Redacción El País
La inteligencia artificial (IA) puso patas para arriba el mundo laboral. Según el informe “Future of jobs 2023”, elaborado por el Foro Económico Mundial, el 75% de las empresas prevé adoptar soluciones basadas en IA para 2027. Asimismo, el 50% vaticina que las mismas empujarán la creación de posiciones de trabajo, y el 25% proyecta la reducción de las mismas en los próximos cinco años. ¿Cuál es el escenario?
“Hoy, la incorporación de la IA como un punto central dentro de las agendas no es una opción para las empresas. Tres años atrás, los directores hablaban de ciberseguridad y, previamente, de transformación digital”, señaló Fernando López Iervasi, presidente en Microsoft para los países de Sudamérica (excepto Brasil).
Y resaltó: “Si las personas no se enfocan en entender su nueva hoja de ruta, perderán la oportunidad de agregar valor a las compañías. La adopción de las tecnologías se está masificando, pero el control y la toma de decisiones permanecerá a cargo de las personas”.
En este marco, Nicolás Pimentel, fundador y CEO en la agencia creativa Becoming Mode, resaltó: “La IA no representa el fin del trabajo, sino el principio de una nueva forma de trabajar”.
De acuerdo con el ejecutivo, la tecnología impactará en todas las herramientas de trabajo y se convertirá en un copiloto, con alcance en diferentes ámbitos de la vida. “Hay funcionalidades para la escritura y para el desarrollo visual, que aceleran procesos; particularmente, las utilizo como espacios de consulta y como disparadores de puntas creativas. Sin embargo, estas nos desafiarán para sacarle provecho a otro nivel y alcanzar así un crecimiento en la productividad”.
Para López Iervasi, los avances registrados en los últimos años marcaron un cambio rotundo: por primera vez, las personas tienen la oportunidad de dialogar con las herramientas mediante su propio lenguaje. “Años atrás, las soluciones de IA daban respuesta a temas puntuales; hoy, por el contrario, reúnen un conocimiento generalista y tienen la habilidad para conectar información”, explicó.
Y a esto añadió también otro punto: la velocidad. “En 2022, demorábamos un mes para desarrollar un chatbot y un año en su proceso de aprendizaje, y los resultados no eran buenos; hoy, en tanto, demoramos alrededor de una hora en la creación y tres semanas en el aprendizaje, con excelentes resultados”, precisó.
Democratizar liderazgo
Para Pimentel, la implementación de la IA desencadena un fenómeno al que denomina “democratización del liderazgo”. “La IA nos obliga a generar una orden. Por tanto, si todos la utilizamos como copiloto, hasta los ejecutivos más junior tendrán que desarrollar habilidades para enviarle indicaciones. En otras palabras, la IA promoverá el desarrollo de la capacidad de liderazgo”, aclaró.
De acuerdo con Luis Guastini, CEO en Manpower, los líderes en esta era, atravesada por un tsunami digital, deben reunir una serie de características. Estas son: templanza, inteligencia, empatía, curiosidad, humildad e integridad.
¿Por qué? “En épocas de estabilidad, los líderes que no llegan a cultivar esas habilidades, actúan en una especie de piloto automático y con muletas que la organización les presta. Sin embargo, cuando se les caen estos puntos de referencia y ya no tienen espacio para la toma de decisiones en función del pasado, los líderes que no tienen estas habilidades se vuelven incompetentes. Este es el problema de las organizaciones: no pueden lidiar con el cambio porque no tienen líderes con este perfil”, explicó el ejecutivo, en el marco de la presentación de su libro “El fin del trabajo”.
Una nueva brecha
En otro orden, en diálogo con La Nación, Guastini aclaró que las organizaciones requieren nuevas habilidades y el mercado laboral no está a la altura, por lo que se produce un desacople entre la oferta y la demanda.
Y a partir de una perspectiva histórica, consideró: “La experiencia de otras revoluciones industriales indica que, luego de un tiempo, se presentan dos escenarios: las compañías alcanzan un incremento en la productividad y una mejora de las condiciones laborales, a la vez dan lugar a la creación de empleos. ¿Cuál es el problema de la actual? La velocidad. Las transformaciones se dan al cabo de semanas o de meses”.
En sintonía, Cecilia Giordano, board advisory, abordó otra complejidad de revolución digital: “Nosotros desarrollamos un pensamiento crítico e incorporamos ahora la IA como un copiloto; pero ¿cómo podrán las nuevas generaciones, que solo trabajan con IA, desarrollar esa capacidad para discernir y guiar a las herramientas?”.
Y enfatizó: “Este escenario nos sentará una gran responsabilidad; seremos la minoría que tiene acceso a la IA generativa. ¿Cómo ayudar a las personas para que adquieran habilidades y reducir así la brecha?”.
¿La inteligencia artificial eliminará posiciones de trabajo? Guastini respondió con el proceso de escritura del libro, en coautoría con IA. “Para dilucidar esta pregunta, encaré mi propia experiencia en la utilización de Chat Gpt en una tarea creativa”, aseveró.
Para el ejecutivo, la experiencia se tradujo en una dupla de aprendizajes. “Usualmente, entendemos a los algoritmos como herramientas que dan respuesta a algo puntual. Por el contrario, en este caso, aportan desde el diálogo”, precisó. Y en ese sentido, añadió: “Es fundamental dar a Chat Gpt la mejor instrucción posible, para obtener el mejor resultado posible. En el diálogo, queda entonces en evidencia que estamos bañados de supuestos. Esto me generó un cambio en el mapa mental que me ayudó a la comunicación con otras personas”. [En base a La Nación/ GDA]