Qué productos uruguayos podrían quedar afuera del mercado europeo debido a una nueva legislación

Aplica a productos del ganado, soja, madera, papel y más. La presidenta de la Comisión Europea también señaló que el cambio climático es la mayor crisis mundial tras el covid-19.

Compartir esta noticia
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
AFP fotos

Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.
La Unión Europea (UE) aprobó una ley que obliga a las empresas en el bloque a garantizar que sus productos no han provocado deforestación ni degradación forestal y está ultimando procedimientos para hacerla valer.

¿Cuáles son los productos que cubre la nueva legislación y que podría complicar las ventas que se hacen desde otras partes del mundo, como Uruguay a la UE? La lista es larga: ganado, cacao, café, aceite de palma, soja, madera, así como los productos que contengan, se hayan alimentado de -o se hayan fabricado con- estas materias primas (como el cuero, el chocolate y los muebles), según reza el texto de la ley. Cabe agregar que, durante las negociaciones, la Eurocámara consiguió añadir el caucho, el carbón vegetal, los productos de papel impreso y una serie de derivados del aceite de palma.

La ley hará que los países que quieran seguir exportando a la UE deban cumplir con los nuevos requisitos. En el caso de Uruguay, basta pensar en las exportaciones de la carne, la soja, la madera y la celulosa, entre otros productos, cuyos ingresos por ventas en el exterior son fundamentales para la economía nacional.

Aunque no se vetará a ningún país ni materia prima -así lo aclara la UE- las empresas solo podrán vender productos en el bloque, si el proveedor de los mismos ha emitido una declaración de “diligencia debida”, la cual deberá certificar que el producto no procede de tierras deforestadas, ni ha provocado degradación forestal, tampoco de bosques primarios irremplazables.

Asimismo, las empresas en la UE deberán demostrar que estos productos cumplen la legislación correspondiente del país productor, incluída la relativa a los derechos humanos, y que se han respetado los derechos de los pueblos indígenas afectados, tal como lo solicitó el Parlamento Europeo.

Ese parlamento consiguió también incluir una definición más amplia de “degradación forestal” que incluye la conversión de bosques primarios o bosques de regeneración natural en plantaciones forestales, o en otras superficies boscosas.

La disposición se enmarca en el “Pacto Verde” que ha desarrollado -y con el que se ha comprometido- la UE, y no ha sido fácil ya que se la ha señalado de proteccionista por sectores dentro y fuera del bloque europeo.

Una pregunta que cabe preguntarse es cómo logrará la UE cumplir con una ley tan estricta en esta materia; es decir, cómo logrará desarrollar los controles correspondientes sobre el origen de tan diversos productos provenientes de distintas partes del mundo.

Algunos controles ya se están poniendo en práctica en el bloque europeo, pero el alcance de esta ley es mucho más abarcativo.

sustentabilidad

La “política estrella” de la UE

El Pacto Verde Europeo es la “política estrella” de la UE para los próximos 10 años, según afirman sus parlamentarios.

Básicamente, es la traducción en una política interna de un compromiso internacional que surgió en los acuerdos de París.

Asimismo la UE tiene la convicción de que el Pacto Verde será el eje de la competitividad del mañana para Europa. En esa línea, es visto como una estrategia de crecimiento económico y una herramienta para mover al resto del mundo en esa dirección con su política comercial.

Caso Uruguay

El País consultó con altos representantes de la UE en Bruselas -que prefirieron reservar el anonimato- sobre la situación específica de Uruguay, y piensan que el país no tendrá mayores problemas, dado que ya cumple con gran parte de las exigencias que incluye la nueva ley, aunque deberá desarrollar mecanismos de certificación correspondientes. En otras palabras, deberá comprobar que cumple las exigencias.

En tal sentido, es probable que Uruguay sea clasificado como un país de “riesgo bajo” (en materia ambiental) por parte de la UE, a diferencia de por ejemplo Brasil, que podría caer en la clasificación de “riesgo alto”, considerando la deforestación que avasalló la Amazonía, sobre todo durante el gobierno de Jair Bolsonaro.

De todas formas, en mayor o menor grado, todos los países que tengan a la UE en su lista como destino de exportación, deberán mejorar sus estándares y prácticas en relación a sus productos. Desde la UE, la ley es vista como una “exigencia interna” y una “oportunidad de mejora” para los países fuera del bloque. Desde América Latina, surgen algunas voces en contra ante exigencias que ven difíciles de cumplir y que tildan de restrictivas.

Controles

La UE clasificará los países, o partes de ellos, como de bajo, medio o algo riesgo mediante una evaluación detallada. La porción de controles que se realizará a los operadores dependerá del nivel del riesgo del país: 9% para los países de alto riesgo, 3% para los de riesgo medio y 1% por los de bajo riesgo, señala el documento. Los productos procedentes de países clasificados como de bajo riesgo estarán sujetos a un procedimiento simplificado de diligencia debida.

