Un artista que en sus obras maneja eficazmente las dimensiones, en las que la escala de su original mundo son una seña particular de sus manifestaciones, y con una gran trayectoria aclamada mundialmente que no dispone de medidas.
Ignacio Iturria nace en Montevideo en el año 1949 en el seno de una familia de origen vasco. Pasa sus primeros años en una casa con patio de claraboya en el barrio del Cordón junto a sus cinco hermanos. En sus estudios, comienza con una formación orientada a la ilustración publicitaria y el diseño gráfico.
Seguidamente comienza a dedicarse de lleno a las bellas artes e ingresa a la Universidad del Trabajo. Paulatinamente se convence que la pintura es su modo de ganarse la vida y comienza a darle alas a esta pasión en los talleres de Nelson Ramos, Willy Marchand, Julio Verdié y Edgardo Ribeiro en Montevideo.
En 1977, ya totalmente resuelto a convertirse en pintor, viaja a Europa, donde reside muchos años en una ciudad de la costa mediterránea muy cercana de Barcelona y de la frontera con Francia, llamada Cadaqués. Durante la década del 80 y en esta nueva residencia toma contacto con la escuela catalana de pintura y trabaja con Ramón Aguilar Moré.
Es en esta etapa de exploración es donde conoce nuevas pinturas, personajes, artistas y lugares. Aquí Iturria evoluciona, su mesurada pintura uruguaya ahora se torna en prudentes y blanqueadas imágenes que describen su exquisito período español. Es esta fase en la que su arte parece impoluto y donde tímidamente algunas de sus perspectivas no tan definidas, insinúan quizás hacia dónde apuntará su interés pictórico en un futuro.
Regresa a Uruguay en 1984 habiendo desarrollado un arte más maduro, con una fuerte paleta de colores terrosos, además de personajes miniaturizados de fantasía como elefantes, parejas de novios similares a los muñecos de torta, caballos y muchos otros, a los que se suman inmensos muebles domésticos que se completan con autos, aviones, barcos y demás elementos, que definen ese mundo tan original creado por este artista. Todos estos personajes de fines del siglo pasado y principios de éste, son su tema central, ellos poseen un aire familiar, una historia y un significado, el cual explica de algún modo la percepción de Iturria sobre el mundo que nos rodea. Algunas veces con colores quizás apagados o algo pesimistas, pero siempre con un cierto toque de humor.
Desde 1977 ha participado en infinidad de muestras individuales pasando por diferentes ciudades y pueblos catalanes. Luego se presentaría en Punta del Este, Buenos Aires, en Lima, en Fort Lauderdale, Ecuador, La Habana, Madrid, Washington y en muchas otras galerías y muestras tanto en España, Estados Unidos, México, Italia, Canadá, Puerto Rico, Colombia, Francia, China, Japón, etc. Para 1988 es uno de los 15 artistas seleccionados por el Fund for Artists Colonies de New York, lo que le posibilita un año después a pasar tres meses en Estados Unidos con artistas de otras latitudes.
En el año 2011 en el museo de arte Shangdu en Henan, China, Iturria participa de una muestra de arte latinoamericano bajo el nombre de "Realismo Mágico". Catorce artistas latinoamericanos formaron parte de esta gran exposición. Se destinaron dos salas del museo para esto: en una se expusieron las obras de Iturria y Botero y en la otra los demás. Una prueba más que evidente de la importancia creciente de la obra de Iturria a nivel mundial, colocado en este caso en la sala principal de la muestra con otro maestro sumamente reconocido como es Fernando Botero.
Desde sus comienzos Ignacio Iturria ha cosechado infinidad de premios y reconocimientos alrededor de todo el mundo. Comenzando en 1975 con premios en el salón municipal de Montevideo, también en el salón Nacional de Artes Plásticas, internacionalmente en Estados Unidos, Argentina, Ecuador, en Venecia Italia, en San Juan de Puerto Rico y en Madrid, España, entre otros.
Sin dudas, por todo lo expuesto, este artista ya posee un lugar de verdadero privilegio dentro del arte, tanto a nivel nacional, continental e internacional, es impensable al día de hoy una colección de Arte Latinoamericano Contemporáneo donde no encontremos una pieza de este magnífico artista, llamado Ignacio Iturria.
Agradecemos la colaboración de Juan Enrique Gomensoro para la realización de esta nota.