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Además de China, existen otros países asiáticos tentadores desde el punto de vista comercial, en especial India que se perfila como la próxima quinta potencia mundial, con un mercado de 1.400 millones de habitantes y un ritmo de crecimiento del orden del 6% anual desde antes de la pandemia.
Ignacio Munyo, director ejecutivo de Ceres, comentó en el desayuno que organizó ese centro la semana pasada, que Uruguay debería poner más su mira en India por las razones mencionadas y, de hecho, anunció que él mismo -con el centro de estudio que lidera- tiene previsto un viaje con visitas a autoridades y empresarios indios, para marzo de 2023.
Otros políticos, empresarios y académicos uruguayos comparten su visión, aunque en la práctica hasta ahora los esfuerzos en esa línea han sido tibios.
La presencia más fuerte de India en Uruguay es Tata Consultancy Services, un grupo integrado por más de 100 empresas, que generó ingresos consolidados de US$ 25.700 millones (en el año fiscal que terminó el pasado 31 de marzo). Tiene presencia en Uruguay desde 2002 y emplea cerca de 2.800 personas en tecnología. Desde Uruguay, el grupo también se ha expandido a otros países de la región.
Lo cierto es que el mega grupo indio impacta positivamente en este país (en términos de empleo, producción e impuestos) y hasta su presidente vino a Montevideo y se reunió con el presidente de la República Luis Lacalle Pou, la vicepresidenta Beatriz Argimón y el secretario de la Presidencia Álvaro Delgado, en mayo, pero no hubo movimiento posterior. Tampoco hay otras empresas indias instaladas en Uruguay.
“Fue una oportunidad (la reunión con Lacalle Pou) que no aprovechamos bien, está pendiente”, dijo a El País Gabriel Rozman, quien es presidente de la Cámara de Comercio Uruguay-China, pero también tiene gran experiencia en relación al empresariado indio. Fue quien acordó el encuentro entre las autoridades nacionales y Tata Consultancy, y hace 20 años se encargó de la instalación de la empresa en este país.
“Dentro de poco, India va a ser más grande que China. No puede ser que no le podamos vender casi nada. La visita del empresario indio en mayo fue agradable, pero no pasó nada”, insistió Rozman.
Un factor que juega en contra de la relación bilateral es que uno de los principales productos de exportación de Uruguay, como es la carne vacuna, no tiene cabida en India, donde la vaca es sagrada .
Consultado al respecto, Rozman comentó: “Que no consuman nuestro principal producto disminuye el interés, pero hay muchos otros que se podrían colocar mejor: la celulosa, la madera y otros productos agrícolas”.
“Pienso que Uruguay no necesita un TLC con India”
Si Uruguay avanza en su interés en India (y viceversa), la probabilidad de que firme un TLC con ese país es muy baja, considerando la oposición que manifiesta Argentina ante la alternativa de que los miembros del Mercosur negocien por fuera del bloque. Es decir, la misma tranca a la que se enfrenta Uruguay en relación a un posible TLC con China, estará en relación a India.
En ese contexto, Rozman señaló: “Pienso que Uruguay no necesita un TLC para hacer negocios. No lo tenemos con China y es el primer o segundo comprador de productos uruguayos. El TLC nos favorece, pero no es la única manera de exportar. Hay mucho que se podría hacer y no se está haciendo”.
Comercio y barreras
La balanza comercial Uruguay-India es muy desigual y bastante limitada, a pesar del potencial que los consultados por El País señalan.
En lo que va de 2022, las exportaciones uruguayas a India ascienden a US$ 83 millones (86% madera, seguida por lana y algo de cebada este año), mientras que las importaciones desde India triplican ese monto al alcanzar a los US$ 257 millones (llega aceite de petróleo, automóviles, tractores, productos laminados, telas, medicamentos), lo que muestra diversificación en las compras.
Este año en particular, destacó la importación de petróleo de India. “La relación comercial con India viene aumentando, pero está muy por debajo de las cifras que manejan otros países de la región”, dijo a El País Ignacio Bartesaghi, director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica (UCU), institución que estudia el tema India desde hace tiempo, justamente por haber identificado que será un mercado muy importante en el futuro próximo.
Bartesaghi mismo ha desarrollado trabajos de consultoría sobre India para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y otros organismos internacionales.
“La importancia de India es, además de su tamaño de mercado, que está trasformando su estructura productiva, lo que abre oportunidades de negocio. Es un gran importador de alimentos (por sus problemas de producción agrícola interna), de autos y tecnología. Y lo será cada vez más. Eso es atractivo para nosotros”, dijo Bartesaghi.
