La apuesta que hace Uruguay para la próxima temporada de cruceros y la escala que podría sumar

Desde el Ministerio de Turismo estiman que llegarán más de 190 escalas durante la temporada 2024-2025.

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Crucero retenido en Barcelona.
Crucero retenido en Barcelona.
Foto: Quique García/EFE.

El subsecretario de Turismo, Remo Monzeglio, participó de la feria Seatrade Cruise Global (la feria internacional de cruceros más importante a nivel global) en Miami (Estados Unidos), con el fin de posicionar a Uruguay nuevamente como un destino de cruceros destacado para la temporada 2024-2025.

El jerarca dijo a El País que Uruguay ha contado “con dos temporadas muy buenas de cruceros”, en referencia a los 201 barcos que arribaron al país durante la temporada 2022-2023 y a las más de 204 escalas en lo que va de la temporada 2023-2024, con lo cual se supera la marca alcanzada durante la temporada anterior, denominada como “la mejor en los últimos ocho años”.

En este sentido, Monzeglio aseguró que “la feria en general resultó buena” ya que varias compañías internacionales se mostraron interesadas en tocar suelo uruguayo durante la temporada 2024-2025. De hecho, Monzeglio dijo a El País que desde el Ministerio de Turismo (Mintur) estiman, por el momento, que la temporada entrante contará con más de 190 escalas.

Por otro lado, afirmó que hay dos compañías interesadas en arribar a Colonia durante la próxima temporada, por lo que dicho departamento podría convertirse en un nuevo puerto apto para recibir cruceros (en este caso, las batimetrías realizadas allí por la Armada señalan que solo podrían llegar cruceros de no más de 500 pasajeros).

Asimismo, dijo que una de las dos compañías de cruceros se mostró “fuertemente” interesada en este puerto ya que podría pasar por allí antes de llegar a su destino final (Ushuaia).

En ese marco, Andrés Castellano, presidente de la Asociación Turística de Colonia, señaló que para el departamento significaría “una muy buena posibilidad desde el punto de vista turístico”, ya que con la llegada de turistas internacionales, servicios como la gastronomía y los comercios minoristas se verían impulsados por ellos, aunque no tanto los servicios como la hotelería, ya que estos turistas no pernoctan.

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