INFORME
En América Latina y el Caribe ingresaron US$ 105.480 millones, un 34,7% menos que en 2020. En ese contexto, Uruguay registró una caída de 53% en la IED en relación a 2019.
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La inversión extranjera directa (IED) se redujo a nivel mundial en 2020 por los efectos que tuvo la pandemia de COVID-19. En América Latina y el Caribe ingresaron US$ 105.480 millones, un 34,7% menos que en 2020. De esa manera, el año pasado se registró el valor más bajo de la última década. En ese contexto, Uruguay registró una caída de 53% en la IED en relación a 2019.
Así lo indica el informe “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2021” de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) divulgado ayer.
En Uruguay, la inversión extranjera fue de US$ 614 millones en 2020. ¿Qué sucedió el año pasado? “Cabe destacar que se registró un aumento de los aportes de capital, que con US$ 906 millones fueron un 80% superiores a los recibidos en 2019. Entonces, la caída interanual se explicó por cifras negativas en la reinversión de utilidades y, en mayor magnitud, en los movimientos de capitales por préstamos entre empresas”, señala la Cepal.
El organismo destacó que la empresa canadiense Boreal “inauguró una planta de procesamiento de cáñamo medicinal, la mayor de América Latina hasta la fecha (Pharmabiz, 2020), con una inversión estimada en torno a US$ 28 millones”. Se trató del “mayor anuncio de inversión” el año pasado. Por otra parte, también recordó que el grupo canadiense Constellation adquirió “una de las mayores empresas de tecnología del país, Infocorp, especializada en servicios financieros”.
Además, destacó el “crecimiento de la empresa dLocal, que desarrolla soluciones de pago para empresas que buscan instalarse en mercados emergentes”. La empresa comenzó a cotizar en el índice Nasdaq de la Bolsa de Valores de Wall Street en junio de 2021. “Este hito, junto a la venta de la plataforma de pedidos de comida PedidosYa, que fue adquirida por la alemana Delivery Hero en 2014 por una cifra no revelada, refleja las oportunidades de internacionalización que brinda la expansión de la economía digital”, apuntó.
“Este proceso permite que empresas emergentes de países con mercados pequeños como Uruguay, cuya población no supera los 3,5 millones de personas, accedan a capitalizarse con fondos del exterior en su proceso de crecimiento y desplieguen estrategias de expansión internacionales”, agrega.
Ingresos.
En 2020 entraron a América Latina y el Caribe US$ 105.480 millones, lo que significó unos US$ 56.000 millones menos que en 2019. “De esta forma, se concreta un segundo año consecutivo de caída, en un contexto de estancamiento de las entradas de inversiones que se constata desde la segunda mitad de la década de 2010”, dice la Cepal.
En América del Sur hubo una reducción de 40,4% de la IED en 2020 en relación a 2019. Los únicos dos países que crecieron fueron Ecuador (+22,1%) y Paraguay (+8,8%).
Por su parte, en Brasil hubo una caída de la IED de 35,4% en relación a 2019. En Argentina los ingresos bajaron un 39,7% y en Chile 32,2%.
Salidas.
Los flujos de salida de IED desde América Latina y el Caribe fueron US$ 12.343 millones en 2020. De esa manera, hubo una reducción del 73% en relación a 2019.
“Estas cifras reflejan la compleja realidad, producto de la pandemia de COVID-19, que han tenido que enfrentar las mayores empresas latinoamericanas, con un fuerte impacto en sus estrategias de expansión internacional y con ello en los flujos de inversiones directas en el exterior”, señala.