El problema de la competitividad de Uruguay se ha agravado en estos días por la fuerte devaluación del real. Esto significa que Uruguay pasa a ser aún más caro en la comparación con ese país.
Las principales afectaciones en Uruguay se notarán en el turismo, en el comercio de frontera y en las exportaciones uruguayas, según economistas consultados por El País.
El real brasileño cayó a su mínimo histórico ayer cuando cotizó algo por encima de las seis unidades por dólar.
Esto se debe a los recortes presupuestarios propuestos por el gobierno de Lula, que tienen el objetivo de hacerle ahorrar unos US$ 12.000 millones al Estado, según anunciaron sus autoridades. La medida, según analistas, no alcanzará para solucionar el abultado déficit público brasileño, pero sí actuará en contra de la actividad económica uruguaya.
Ya los mercados están inquietos. Por lo pronto, Urraburu Corredor de Bolsa publicó en su cuenta X que el mercado brasileño reaccionó negativamente: las tasas de swap subieron más de 20 puntos básicos, el índice bursátil Ibovespa cayó a mínimos desde agosto y el real acumula una pérdida anual del 23,67%, liderando las caídas entre las principales divisas del mundo. La expectativa de inflación en Brasil también ha aumentado, ante la proyección de que la tasa Selic (la tasa de política monetaria del país vecino) podría subir del actual 11,25% al 14,5% para fines de 2025.
Por lo pronto, las medidas que está tomando Brasil, más allá de si son o no efectivas a lo interno, están impactando a Uruguay justo ahora, en temporada turística alta.
Menor “paz cambiaria”.
En diálogo con El País, Marcelo Sibille, gerente senior de Consultoría de KPMG, contextualizó el tema: “La fuerte depreciación del real cobró impulso tras la divulgación del ajuste fiscal anunciado por el gobierno brasileño, lo cual pone de manifiesto la fragilidad en las finanzas públicas de ese país con un déficit global que orilla el 10% del PIB fundamentalmente por el alto peso de los intereses de la deuda, y un crecimiento económico que no termina de convencer”, afirmó el economista.
“Es de notar que la caída del real persistió a lo largo del año, y explica en buena medida la depreciación del peso uruguayo. A diferencia de Argentina, donde ya hace un tiempo se verifica una desconexión cambiaria, el mercado en Uruguay suele estar más alineado a los vaivenes del mercado brasileño. A este cóctel se suma la apreciación del dólar a nivel global tras el triunfo de Trump en Estados Unidos. Todo lo cual lleva a pensar que tendremos menor paz cambiaria”, prosiguió Sibille.
El economista de KPMG consideró que, si bien la calidad de la inflación doméstica ha mejorado por la desaceleración en los precios no transables, el tipo de cambio ejerce presión sobre los transables, con lo cual “el tipo de cambio será un desafío adicional para la política monetaria uruguaya en aras de mantener el cumplimiento de la meta de inflación”, afirmó.
Por su parte, Deborah Eilender, economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), destacó que “no solo el tipo de cambio no ha parado de subir en Brasil en lo que va del año, sino que hay efectos en la inflación, con expectativas que se han desanclado”.
“Tenemos un comercio constante con Brasil y, dado el peso de ese país, lo que le sucede afecta a toda la región”, agregó. Según proyectó, si todo se mantiene, esto es, el “fenómeno Trump” y un Brasil que siga aumentando el precio del dólar, seguramente la tendencia en Uruguay de la divisa también seguirá al alza durante los próximos meses.
De su lado, Alejandro Vallcorba, consultor senior de Exante, apuntó a El País que “la suba del dólar en el mundo agarra a Uruguay caro medido en dólares y creciendo poco”. Según sus proyecciones, para la evolución futura del dólar será importante monitorear también los primeros anuncios de política económica del nuevo gobierno de Uruguay, en particular, el mandato que le dé al Banco Central en relación a la inflación y el perfil de quién sea designado como titular de la autoridad monetaria”.
