COMPETITIVIDAD

El estudio “Innovación para la competitividad en Uruguay: la industria TIC como motor”, elaborado por el Observatorio TI de la CUTI y el CED, sostiene que Uruguay debe crear un ecosistema eficiente que postule a la innovación como el principal motor de crecimiento económico de largo plazo.

La investigación busca esclarecer el posicionamiento de Uruguay, sus oportunidades de mejora y sus desafíos en términos de innovación para la competitividad, identificando puntos críticos y visibilizando caminos posibles para que tanto el sector público como los agentes privados tomen decisiones tendientes a potenciar la innovación para la competitividad.

El informe señala que “contar con empresas innovadoras favorece a una mayor competitividad de la economía en su conjunto, generando empleo calificado y derrames tecnológicos hacia los restantes agentes económicos, incidiendo decisivamente en el desarrollo del país”.

Además, indicó que “la respuesta al problema de la competitividad es generar valor, invirtiendo en innovación, en tecnificación, y creación de empleos con mayores niveles de capacitación. Hay posibilidades de ganancia de productividad transformando procesos gracias a la tecnología, no disminuyendo la protección social”.

Los resultados del Índice Global de Innovación (GII por sus siglas en inglés) elucidan la posición de Uruguay y sus fortalezas y debilidades más resonantes.

El país obtuvo en 2020 un puntaje de 30.8 en el ranking global y cayó 7 lugares (de 62 a 69 entre los 131 países incluidos en el GII 2020). Además, pasó de encontrarse dentro del valor esperado en relación con el Producto Interno Bruto per cápita a mostrar un desempeño por debajo de dicho valor.

Desde 2018, el país se desempeña relativamente mejor en el subíndice de “productos” que en el de “insumos” de innovación. Uruguay presenta su mejor desempeño del GII 2020 en el pilar de “Instituciones” y su desempeño más débil ocurre en el pilar de “Sofisticación del mercado”.