Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.
En la industria de la construcción preocupa las trabas que hay a diversos proyectos y el timing para concretar obras en lo que resta del período de gobierno. En los últimos consejos directivos de la Cámara de la Construcción (CCU) “prácticamente en todos, varios consejeros han planteado la preocupación por la actividad en distintos sectores”, señaló en diálogo con El País, el presidente de la CCU, Alejandro Ruibal.
“A no ser algunos casos puntuales en algún nicho de la industria (como vivienda y vialidad), hay preocupación porque se generan trabas en los proyectos y en el timing de concreción de esos proyectos, habida cuenta de lo que lleva estructurar un proyecto, conseguir los permisos, etcétera. Estamos a mitad del año, entonces lo que tenemos miedo es que el clima electoral se coma algunos proyectos”, afirmó.
La construcción ha sido uno de los motores de la economía en los últimos años. De hecho, el presidente de la CCU hizo hincapié en que “cuando el país precisó de mantener actividad, en plena pandemia (en abril de 2020), la construcción paró solo dos semanas y después la actividad siguió, cuando habían parado unos cuantos sectores de la economía”.
También destacó que “las empresas (de la construcción) uruguayas han pasado un examen con muy buena nota” como fue la construcción de la segunda planta de celulosa de UPM. De hecho, como presidente de la CCU, Ruibal recibió una felicitación formal de parte de la empresa finlandesa “hablando de la madurez del sector, la dedicación de las empresas locales, las capacidades que fueron desarrollando las empresas locales en comparación con las plantas anteriores. Esto quiere decir que cuando hay inversión constante (en este caso privada), vemos la cancha y las reglas claras, ya está demostrado que las propias empresas mejoramos las condiciones”.
Ahora lo que falta en el sector es esa previsibilidad, según el empresario.
Ruibal remarcó que lo que no quieren los empresarios del sector, es que los proyectos que ya están en carpeta “se queden empantanados en discusiones políticas y cuanto más se mete en la campaña electoral, más tironeo se puede generar. Entonces el llamado (al sistema político) es a la concreción, al empuje y a la acción”.
De hecho hoy la CCU recibirá a varios ministros para hablar al respecto (ver aparte).
El presidente de la CCU puso como ejemplo dos proyectos que por un motivo u otro no se concretan: la ampliación de la terminal especializada de contenedores en el puerto de Montevideo y el de Arazatí que supone la construcción de infraestructura para potabilizar agua con una inversión de US$ 200 millones.
“No pensé que una obra de ese tipo que es para arreglar el suministro de agua potable al país, en el cual las empresas no elegimos la modalidad de contratación, ni siquiera el financiamiento -más allá de que podemos adaptarnos a muchos esquemas- estaría en una discusión que no avanza”, afirmó Ruibal.
“No nos interesa qué gobierno haga la inversión, queremos que se haga, queremos que haya continuidad en el nivel de inversión más allá de los gobiernos. Por eso, proponemos la creación de una agencia de infraestructura (ver aparte) que tenga un banco de proyectos”, agregó.
El presidente de la CCU, ejemplificó que en los proyectos de agua y saneamiento “no se están cumpliendo los cronogramas previstos” entonces por trabas políticas y burocráticas no se concretan.
Reunión con Delgado, tres ministerios y Labat del BCU
Para hoy está previsto que el consejo directivo de la Cámara de la Construcción (CCU) reciba en su sede a varios jerarcas. Según informó la CCU, se reunirán con el secretario de la Presidencia de la República, Álvaro Delgado, los ministros José Luis Falero (Transporte y Obras Públicas) y Omar Paganini (Industria, Energía y Minería), el subsecretario de Trabajo y Seguridad Social, Mario Arizti, y al presidente del Banco Central, Diego Labat. Proyectos y competitividad estarán sobre la mesa.
Productividad
Ruibal recordó que la construcción emplea mano de obra “muchas veces de bajos recursos y sin habilidad, genera muchos encadenamientos con otros sectores, genera venta de combustible, mueve el comercio, ni que hablar con obras en el interior. Entonces todo eso también es parte de la industria”.
“Pero, no quiero caer en una visión de que hay que invertir en construcción para generar solamente puestos de trabajo. Esa es una visión miope. Hay que invertir en construcción porque mejora la productividad del país, por la infraestructura que hacés pero también es verdad que mientras construís generás un montón de externalidades que no se pueden negar. Invertir en infraestructura sirve para potenciar la economía del país, aumentar la productividad, mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos”, explicó.
Por eso, insistió en no demorar el timing de los proyectos. “Tenemos anuncios del Centro de Estudios Económicos de la Industria de la Construcción que la actividad podría retraerse. Estos proyectos están para amortiguar” la actividad del sector que ya “bajó mucho” con la finalización de obras de construcción de UPM.
El aumento de tasas de interés a nivel internacional es otro factor que juega en contra. “Las tasas que conseguimos los privados para los proyectos estructurados como las PPP o los Cremaf son más altas. Entonces las obras son más caras, es una realidad y ese es un problema que hace que los recursos rindan menos”, indicó Ruibal.
“Obviamente habrá que hacer bien la cuenta y elegir bien. Yo no estoy diciendo que sea fácil. No me quiero poner en la posición de maestro Ciruela ni facilista de decir liciten todas las obras. Acá hay que cuidar la macroeconomía, pero también hay cosas que están decididas que se van a hacer, que están siendo atacadas por discusiones políticas o a veces por lentitud de la operativa”, planteó.
Recordó que las PPP que están en marcha o para ejecutar “son un ejemplo de algo que se le fue de timing al gobierno anterior. Esto le pasó al gobierno anterior con un montón de proyectos”.
Por eso, añadió que no es un problema del color político de un partido. “No importa si el gato es blanco o negro, sino que cace ratones. Lo que importa es que la obra se haga, con las garantías que tiene que tener, pero que se haga”, concluyó.
Mirar proyectos que excedan los períodos de gobierno
Desde hace un tiempo, la CCU dialoga con todos los partidos políticos para que se cree una Agencia de Infraestructura que tenga una cartera de proyectos para que cualquier gobierno decida luego cuáles priorizar y genere previsibilidad en el sector.
“Queremos que haya continuidad en el nivel de inversión más allá de los gobiernos, por eso queremos la creación de una Agencia de Infraestructura que tenga un banco de proyectos que se estudia y que los distintos gobiernos decidan a cuáles quieren darle prioridad”, señaló Ruibal.
“La manera de desarrollar una industria de la construcción es tener previsibilidad. Si vos tenés previsibilidad, tenés un listado de proyectos para adelante, todo el mundo se prepara mejor. Los empresarios son los primeros que desarrollan el sentido de olfatear el negocio, porque viven de eso, de cazar la presa”, explicó.
Si el sector privado ya sabe que hay ciertos tipos de proyectos en carpeta, empieza antes que estos se liciten a “buscar determinado perfil de recursos humanos, o a buscar alguna tecnología en el mundo a ver cómo se está haciendo. Eso es lo que te da la previsibilidad”, afirmó Ruibal.
Es “una idea que estamos poniendo para hablar con todo el espectro político. Hemos tenido, hasta ahora, buenos comentarios y queremos desarrollarla”, añadió.
“Siempre hubo planes de inversiones quinquenales. Nosotros creemos que hay que mirar proyectos que excedan los periodos de gobierno, por eso no nos quedamos quietos y no es una queja y nos ponemos al lado de aportar solución”, explicó el presidente de la CCU.