Turismo a dos vías
El País consultó asimismo a Gabriel Genta, gerente de Portafolio de Gletir Corredor de Bolsa, quien destacó que “Brasil estará más barato que Uruguay a la hora de hacer turismo”, lo que significa que los uruguayos verán ese mercado más apetecible para pasar sus vacaciones, al tiempo que los brasileños perderían el incentivo de vacacionar en Uruguay. Los turistas argentinos también podrían “desviarse” de Uruguay a Brasil, aunque Genta estimó que los argentinos más acomodados, con viviendas en Uruguay, seguirán viniendo.
“La temporada acá tendrá impacto, pero hay que ver cuánto porque el brasileño que viene es, en general, de alto poder adquisitivo”, acotó Genta.
Advirtió finalmente que “el tipo de cambio real debería estar más alto. Se corregirá si sube la inflación, pero por ahora es así”.
Según Exante, entre enero y setiembre de 2024 los viajes de uruguayos a Brasil aumentaron 4% interanual y el gasto en dicho país se incrementó casi 20%. Exante proyectó que seguirá dándose un flujo importante de estos viajes en los próximos meses. “De todas formas, en lo que refiere al desvío de consumo de hogares uruguayos a nivel agregado, este mayor gasto en Brasil se vería más que compensado por la disminución de viajes y de gasto en Argentina dado el encarecimiento relativo con este vecino en los últimos meses”, concluyó Vallcorba.
Hasta qué punto se apreciará el dólar global
“La agenda de Donald Trump en EE.UU. retomará varios ejes de su primer mandato que son consistentes con un dólar fuerte en el mundo. Sin embargo, no es seguro que la bancada republicana termine acompañando las iniciativas más radicales de la agenda. En este sentido, el riesgo de una apreciación adicional del dólar ha aumentado en las últimas semanas, pero parece prematuro asumir que su valor a nivel global seguirá subiendo luego de esta corrección inicial”, dijo Alejandro Vallcorba.
El abaratamiento de Brasil desincentiva exportaciones
María Laura Rodríguez, responsable de asesoría económica de la Unión de Exportadores (UEU), declaró a El País que el aumento del dólar en Brasil también está impulsando al dólar en Uruguay.
La economista contabilizó que, en lo que va del mes, el aumento en Uruguay es similar al de Brasil, en el entorno de 3,6%. Sin embargo, en lo que va del año, Brasil acumula una depreciación de 23,67% mientras en Uruguay es de 10,6%. Esto ha hecho que el tipo de cambio real bilateral haya tenido una caída de casi 9% en los primeros diez meses del año, según la medición del Banco Central.
“También significa un abaratamiento relativo de Brasil frente a Uruguay, lo que siempre tiene consecuencias a nivel de exportaciones”, agregó Rodríguez. “Las empresas exportadoras uruguayas estarán más desafiadas para vender bienes a Brasil. También la exportación de servicios se puede ver afectada, en particular el turismo (que es una exportación de servicios), ya que habrá un desincentivo a la llegada de turistas brasileños y un posible desvío de turistas argentinos, que prefieran pasar sus vacaciones en Brasil”, afirmó.
Brasil ocupó el primer lugar en el ranking de destinos de exportación de Uruguay, con ventas en los US$ 226 millones, lo que representó el 21% de las exportaciones uruguayas, según un informe de Uruguay XXI del pasado octubre. Esto implicó un alza interanual de 8%, impulsada por las exportaciones de vehículos, que registraron un valor de US$ 52 millones (23% del total). Los productos lácteos ocuparon el segundo lugar (11%) y en tercer y cuarto lugar están el trigo y el arroz con una participación del 10% cada uno.
“Es muy relevante para Uruguay que Brasil resuelva de la mejor forma esta situación y que se logre una estabilidad económica que permita su crecimiento”, dijo Rodríguez, considerando que es uno de los principales mercados de Uruguay. “Necesitamos un Brasil fuerte, estable, que pueda liderar la inserción internacional del Mercosur”, concluyó.