La economía uruguaya se recuperó de la sequía en 2024, pero este año volvería al ritmo "lento" advierten

El PIB de Uruguay en 2024 tuvo un alza interanual de 3,1% en 2024, según el los datos divulgados ayer por el Banco Central (BCU). ¿Qué esperan los analistas para 2025?

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Torres de electricidad
Torres de electricidad.
Foto: Freepik.

La actividad económica en Uruguay en 2024 registró un crecimiento de 3,1% respecto al año 2023, según el Informe de Cuentas Nacionales del Banco Central (BCU), publicado ayer. Esto supuso una aceleración de la economía que había crecido 0,7% en 2023 frente a 2022 afectada por la sequía.

Por su parte, en el cuarto trimestre de 2024 el Producto Interno Bruto (PIB) aumentó 3,5% en relación al mismo trimestre de 2023, con incrementos en la mayoría de las actividades. En términos desestacionalizados (al comparar el cuarto trimestre de 2024 frente al tercero), el PIB se expandió 0,3%.

El BCU señaló en su informe que el buen resultado interanual se explica, en parte, por la mejora en los rendimientos agrícolas en la zafra 2023/ 2024 respecto a la anterior —que estuvo afectada por la sequía—, la mayor generación de energía hidráulica, el crecimiento del comercio y una mayor producción de celulosa.

Estos aumentos fueron parcialmente contrarrestados por el desempeño negativo de la construcción (-0,1%), debido a la finalización de las obras del Ferrocarril Central.

Desde el enfoque de la producción en 2024, los sectores que más crecieron fueron: Energía eléctrica, Gas y Agua (+19,6%), la Actividad Agropecuaria, Pesca y Minería (+11,3%), Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas (+3,2%), e Industria manufacturera (+3,2%). La Construcción, con el -0,1% mencionado, fue el único sector que cayó.

Evolución del PIB

Desde el punto de vista de la demanda, el crecimiento de la actividad se asocia principalmente a un incremento de la demanda externa neta (sobre todo por crecimiento del volumen físico de las exportaciones de bienes y servicios, en 8,3%) y, en menor medida, a un aumento de la demanda interna.

En base a cálculos realizados por El País, teniendo en consideración el aumento del PIB en el último trimestre, si la economía no creciera en 2025, se daría una expansión del PIB de 1% en el año (de acuerdo al efecto de arrastre estadístico).

El País consultó a las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) sobre los datos y lo que se espera para 2025, pero prefirieron no hacer declaraciones.

Analistas consultados

El economista José Antonio Licandro dijo El País que en los datos publicados por el BCU “no hay grandes sorpresas”, dado que las proyecciones estaban ya en esos niveles. Según su interpretación, tanto la tasa de crecimiento de 3,5% del cuarto trimestre de 2024 como el 3,1% de 2024, “son buenas, pero no es que Uruguay esté despegando, sino recuperándose. Igual es muy positivo que la economía se alejó de los efectos negativos de 2022 y 2023”, agregó.

En tal sentido, afirmó compartir las declaraciones del titular del MEF, Gabriel Oddone, quien días atrás dijo que el crecimiento de Uruguay era “robusto”. Según Licandro, ésto se sustenta en el alza que tuvieron prácticamente todos los sectores de la economía. Sobre la Construcción, estimó que actualmente hay nuevos elementos dinamizadores como la ley de Promoción de Vivienda, “que parece que el nuevo gobierno no revertirá”.

La “mala noticia” —continuó Licandro—, es la caída de la inversión, aunque la explicó por la culminación en 2023 de los megaproyectos mencionados.

Otro dato en el que Licandro hizo foco fue en la economía revisada de 2023, cuyo crecimiento fue ajustado de 0,4% a 0,7%, al incorporar el BCU nueva información. También fueron revisadas las cifras de crecimiento del PIB de 2021 al alza (desde 5,6% a 5,8%) y de 2022 a la baja (de 4,7% a 4,5%). Así lo destacó el economista y socio de Vixion Consultores, Aldo Lema, en su cuenta de X.

Asimismo, Lema coincidió con Licandro en que “no hubo grandes sorpresas”.

Según cálculos de Lema, con las cifras actualizadas de Cuentas Nacionales, el PIB 2024 de Uruguay se ubicó en US$ 81.000 millones corrientes y el PIBper cápita en US$ 23.500.

El economista afirmó que, desde la perspectiva de la demanda, “en 2024 la expansión de las exportaciones, los consumos de hogares y gobierno que crecieron cerca del ritmo potencial del PIB y la inversión fija se contrajo en el promedio anual, pero con recuperación en el segundo semestre” (ver aparte).

Producción de arroz.
Producción de arroz.
EDUARD KORNIYENKO/REUTERS

Por su parte, Marcelo Sibille, gerente senior del Área de Asesoramiento Económico y Financiero en KPMG Uruguay, afirmó que el crecimiento anual al estuvo algo por debajo de la expectativa de la firma que representa.

