Redacción El País
Hace una semana, el Banco Central (BCU) decidió por unanimidad un incremento de 25 puntos básicos en la tasa de interés de referencia (”el precio del dinero”), de 8,50% a 8,75%. Al darse esa decisión “en medio de un proceso de transición política, al estar tanto gobierno como oposición representados, entendimos que debíamos encontrar un punto de equilibrio para dar una señal inequívoca de compromiso del BCU con su mandato de estabilidad de precios”, dijo luego su presidente, Washington Ribeiro en un mensaje que compartió con El País. Así, el gobierno entrante de Yamandú Orsi estuvo de acuerdo en la decisión tomada, a través del director Ignacio Berti (que representa al Frente Amplio).
“¿La decisión fue aquella que cada uno de los miembros del directorio hubiera tomado por sí solo? Tal vez no. Pero ahí está la riqueza de la diversidad de pensamiento, el diálogo, y ante todo el compromiso institucional”, destacó Ribeiro.
Ahora el BCU divulgó las minutas de la reunión del Comité de Política Monetaria (Copom) del Central, donde el director Berti fundamentó la decisión de acompañar la suba de 25 puntos básicos en cuatro consideraciones.
“En los últimos meses se ha procesado un aumento importante del tipo de cambio que ha reducido en forma significativa el desalineamiento cambiario estimado por el BCU. La tendencia al alza en el valor de la divisa (estadounidense) permite mejorar los niveles de competitividad de los productos uruguayos, lo que facilitará la colocación de los mismos en el exterior. Esto es especialmente importante en el marco de un escenario internacional que se está tornando cada vez más desfavorable debido a las tensiones geopolíticas, la desaceleración de la economía china y la caída del precio de los commodities”, afirmó Berti.
“En contrapartida, y como ya fuera señalado en anteriores oportunidades, la eliminación del desalineamiento cambiario trae aparejado presiones inflacionarias en los bienes transables de la economía y, por tanto, sobre el Índice de Precios del Consumo” por lo que la suba de la tasa “resulta una señal importante hacia los mercados, pautando la importancia que el BCU asigna a la estabilidad de precios, al tiempo que no dificulta el necesario ajuste de los precios relativos. En cambio, una suba mayor, como fue sugerida por los servicios, resultaría excesiva”, añadió.
Según Berti, esta suba de la tasa “no debe interpretarse como un cambio en la tendencia que venía registrando la tasa hasta ahora, sino como una respuesta puntual de política monetaria frente a un escenario internacional de alta incertidumbre”.
“En el marco del especial momento de transición que se vive, resulta importante lograr una decisión consensuada de política monetaria que permita reducir la incertidumbre que trae asociado todo cambio de autoridades”, concluyó.
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