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"La bajada a tierra" de la industria de venta de software a EE.UU. y también de sus ofrecimientos laborales  

Muchos informáticos ya no piden el “oro y el moro” a la hora de acceder a los puestos en este sector en Uruguay desde que la demanda se desaceleró desde el país del norte

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Empresa
Empresarios revisan reporte.
Foto: Freepik.

La venta de servicios de software desde América Latina -incluyendo Uruguay- para Estados Unidos ha bajado o se ha desacelerado considerablemente, debido a las altas tasas de interés que afectaron la disponibilidad de préstamos y recursos en el país del norte.

Esto hizo que aquellas empresas locales que se habían creado o crecido súbitamente en Uruguay para satisfacer la demanda en auge en EE.UU., fundamentalmente durante la pandemia del covid-19, hayan tenido que redimensionarse en función de esta nueva realidad que lleva aproximadamente un año y medio.

En este país, se habló mucho de “salarios de oro” (por ejemplo, estudiantes de ingeniería en sistemas con sueldos de US$ 3.000 y una larga lista de beneficios), en un sector de “cero desempleo” como lo es el tecnológico. Actualmente, si bien sigue siendo un rubro privilegiado con condiciones bastante más arriba que la media, muchas empresas del sector sufrieron un cimbronazo que las llevó incluso a despidos.

El descenso de la demanda no fue general; el sector tecnológico es muy amplio y se reparte en distintos nichos, así que muchas compañías siguen creciendo a buen ritmo, mientras que las más afectadas son las que dependen sustancialmente del mercado norteamericano como cliente.

Lo cierto es que las contrataciones masivas del personal de las tecnologías de la información (IT) ya no son la regla en el mercado local, sino que se han vuelto selectivas. Esto se produce también porque se quiere evitar posibles despidos posteriores, como ya ocurrió.

Además, los clientes en EE.UU. se han vuelto más exigentes, por lo que se requieren especialistas (desarrolladores, managers en IT y demás) con mayor seniority, según manifestaron líderes del sector consultados por El País.

¿Quiénes han sido los más golpeados en esta desaceleración de la demanda desde EE.UU.? Aquellas compañías que basaban sus modelos de negocio en “horas-hombre”, las que llegaron a contratar gran cantidad de jóvenes sin experiencia para formarlos internamente. Ahora ya no están tan dispuestos a hacerlo, al cambiar el mercado.

Por el contrario, las compañías que venden las licencias de los productos que desarrollan, hacen trabajos a medida o se han volcado a la inteligencia artificial, siguen creciendo, según afirman.

Carlos Acle, presidente de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), expresó —en una entrevista realizada en el suplemento Economía & Mercado de El País— que la demanda se ha desacelerado precisamente por la “tormenta perfecta” en Estados Unidos (primer destino de las exportaciones de Uruguay) y que las empresas acá están contratando bastante menos talento junior ante la incertidumbre.

Evento It Builders Live
Carlos Acle .
Foto: Archivo El País

También se requiere “adecuación empresarial” a las nuevas demandas, lo que está sucediendo en ciertos casos, decididos a revisar sus modelos de negocio.

Por lo pronto, se acabó ver que los jóvenes en el área de informática pidieran “el oro y el moro” para ser contratados. No es que los salarios o beneficios hayan bajado (la ley no lo permite), pero sí hay otra actitud, mayor control de lo que se pide y otorga en las contrataciones y un “sinceramiento” que desinfló la “burbuja” de tiempo atrás.

Al decir de un entrevistado, “muchos jóvenes que se quejaban del espárrago en el almuerzo, ahora preguntan cuántos proyectos tenemos, temiendo por sus puestos de trabajo”.

“Era toda una fiesta de chicos que ni habían egresado de sus carreras pero tenían unos sueldos increíbles, fue una burbuja que no está más. No dudo que el dinamismo vuelva, pero las empresas no cometerán los mismos errores de contratar a todo el mundo o hacer crecer los sueldos al 30%”, agregó.

En cuanto a los sueldos, en tanto se definen por consejo de salarios, no sufren cambios, pero muchas empresas no dieron aumentos extraordinarios el año pasado. Los beneficios se mantienen (seguros, gimnasios, flexibilidad, bonos, etcétera), pero se evitan nuevos, y “locuras”, como tener un bowling en las oficinas para atraer y divertir al personal junior, no se ven más.

En ese contexto, una alternativa ha sido recurrir a profesionales del interior del país o de Argentina (cuando había mayor diferencial de precios), lo que significó un reacomodo de las realidades laborales.

Eduardo Mangarelli, decano de la Facultad de Ingeniería de la ORT, dijo a El País que “la desaceleración en la demanda de empresas norteamericanas afectó en Uruguay, aunque no a las que ofrecen servicios especializados, sí a las que se manejaban más como commodities con sus servicios”.

“Desaceleración no significa decrecimiento, porque el mercado de EE.UU. sigue siendo atractivo y la demanda laboral local para las personas más calificadas en tecnología está activa. En los más junior sí hay más rotación”, precisó el ingeniero.

El País entrevistó a varias empresas uruguayas de desarrollo de software que trabajan para el mercado local y del exterior desde hace años. Aquí sus experiencias.