“Si bien una tasa anual del 3,1% —vista en abstracto— es un buen registro, debe tomarse en cuenta el efecto de rebote estadístico por los malos datos de 2023 cuando la economía se vio afectada por el doble shock negativo de la sequía y la brecha de precios con Argentina (pese a que el BCU revisó al alza los datos en dicho año)”, afirmó a El País.

“Si se filtra ese efecto, el dato de 3,1% no es extraordinario; menos aún lo es el crecimiento desestacionalizado de 0,3% en el cuarto trimestre, que en términos anualizados significa apenas un 1,2%”, agregó.

De su lado, Luciano Magnífico, gerente de Asesoramiento Económico de Exante, destacó a El País que los datos de PIB del cuarto trimestre de 2024 mostraron una expansión desestacionalizada de la economía de 0,3%, lo que estuvo relativamente en línea con lo que ya venían anunciando las cifras del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMAE), que marcaban un crecimiento de 0,2% en dicha comparación.

“De este modo e incorporando la revisión de cifras hacia atrás que realizó el BCU, el PIB, con crecimiento de 3,1% anual en 2024, estuvo levemente por debajo de lo que era el pronóstico en Exante”, afirmó.

“Ese resultado estuvo explicado principalmente por el rebote observado en la actividad del sector agropecuario y del sector energético, tras los impactos ocasionados por la sequía en 2023. También tuvo una incidencia relevante el crecimiento registrado en la actividad comercial”, fundamentó.

Proyecciones para 2025

Licandro considera que las proyecciones de los empresarios y economistas sobre el crecimiento de la economía para 2025, que están en orden del 2,5% según la encuesta del BCU, no van a cambiar con los datos publicados de las Cuentas Nacionales ayer. “El crecimiento en 2025 será sólido, pero al ritmo nuestro”, afirmó por no decir “lento”.

Destacó principalmente que hayan desaparecido los shocks negativos de 2023 y se planteó la incógnita sobre lo que puede pasar con la inversión. “Este año, el partido se va jugar en tres cosas: la tasas de interés que se defina el próximo 8 de abril (que va mostrar más por dónde va el gobierno), las pautas salariales de mitad de año y el Presupuesto Nacional en octubre”, afirmó.

Para Sibille, los datos publicados por el BCU “ratifican uno de los grandes desafíos que tiene el país, que es generar las condiciones para dar un salto de crecimiento que permita mejorar el ingreso de los hogares a mayor velocidad, además de las cuentas públicas”. Y articulando los datos de 2024 con sus previsiones de 2025, Sibille consideró que “el crecimiento en 2024 estuvo liderado básicamente por la demanda externa, mientras que el consumo de los hogares creció muy poco en el acumulado anual y la inversión incluso registró una caída. Salvando el impacto positivo de la demanda turística proveniente de Argentina, en general prevemos condiciones menos halagüeñas en la demanda externa de 2025, lo cual redobla el desafío para mejorar el perfil del crecimiento económico”, dijo.

Del lado de Exante, Magnífico afirmó que “Hacia adelante y ya sin impulsos de una sola vez tan significativos como los que tuvimos el año pasado —por el rebote de la sequía—, nuestros pronósticos preliminares apuntan a un crecimiento más moderado para el promedio de 2025”. Aclaró, en tal sentido, que el crecimiento que proyectan es del orden del 2%. Este porcentaje está dentro del histórico promedio de Uruguay en los últimos años.

Desde la perspectiva del gasto

El BCU señaló que, desde la perspectiva del gasto, en el cuarto trimestre de 2024 se registró un incremento de la demanda interna respecto a igual períodos del año anterior, asociado a un aumento del gasto del consumo final y de la formación bruta de capital.

En cuanto a las transaciones de bienes y servicios con el exterior, se observó un crecimiento del volumen de las exportaciones y en menor medida de las importaciones, resultando en un aumento de la demanda externa neta, en términos de volumen físico en la comparación interanual, dice el informe.

A nivel de sus componentes, se registró un aumento tanto del gasto del consumo final de hogares en el último trimestre de 2024 en comparación con el mismo período de 2023 (2,7%) , así como del gasto de consumo final del gobierno y de las instituciones sin fines de lucro al servicio de la comunidad (ambos en 3,3%), dice el BCU.

Consumo bueno pero con cierto "desfasaje"

Algo que le llamó la atención a Licandro es que, si bien el consumo subió en el orden del 2% en 2024, ese crecimiento no fue tanto en comparación con el alza de la masa salarial.

“Hay un desfasaje en ese sentido. Tal vez, ésto se explica por un cambio de los patrones de consumo de las familias, o que la gente fue más cauta porque el año anterior resultó bastante malo. Habría que estudiar mejor las causas”, dijo Licandro.

A su entender, entonces, existe margen para que este año, eventualmente, aumente el consumo interno, al estar actualmente en niveles moderados en relación a sus fundamentos.

El economista Sibille también notó que el consumo de los hogares creció muy poco en 2024, factor que, sumado a otros indicadores, lo llevan a mostrarse no tan optimista en sus proyecciones para 2025.

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