Redacción El País
La economía uruguaya dejó atrás la recesión en la que cayó en el segundo semestre de 2022, al crecer 1,2% en el primer trimestre de 2023 en comparación con el mismo trimestre de 2022 y 0,9% respecto al último trimestre de 2022, según datos publicados ayer por el Banco Central (BCU).
Una fuente del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) señaló ayer a El País que “el dato del Producto Interno Bruto (PIB) muestra que la economía uruguaya creció en el primer trimestre del año pese a la excepcional sequía que atraviesa el país. Se destaca el aumento del consumo de los hogares, de la inversión en capital fijo y de las exportaciones, en particular de servicios”.
“El resultado estuvo en línea con las últimas estimaciones del MEF, que se encuentra elaborando el proyecto de rendición de cuentas con los correspondientes supuestos macroeconómicos asociados, que serán informados al Parlamento próximamente”, agregó la fuente.
El MEF también consideró que este crecimiento de la economía es consistente con el aumento del empleo y del salario real. “Estos han sido objetivos centrales de esta administración, lo que ha motivado medidas activas de política económica, social, laboral y tributaria, tal como quedara reflejado en la baja de impuestos recientemente aprobada por el Parlamento”, indicó.
Aumento del consumo de hogares en el trimestre
Desde el enfoque del gasto o consumo, se dio un alza de la demanda interna en comparación con el primer trimestre de 2022, que se explica por el mayor consumo final.
En el sector externo se dio un alza tanto de las exportaciones como de las importaciones, lo que deriva en un alza de la demanda externa neta en volumen físico.
El consumo final creció 1,6% respecto a igual trimestre de 2022.
Específicamente el consumo final de los Hogares subió 2,6%, por un mayor consumo en los viajes al exterior por turismo, en especial a Argentina, así como mayor consumo de prendas de vestir y transporte de pasajeros.
Las exportaciones subieron 14% respecto a igual trimestre de 2022.
Y las importaciones de bienes y servicios subieron 12,1% en comparación con el mismo lapso de 2022. Por el lado de las importaciones de servicios, se dio un alza en el gasto de turismo en el exterior ya mencionado.
Actividades
Economistas consultados por El País coincidieron en que el dato del PIB fue mejor de lo esperado.
“La recuperación del turismo, en lo que fue la primera temporada sin restricciones sanitarias desde el 2020, dio un impulso al alza. Lo anterior más que compensó los impactos negativos de la sequía, que afectaron negativamente a las actividades primarias y al sector de Energía, Gas y Agua”, afirmó Giuliano Cantisani, de CPA Ferrere.
“Desde el lado de la demanda se destaca la consolidación de la recuperación del consumo, mientras que la inversión continúa en descenso”, agregó (ver recuadro).
Sofía Harguindeguy, de Grant Thornton, dijo a El País que la magnitud del shock climático en el primer trimestre (que provocó la caída en la actividad de los sectores primarios), fue compensada por un mayor dinamismo en los demás sectores de la economía. “Específicamente, el sector Agropecuario, Pesca y Minería experimentó una caída del 4,3% en términos interanuales, con una retracción en todas sus actividades: agrícola, pecuaria y pesca, parcialmente compensada por la silvicultura”, afirmó.
Efectivamente, según datos del BCU, hubo crecimiento -en primer trimestre- de Transporte y almacenamiento, Información y Comunicaciones y Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas, parcialmente contrarrestado por la menor actividad del sector Agropecuario, Pesca y Minería.
Veamos algunos datos: Transporte y almacenamiento, Información y Comunicaciones, aumentó su valor agregado en 5,6% en su comparación interanual. En parte se explica por un aumento en la actividades de información y comunicación. En particular, servicios de tecnologías de la información estuvieron impulsados por una mayor demanda externa, y servicios de telecomunicaciones por una mayor producción en los servicios de datos. Los servicios de transporte y almacenamiento tuvieron un alza debido a un mayor transporte de pasajeros.
El sector de servicios financieros creció en su valor agregado bruto interanual 5,1%. Esto se explica fundamentalmente por una expansión del mercado de intermediación financiera, con un incremento en los stocks de créditos. El sector Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas creció 3,4% en comparación con el primer trimestre de 2022. También se dio un mejora en la actividad comercial “particularmente vinculada a la comercialización de prendas de vestir y calzado, y en menor medida de vehículos automotores”, dice el BCU.