Evento Summit IA Generativa
Eduardo Mangarelli, decano de la Facultad de Ingeniería de Universidad ORT
Foto: Francisco Flores

Casos de empresas

La compañía UruIT, que desarrolla productos digitales, contó que cuando las plantillas de personal tecnológico en EE.UU. comenzaron a crecer durante la pandemia (por el aumento del trabajo remoto), surgieron ofertas de sueldos en el mercado internacional al doble de lo que se pagaba en el sector en Uruguay.

“Luego de ese boom, a fines del año pasado hubo una ola de despidos de más de 10.000 personas en EE.UU., incluyendo en las líderes como Google, y eso impactó en otros mercados como el latinoamericano”, dijo a El País Marcelo López, su socio fundador.

Actualmente muchos de los programadores, analistas o project managers que se desilusionaron de EE.UU., vuelven a mirar con interés los puestos en América Latina, con expectativas de sueldo "más ajustadas", aunque “los sueldos no bajaron, sino que se estabilizaron”, señaló López.

“No podemos ofrecer sueldos menores a quienes recién ingresan, porque quedarían desfasados con los que ya están, pero tenemos un tope y ajustamos la estructura de costos, por ejemplo, achicando los gastos de nuestras oficinas”, agregó.

La contratación de juniors en Uruit también ha sido sustituida por personal más senior que responde a las nuevas demandas.

Por su parte, la empresa Hikko, dedicada al desarrollo de plataformas de gestión de fuerza de venta, continuó su crecimiento sin despedir personal ante la disminución de la demanda de EE.UU., pero a veces “dejando ir a la gente”, dijo a El País Rodrigo Capdevielle, su CEO.

Capdevielle afirmó que su empresa tuvo que reinventarse, porque antes los clientes norteamericanos venían solos y ahora deben salir a buscarlos. “Por suerte, no facturamos menos sino lo mismo, pero con más esfuerzo; el cliente es más exigente, por eso tenemos personal más formado (senior)”, señaló. “Los trabajos sencillos masivos para tecnológicos jóvenes se han ido acabando en el mercado”, acotó.

“Pienso que se acabó la gente que buscaba salarios inflados, por fuera de la lógica, con los despidos que hubo en el mercado”, afirmó Capdevielle. Esta empresa mantiene sus beneficios al personal (más allá de los legales), pero ahora las posiciones abiertas quedaron para los profesionales senior.

Otra situación es la de Light IT, que desarrolla software en healthcare (salud) y continúa su crecimiento, dado que se maneja con un nicho muy específico que no ha sido afectado. “Como muchas startups despidieron personal, nos llega más gente en forma orgánica en busca de trabajo. Se sigue pagando muy bien en este sector, pero antes la estrella era el desarrollador que pedía acceder a posiciones con sueldos altísimos y ahora valoran más la estabilidad”, afirmó a El País Tomás Rodríguez, su líder de reclutamiento y talento.

Y acotó: “Hubo una bajada a tierra, la relación empresa-desarrollador se equiparó un poco más”. Según compartió, a la hora de seleccionar personal, los aspirantes preguntan por el historial de despido de las empresas y sobre los proyectos que tienen por delante, sabiendo que algunas organizaciones viven el tiempo que duran sus proyectos.

Quanam, que desarolla software para potenciar negocios, gestión e innovación en los clientes, reconoce la dificultad por la que atraviesan quienes desarrollan “software factoring” y se siente a salvo con sus “soluciones a medida”. Trabaja mucho en servicios con inteligencia artificial y algoritmos para pronósticos sobre la clientela.

“Los beneficios al personal no se cortaron porque son derechos adquiridos, pero muchos de ellos se readaptaron aprovechando que la modalidad de teletrabajo también requería cambios”, señaló a El País Leonardo Loureiro, CEO de Quanam, al referirse a la dinámica del mercado local.

Dvelop SW Solutions, que trabaja con tecnología Genexus para trabajos a medida y tiene otra área que vende licencias para desarrolladores (colocan mucho en Japón), también “se salva” de los altibajos de la demanda desde EE.UU. “Crecimos con nuestros clientes en Uruguay y con otros mercados más allá de EEUU”, dijo a El País Paula Gallotti, su CEO.

“Sabemos de empresas que se crearon para los clientes en EE.UU. y vieron que sus contratos y facturación se cortaba de un día para otro. En ese sentido, últimamente se ve la oportunidad del talento algo más barato, pero en nuestra empresa necesitamos gente especializada que sigue pidiendo sueldos que siguen aumentando”, compartió Gallolli.

Sector tecnológico: uno de los más privilegiados en el país y en el mundo.
Sector tecnológico: uno de los más privilegiados en el país y en el mundo.
Foto: Canva

En esa línea, Develop SW decidió contratar profesionales en Argentina, quienes piden “sueldos más correctos” y “donde hay una comunidad Genexus grande”, señaló.

En cuanto a Nearsure, una tecnológica especializada en outsourcing, ha visto crecer su negocio (30% promedio anual, según sus datos), buscando mayor eficiencia con inteligencia artificial.

“Se puede suponer que, como hay más personal disponible en el mercado, es más fácil la contratación, pero en realidad sigue siento una industria con poco desempleo y quienes trabajan están ahora reacios a los cambios; hay que convencerlos”, afirmó a El País Agustín Sedano, su chief Capacity Officer.

Sobre los sueldos, Sedano considera que se han estabilizado en este sector en el mercado regional y que ya no hay incrementos tan importantes como hace unos tres o cuatro años atrás. Los sueldos seniority sí siguen creciendo a tasas más altas, mientras que los beneficios se han vuelto “commodities”, concluyó.

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