La pobreza está estancada en los últimos años y no logra volver al nivel pre-pandemia: ¿qué pasa?

Luego de bajar en 2021 tras el efecto de la pandemia, se estancó la mejora y no llega al nivel previo. La indigencia afecta a casi 7.000 uruguayos en 2023, similar a 2019.

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Asentamiento 24 de Junio - Pobreza
Uno de cada cinco menores de seis años era pobre.
Foto: Archivo El País

Redacción El País
Con la pandemia de covid-19 la pobreza en Uruguay aumentó de 8,8% (en 2019) a 11,6% (en 2020) de la población. Tras el impacto de la pandemia bajó en 2021 a 10,6% y desde ahí ha permanecido estancada ya que fue 9,9% en 2022 y 10,1% en 2023, dato que divulgó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Los datos de 2021, 2022 y 2023 muestran la estabilidad de la pobreza, ya que están dentro del margen de error (0,6 puntos porcentuales) de la medición del INE.

El propio INE explicó que “la magnitud de los movimientos de los indicadores entre el año 2023 y 2022 se encuentran dentro del margen de error. Por tanto, no se puede afirmar que haya habido cambios estadísticamente significativos”.

Esto implica que en 2023 en promedio había 347.871 uruguayos en la pobreza. Esto es, 38.238 más que en 2019.

A nivel de hogares, el 7% era considerado pobre en 2023, estable respecto al 6,9% de 2022.

“Un hogar es considerado pobre si el ingreso corriente con valor locativo del hogar es menor al de la línea de pobreza determinada para ese hogar (la línea tiene en cuenta la canasta básica de alimentos, la no alimentaria y el número de integrantes del hogar). Las personas pobres son aquellas que pertenecen a un hogar pobre”, indicó el INE.

La línea de pobreza en Montevideo per cápita estaba en $ 19.819 a diciembre pasado. Es decir, cuando el ingreso está por debajo de esa cifra, es considerado pobre. En el Interior urbano la línea de pobreza era de $ 12.908 per cápita y en el Interior rural de $ 8.807 per cápita.

Por su parte, el 0,2% de los uruguayos es considerado indigente. Este es un guarismo que muestra estabilidad en los últimos cinco años, ya que en 2022 era 0,3%, en 2021 era 0,2%, en 2020 fue 0,4% y en 2019 el 0,2%.

Ese 0,2% implica que había 6.889 uruguayos en la indigencia o extrema pobreza en 2023.

En hogares, el 0,2% era considerado indigente en 2023, mismo porcentaje que en 2022.

“Un hogar es considerado indigente o pobre extremo si el ingreso corriente per cápita con valor locativo del hogar es inferior al valor de la Canasta Básica Alimentaria (LI). Las personas indigentes son los miembros de un hogar indigente”, explicó el INE.

La línea de indigencia en Montevideo per cápita estaba en $ 5.310 a diciembre pasado. Es decir, cuando el ingreso está por debajo de esa cifra, es considerado indigente o pobre extremo. En el Interior urbano la línea de indigencia era de $ 4.915 per cápita y en el Interior rural de $ 4.434 per cápita.

Niños y mujeres

A nivel de edades, uno de cada cinco (el 20,1%) de los niños menores de seis años era considerado pobre. Y prácticamente la misma cantidad entre los de seis y 12 años (18,3%) y los de 13 a 17 años (17,9%).

En cambio, entre las personas de 18 a 64 años el porcentaje de pobres es menor: 8,7% de ese grupo etario. A su vez, solamente el 2,2% de las personas de 65 o más años de edad era considerado pobre en 2023.

La pobreza en los niños menores de seis años sigue siendo mayor a la de la pre- pandemia (20,1% en 2023 versus 17% en 2019). También era algo mayor en los niños de seis a 12 años 18,3% versus 16,5%) y los adolescentes (entre 13 y 17 años, 17,9% versus 15%).

La pobreza afecta más a las jefas de hogares mujeres (8,8% era pobre en 2023) que a los jefes de hogares hombres (4,4% era pobre en 2023). En esto no hay grandes cambios respecto al nivel prepandemia (eran 7,5% y 4,5% respectivamente).

¿Qué pasa?

El gerente de Análisis Económico de CPA Ferrere, Nicolás Cichevski señaló en su cuenta de X (antes Twitter) que “la incidencia de la pobreza en menores de seis años (20,1%) es nueve veces superior a la incidencia en mayores de 65 años (2,2%)”.

A su juicio, los “datos confirman que sin un incremento significativo en transferencias a hogares más vulnerables será difícil reducir la pobreza”.

“Su financiamiento requiere de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) superior al del promedio 2015-2023 (que fue de 1,2%)”, añadió Cichevski.

El economista señaló además que en el segundo semestre de 2023, la incidencia de la pobreza en personas fue de 9,8%, un “nivel comparable con los segundos semestres de 2019 (9,0%) y 2022 (9,1%) ya que las diferencias se encuentran dentro del margen de error”.

El socio de Vixion Consultores, le respondió en su cuenta de X que “más que comparable, el término es ‘similar’: al estar la diferencia dentro del margen de error, no se puede rechazar que el 9,8% del segundo semestre de 2023 sea estadísticamente diferente al 9% del segundo semestre de 2019”.

Por su parte, el economista Martín Vallcorba -exintegrante de la Asesoría Macroeconómica del Ministerio de Economía y Finanzas y asesor del precandidato del Frente Amplio, Mario Bergara- mantuvo una polémica con Lema.

Vallcorba había señalado que en 2023 hubo un “leve aumento” de la pobreza respecto a 2022 aunque “no puede afirmarse que haya habido cambios estadísticamente significativos” porque está dentro del margen de error. Lema le respondió que si no es estadísticamente significativo “no corresponde hablar de aumento. Ni leve ni de ningún tipo”.

Vallcorba le retrucó que sí hay un aumento significativo en la comparación con la prepandemia.

“Se trata de un resultado que nos produce a todos una profunda insatisfacción (desde al oficialista más activista hasta al más firme opositor). Me parece más útil pensar qué hicimos mal estos años y qué deberíamos hacer en el futuro, que discutir cuestiones más de tipo semánticas”, concluyó.

Pobreza en Montevideo
Gente en situación de calle en la ciudad de Montevideo.
Foto: Leonardo Mainé

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