“El error es mirar a India como contrapartida de China; es un mercado importante en sí mismo”, agregó.
Pero las dificultades son muchas, entre ellas, que India aún no es una economía totalmente abierta, no se la conoce mucho en Uruguay, se necesitan intermediarios para colocar productos allí, existe una cantidad de barreras no arancelarias y aranceles a las importaciones y el tema de permisos sanitarios no está resuelto. India, además, tiene un mercado muy informal que compite con todo tipo de productos, incluyendo los importados.
Bartesaghi enumeró algunos de estos temas en los que se debería trabajar más, pero lejos de verlos como obstáculos insalvables, los consideró posibles de superar.
“India quiere posicionarse como nuevo líder mundial en el multilateralismo, existe una globalización en crisis que intentará rescatar”, afirmó Munyo en la conferencia de Ceres. De ser así, las condiciones de apertura se acelerarán y eso actuará a favor de Uruguay y de otros países de la región. Actualmente India está negociando un TLC con la Unión Europea y, aparte, con Reino Unido. Esas concreciones serían el paso que consolidarán a India como una economía más abierta.
¿Qué necesita Uruguay para aprovechar la oportunidad que representa India? “Para empezar, nuestra embajada en Nueva Delhi es muy pequeña, no hay suficiente fuerza ahí para entender qué es lo que podemos exportar, qué compañías están exportando. Necesitamos una embajada más fuerte, hay que tratar de llegar a las empresas de India y desarrollar el comercio. Ya tenemos una buena experiencia con Tata Consultancy acá, hay que ampliarla”, respondió Rozman.
También pesa en contra que no haya una embajada de India en Uruguay, sino en Argentina (acreditada ante el país). “La voluntad de que India tenga una embajada acá depende del gobierno indio, pero Uruguay podría pedirla, hacer gestiones, hay que ir trabajando esos temas”, agregó.
Con China, la estrategia del gobierno uruguayo ha sido clara y definida, sus altos representantes viajan todos los años, atienden lo que los chinos compran, se han establecido permisos sanitarios para exportar, existe una trayectoria de décadas. “Todo eso no existe en relación a India”, observó Rozman. “No obstante, cuanto más abierta esté India, más la relación bilateral tenderá a cambiar”, concluyó.
“No quieren perder el mercado brasilero, por un TLC”
“Creo que a China le sigue interesando hacer un TLC con Uruguay, lo que pasa es que tampoco quiere perder el mercado brasileño, ni el argentino. Creo que va a buscar la vuelta para hacer un mejor tratado con todo el Mercosur. En este momento las relaciones están difíciles”, dijo a El País Gabriel Rozman, empresario y presidente de la Cámara de Comercio Uruguay-China, en relación al estatus de las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países.
Rozman agregó que las relaciones entre Uruguay y China “actualmente están muy bien”, pero hay que tener en cuenta que “los chinos se toman su tiempo, trabajan a su ritmo. No tenemos con qué apurarlos, no sé si nos conviene apurarlos”.
A su entender, una estrategia de China podría ser concretar un acuerdo “muy bueno” con Uruguay y dejar que los otros países del Mercosur vean lo mucho que se favorece este país, lo que facilitaría las negociaciones con el bloque. Mencionó que “Chile, Perú, Costa Rica y Ecuador se vieron favorecidos con los acuerdos que hicieron con China”.
De alguna forma, eso ayudaría de destrancar algunos otros procesos.
Rozman mencionó el caso de Chile, que a partir de su relación con China, está haciendo productos exclusivamente para exportarles, lo que ha constituido un polo de actividad. “Hay miles de chilenos que se dedican solo a hacer estos productos, porque el tratado favorece entrar a China con aranceles bajos, y se crea trabajo local”, afirmó.
Rozman considera que Uruguay podría avanzar en muchos frentes del intercambio comercial con China, antes de un TLC: “podemos mejorar los puertos, el servicio de estos y el transporte interno hacia el puerto de Montevideo”, ejemplificó.
“Pero todo hay que trabajarlo, hay procedimientos para autorizar la entrada de productos, para darles un mercado, para ayudar a los exportadores que quieren llegar a China”, agregó.
Según explicó, la gremial bilateral está creciendo últimamente, porque más gente está interesada en exportar a China. Entre las consultas más frecuentes está cómo negociar y cómo se paga en ese país.
Rozman reconoció que, al menos en este momento, el Mercosur no está abierto a hacer ningún tratado fuera del bloque, por ejemplo, con los países del Pacífico, sino que está más interesado en fortalecerse internamente. “Eso está por encima que la complementación comercial con otros países, incluyendo los grandes”, opinó.