ancap”. Esto es $ 73,35 por kilo, lo que implica que una garrafa de 13 kilos vale $ 954.
En relación con el precio de la nafta, Delgado manifestó que “durante todo 2022 estuvo por debajo del PPI”, es decir “más barato que lo que hubiera salido importar el producto”.
De acuerdo con el secretario de Presidencia, los cambios habilitados por la ley de Urgente Consideración le permitieron al gobierno tener “más transparencia en la fijación de precios, vinculado a un informe técnico de la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea)”, así como también resaltó “la buena gestión y la espalda de Ancap”, la cual a su entender, “permitió priorizar la producción sobre la recaudación”.
Por su parte, desde el MIEM indicaron que el Poder Ejecutivo seguirá monitoreando “la evolución de las principales variables internacionales, con el compromiso de continuar salvaguardando la actividad económica nacional y el costo de vida de los uruguayos”.
El PPI es el ejercicio teórico de cuánto saldrían los combustibles en Uruguay si hubiera libre importación y un importador le compitiera a Ancap (que tiene el monopolio).