La construcción aumentó su actividad en 3,3% respecto igual trimestre de 2022, lo que se explica por el buen desempeño de edificios como de otras construcciones, a pesar de las menores obras asociadas a la tercer planta de celulosa (ver recuadro).
Las Actividades profesionales y Arrendamiento presentaron un alza interanual de 1,9%. Salud, Educación, Actividades inmobiliarias y otros servicios creció 1,5% anual. La industria manufacturera presentó una leve baja en comparación con el primer trimestre del 2022 (0,1%). En el renglón de los sectores Agropecuario, Pesca y Minería, la caída más pronunciada se dio en la actividad agrícola, “que presentó una baja generalizada de la producción”. Esto debido a bajos rendimientos en la zafra 2022/2023 en los cultivos de verano debido a la sequía.
La silvicultura sí presentó un desempeño positivo asociado a “mayor demanda para la producción de celulosa”, lo cual fue compensado en parte por la menor demanda de aserraderos y exportación de rolos. En cuanto al sector Energía eléctrica, Gas y Agua, disminuyó -0,7% interanual. En el trimestre se dio una baja en la generación de energía hidroeléctrica y térmica.
Inversión con impacto del cese de megaobras
La formación bruta de capital disminuyó 6,5 % respecto al primer trimestre de 2022, resultado compuesto por una desacumulación de existencias, que no logró ser compensada por el incremento de la inversión en activos fijos, según el BCU.
El aumento de la formación bruta de capital fijo (2,3%) responde principalmen- te al crecimiento de la inversión en obras de construcción, tanto por la mayor inversión en edificios como en líneas de energía y comunicación. Sin embargo, este crecimiento fue parcialmente contrarrestado por una menor inversión en las obras relacionadas a la instalación de la tercera planta de celulosa (UPM Paso de los Toros) y a la construcción del Ferrocarril Central. Por otro lado, hubo un aumento de las exportaciones e importaciones que dinamizaron la economía.
Negociaciones
De cara a la negociación colectiva, Ramón Pampin, de PwC, reflexionó que “la dinámica de la inversión en vivienda residencial y el crecimiento del consumo privado, que se ha desacelerado, si vamos a los fundamentos, vemos que desde el lado del salario real, la desinflación está haciendo su rol y resta saber qué sucederá con el salario nominal, sabiendo que en ese caso tenemos un dilema para algunas empresas que además en julio deberán dar un ajuste importante de final de la 9a ronda. Y en cualquier caso, la negociación lleva su tiempo durante el segundo semestre”.
Proyección 2023: alza entre 1% y 2%
Las proyecciones de CPA Ferrere suponen un crecimiento de la economía menor al 1% este año, con un rebote en 2024, que llegará a cerca de 3%.
Cantisani considera que lo más desafiante será sostener el crecimiento este año, ya que la afectación de la sequía sigue presente y el efecto positivo de la recuperación del turismo (que tuvo su pico en la temporada de verano), no será un factor determinante en los próximos trimestres. “A su vez, el turismo emisivo, en particular hacia Argentina, implica que una parte significativa de la recuperación del consumo no se vuelca al mercado interno. Esta fuga de demanda hacia los países vecinos representa un desafío para el comercio y servicios”, agregó.
Según Grant Thornton, “si bien el dato fue superior a lo esperado, los indicadores adelantados nos permiten observar una desaceleración; la economía no crecerá al mismo ritmo que en 2022, por lo tanto, las previsiones de crecimiento se mantienen por debajo del 2%”.
Para el Centro de Estudios de Desarrollo Económico (CED), el alza del trimestre se sustentó en un alto dinamismo de las exportaciones de bienes y servicios (turismo y no tradicionales) medidos en volumen; y afirma que la dinámica de la economía en 2023-2024 irá de “menos a más”.
Ramón Pampin, de PwC, se mostró más cauto: “Nos sorprende que se haya dado crecimiento, pero para ver todo el efecto de la sequía sobre el PIB -vía sector agropecuario- habrá que esperar la divulgación de los datos en septiembre y las correcciones de trimestres anteriores”. Exante, por su parte, afirmó que los datos del BCU pueden justificar que revisen algo al alza la estimación de 1% promedio anual que habían manejado para 2023. “Pero en lo sustantivo seguimos pensando que 2023 va a ser un año de poco crecimiento”, reafirmó Florencia Carriquiry, socia de la firma.
Sobre las condiciones externas, se proyecta que seguirán siendo relativamente restrictivas (las tasas de la FED) y que el rebote de la actividad en China ha sido más débil de lo esperado.