Siguiendo las tendencias mundiales del crecimiento acelerado del e-commerce transfronterizo (compras electrónicas al exterior), la Cámara de Zonas Francas adelanta propuestas para que Uruguay sea una “plataforma regional” en esta materia y confía en que el próximo gobierno facilitará la iniciativa.
La idea es que empresas -como Amazon, Alibaba, Mercado Libre, Walmart, por nombrar algunas de “las grandes”-, elijan a Uruguay como hub donde preparar y enviar sus pedidos a sus clientes en Argentina, Brasil u otros países de la región.
La propuesta se basa también en la tendencia del nearshoring, es decir, trasladar parte de las operaciones o servicios de una empresa a un país cercano geográficamente de sus clientes finales. Es decir, las grandes empresas generalmente tienen sus centros de distribución en Estados Unidos, China y Europa, no tanto en América Latina, pero todo indica que esto cambiará.
La valoración del nearshoring avanza ante cadenas de suministros internacionales que suelen tener interrupciones (pensemos en los problemas de transporte de mercancías que se han generado por las guerras, o la sequía que afectó el Canal de Panamá este año), o el encarecimiento de los precios de los fletes.
Lo que el cliente hoy quiere es tener el producto que compró online lo más rápido posible y que el envío represente costos bajos. Y eso solo es posible si los centros de distribución están cerca del consumidor final.
Lógicamente, las empresas en Uruguay ya vienen haciendo e-commerce transfronterizo. Sin embargo, según Enrique Buero, presidente de la Cámara de Zonas Francas de Uruguay, podrían aprovechar más los beneficios de este sector para desarrollar más la actividad.
“Las empresas no tienen necesariamente que preparar sus paquetes, por ejemplo, en Estados Unidos, sino que podrían hacerlo en Uruguay y desde acá llegar a Argentina, Brasil u otros destinos cercanos”, dijo Buero a El País.
Su propuesta, entonces, es que este país se potencie como hub o centro de almacenaje y logística, que incluya armado de pedidos, empaquetado, procesos de valor agregado y consolidación de cargas para otros países.
“Hay que difundir cómo las empresas pueden aprovechar más los regímenes de las zonas francas, con su seguridad jurídica, beneficios fiscales, flexibilidad de stocks, cercanía al aeropuerto, para ese tipo de comercio”, afirmó Buero.
Otro factor actúa a favor de Uruguay en esta meta, en comparación con sus vecinos: Brasil tiene una zona franca fuerte en Manaos pero sin vocación regional (está muy volcada a lo local), y Argentina, si bien tiene un régimen de zona franca, no ha logrado despegar.
Un “gran negocio”
Juan Opertti, gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara de Zonas Francas, estimó el potencial del negocio del e-commerce transfronterizo para Uruguay, tomando en cuenta los regímenes de franquicias que rigen en Argentina y Brasil.
Cabe recordar que el caso de Uruguay se permiten tres franquicias al año (exentas de impuestos) de US$ 200 cada una, para que el consumidor pueda comprar a cualquier lugar del mundo.
“Ese es el sistema que aplica en este país, pero la oportunidad está, por ejemplo, en los consumidores brasileros, que pueden comprar hasta US$ 50 dólares diarios. Eso es muchísimo, considerando la cantidad de brasileros que hay. Y la mayor cantidad de las compras se dan en el sur de Brasil, lo que está a favor nuestro”, dijo Opertti a El País.
De hecho, Brasil se lleva alrededor del 50% de las transacciones del e-commerce regional.
En cuanto a Argentina, el gobierno de Javier Milei autorizó, a partir del pasado 1º de diciembre, la ampliación del límite de pequeños envíos vía courier, que pasará de US$ 1.000 a US$ 3.000, y una reducción de aranceles para artículos personales importados, quedando los primeros US$ 400 de cada envío exentos de aranceles.
“Se permitirá que los argentinos compren online al exterior US$ 400 todos los días, cuando antes solo podrían 12 compras de US$ 50 al año. Esto es también una oportunidad para Uruguay”, afirmó Opertti, quien puso foco en los países limítrofes, pero aclaró que el potencial de envíos desde Uruguay podría llegar a Paraguay o Chile, dependiendo de la conectividad aérea.
Otra referencia sobre cómo se mueve el mercado internacional: los estadounidenses están autorizados a realizar compras online al exterior de hasta US$ 800 por día.
Consultado sobre si el planteo de que Uruguay sea un hub de distribución regional es “soñar en grande”, Opertti respondió: “No, para nada. Ya estamos haciendo mucho en ese sentido, ya empezamos. Acá la cadena de suministros está confeccionada, la relación entre las oficinas de Correo de Uruguay y Brasil funciona muy bien, y el e-commerce mundial está creciendo a una tasa del 26% anual. Esto viene rápido. Va llegar muy pronto, tal como lo hizo el chat GPT u otras plataformas el año pasado”.
Según proyecta el ejecutivo de la Cámara, Uruguay vivirá su reformulación como “centro logístico transfronterizo” a partir de 2025, especialmente por la avidez de compra por esta modalidad.
América Latina cerrará el año 2024 con un comercio electrónico transfronterizo del orden de los US$ 110.000 millones, de acuerdo con datos suministrados por la Cámara.
Barreras a superar
La Cámara de Zonas Francas alerta sobre los desafíos que Uruguay tiene que enfrentar en esta carrera por ser un “hub regional”, en la que también participan Panamá, Costa Rica y Colombia.
Para ello, en este país se debería repensar la cadena logística para bajar los costos, sobre todo del transporte, simplificar los trámites, facilitar un documento único aduanero, mejorar la conectividad internacional y también desarrollar la multimodalidad de envíos (no sólo aérea, sino también terrestre, etcétera), y todo esto a precios competitivos, según detalló Buero.
Asimismo, a su entender, deberían ajustarse temas regulatorios para fomentar el e-commerce transfronterizo.
Por su parte, Opertti, mencionó la necesidad de formar talento en las áreas de logística y cadena de suministros, que cada vez requieren más actualización por avances tecnológicos como la inteligencia artificial. Mencionó que algunas universidades en el país, entre éstas la ORT y la Universidad Tecnológica (UTEC), ya están en ese camino.
De concretarse la aspiración de Uruguay, el hub sería un gran empleador, dado que la logística requiere tanto perfiles de personal operativos como administrativos tecnológicos para armar y desarmar paquetes, preparar pedidos, efectuar trazabilidad y otras múltiples tares que incluyen ecosistemas de software específicos y pasarelas de pagos digitales avanzados.
La ventaja de los países pequeños
Los hubs o centros de distribución centralizada para el e-commerce transfronterizo suelen ubicarse en países pequeños, como Singapur o Bélgica (con puertos en Amberes, Gant o Brujas), porque la accesibilidad a las aduanas y aeropuertos es mayor que en los países grandes, y generalmente también la relación público-privada fluye mejor. Así lo señaló Juan Opertti, quien destacó que esos factores son clave para los tiempos de entrega que exige el nuevo consumidor.
“Los países pequeños que son hub de este tipo de comercio no son mercados en sí mismos, sino plataformas neutrales para mercados mayores”, aclaró.
Auge de compras online al exterior
Entre enero y octubre de 2024, se recibieron en Uruguay 705.208 encomiendas internacionales por compras online, una cifra que representó un alza de más del 60% en relación al mismo período de 2023, según datos de la Dirección Nacional de Aduanas (DNA).