Redacción El País
La economía uruguaya comenzó el año más lenta de lo esperado, y esto sin tener en cuenta aún los efectos de las incesantes lluvias en parte de abril y mayo.

Según el Monitor del Observatorio de la Coyuntura Económica de la Universidad Católica, “los indicadores sectoriales de avance del nivel de actividad económica, que mayoritariamente cubren el primer trimestre, como las estimaciones del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE) para el primer bimestre, muestran que el inicio del año fue menos dinámico de lo esperado”.

“Este viernes se conocerá el dato de marzo (del IMAE) con lo que se sabrá el desempeño del Producto Interno Bruto en primer cuarto del año en curso”, añadió.

El monitor recordó que la estimación de consenso de los analistas que respondieron la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central (BCU) en marzo, fue de un PIB creciendo 2,1% en el primer trimestre en la comparación interanual.

Mientras, que el dato del IMAE para el último trimestre conocido (diciembre-febrero), “arrojó una variación de +0,2%, muy por debajo de la referida anteriormente”, indicó el monitor.

“Este desempeño de la actividad económica en el inicio del año, muy por debajo de lo que se esperaba, no ha incidido aún en las expectativas sobre el crecimiento de la economía en el conjunto de 2023, que se mantiene estable en 3,5%, coincidente con la última estimación del Ministerio de Economía y Finanzas”, señaló el documento. =

El monitor dijo que se puede comparar “el desempeño de la economía uruguaya versus las de nuestros vecinos, cuyos indicadores anticipados ya se conocen”.

Foto: Estefanía Leal

“En el caso de Brasil, en el primer trimestre el IBC-Br mostró un crecimiento en términos desestacionalizados de 1,1% con respecto al cuarto del año pasado y uno de 1,5% interanual. Mientras tanto, en Argentina, el EMAE registró caídas de 3% en términos desestacionalizados y de 5,3% en términos interanuales”, añadió.

Por su parte, el documento enfatizó que “entre los indicadores sectoriales de avance” aparecen con variaciones negativas “los referidos al comercio exterior y los de la industria (seguramente influidos por el hecho de que la Semana Santa cayera en meses diferentes en 2023 -abril- y 2024 -marzo-)”.

“También caen la recaudación de impuestos y los ingresos por turismo. Mientras tanto, mejoran los datos referidos al empleo y a los ingresos de los hogares, así como las expectativas de empresarios y consumidores sobre el devenir de la economía”, concluyó el monitor de la Universidad Católica.