“Las autoridades competentes de la UE tendrán acceso a la información pertinente facilitada por las empresas, como las coordenadas de geolocalización, y realizarán controles con ayuda de herramientas de seguimiento por satélite y análisis de ADN para comprobar de dónde proceden los productos”, señaló un documento facilitado a periodistas en la sede de la UE en Bruselas.

En cuanto a las sanciones, se señala que, por incumplimiento, estas “deberán ser proporcionadas y disuasorias, y la multa máxima deberá ser de al menos el 4% del volumen de negocio anual total en la UE del operador o comerciante infractor”. Es decir, el comercio que en Europa venda productos que no cuenten con la “diligencia debida”, estará en infracción y la penalización variará en función de la gravedad. El acuerdo entre los países de la UE sobre la nueva ley, fue aprobada por 552 votos a favor, 44 votos en contra y 43 abstenciones. Según la UE, nada la detendrá.

ambiente

La lucha contra el cambio climático y la deforestación

La Unión Europea plantea que la nueva ley surge como una forma de luchar contra la deforestación mundial, y a favor de los derechos humanos de los pueblos indígenas que viven en zonas selváticas o boscosas.

Entre 1990 y 2000, la deforestación destruyó unas 420 millones de hectáreas de bosques en el mundo, esto es una superficie mayor que la de la Unión Europea, y cerca del 10 % es atribuible al consumo en la UE, señalaron sus altos representantes en Bruselas, siguiendo datos calculados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Christophe Hansen, uno de los redactores del texto de la nueva ley, señala en un comunicado: “Los estantes de nuestros supermercados se llenaban muy a menudo con productos cubiertos por las cenizas de las selvas tropicales calcinadas y los ecosistemas irreversiblemente destruidos, que además habían acabado con los medios de subsistencia de las poblaciones indígenas. Esto sucedía en demasiadas ocasiones sin que los consumidores fueran conscientes. Me tranquiliza saber que los consumidores europeos ya no serán cómplices involuntarios de la deforestación cuando se coman una chocolatina o disfruten de un merecido café”.

“La nueva ley no solo es clave en nuestra lucha contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, sino que también debería sacarnos del punto muerto que nos impide estrechar las relaciones comerciales con países que comparten nuevos valores y objetivos medioambientales”, agrega Hansen.

Sobre el acuerdo UE-Mercosur, analistas afirman que el gobierno de Lula podría estar demorando su respuesta al documento adicional (“side letter”) presentado por la Unión Europea con nuevas exigencias ambientales, como parte de una estrategia de negociación que buscaría que Brasil no quede clasificado como “país de alto riesgo”, lo que le complicaría mucho las exportaciones a la UE por los controles que esto representa.

Acuerdo UE-EE.UU.: adoptan marco legal sobre datos personales

La Unión Europea (UE) adoptó el lunes un nuevo marco legal para la transferencia de datos personales a Estados Unidos, crucial para la economía digital, tras varios fallos de la justicia europea invalidando los dispositivos anteriores.

“El nuevo marco UE-Estados Unidos de protección de datos personales garantizará la seguridad de los flujos de datos para los europeos y aportará seguridad jurídica a las empresas de ambos lados del Atlántico”, declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en un comunicado.

Los dos acuerdos establecidos anteriormente para permitir a las empresas transferir estos datos de Europa a Estados Unidos habían sido invalidados por el temor a la vigilancia de los servicios de inteligencia estadounidenses.

Estos recursos ante el Tribunal de Justicia de la UE fueron presentados por el defensor de la privacidad austriaco Max Schrems. El lunes anunció que volvería a llevar el caso a los tribunales, argumentando que el nuevo texto no mejoraba la protección de los datos personales de los europeos.

“Ya tenemos opciones para un nuevo recurso, aunque estamos cansados de este ping-pong jurídico”, dijo Schrems. El comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, dijo que se espera nuevas batallas judiciales.

La introducción de un nuevo marco es esencial para gigantes digitales como Google, Meta y Amazon, que se quejan de la falta de normas claras sobre transferencia de datos entre ambos lados del Atlántico.

Meta recibió en mayo una multa récord de 1.200 millones de euros por incumplir las normas europeas de protección de datos con su red social Facebook.

En julio de 2020, la justicia europea concluyó que el “Privacy Shield” utilizado por las empresas estadounidenses no protegía contra posibles “injerencias en los derechos fundamentales de las personas cuyos datos se transferían”. Desde entonces, las empresas han recurrido a soluciones jurídicas alternativas para continuar con estas transferencias, a la espera de un sistema más sólido y permanente.

Von der Leyen y el presidente estadounidense Joe Biden alcanzaron en marzo de 2022 un acuerdo de principio sobre un nuevo marco jurídico para responder a las preocupaciones expresadas por la justicia.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

premium

Te puede interesar