La calificadora Moody’s publicó su más reciente informe ayer, en el que mantiene una perspectiva estable del sistema bancario de Uruguay —Baa1 estable—, respaldada fundamentalmente por un crecimiento de la actividad económica del 3% en términos reales en 2025. Esto es, más fuerte que en otros países de América Latina, pero ligeramente por debajo del 3,1% registrado en 2024. En tanto, advirtió que puede haber efectos sobre la calidad de la cartera si se materializan riesgos geopolíticos y de comercio exterior (guerra comercial).
Asimismo, proyecta un ligero aumento de la inflación a 5,7%, pero por debajo del 8,2% promedio de 2013-2019, y que el Banco Central (BCU)subirá moderadamente la tasa de interés, para mantener la inflación dentro del objetivo.
En ese marco, señala que los bancos realizarán más inversiones en tecnología este año, al tiempo que mantendrán un rígido control de los gastos administrativos y personales.
La morosidad "podría subir si se materializaran los riesgos de comercio exterior y geopolíticos”, advierte, al tiempo que considera que la cobertura de reservas seguirá siendo suficiente para brindar una buena protección contra futuros riesgos crediticios.
El informe consigna que las ganancias bancarias se beneficiarán de un crecimiento de la cartera y una reducción de los costos de los depósitos en dólares gracias a las bajas tasas de EE.UU..
Los depósitos en dólares en el sistema permanecerán altos —proyecta— en vista de la probable depreciación adicional del peso. Y los niveles de liquidez se mantendrán elevados, evalúa Moody’s.
Ganancias, créditos, préstamos y depósitos
El informe destaca que la perspectiva estable refleja consistencia en las ganancias y el riesgo de los activos a pesar de la leve desaceleración económica. En cuanto a la inflación, es probable que suba al 5,7% en 2025, cerca del límite máximo del rango meta del BCU (de entre 3% y 6%).
“El desempeño constante del mercado laboral y las condiciones económicas generales respaldarán la demanda de préstamos en 2025, aunque es probable que se produzca una ligera caída del crecimiento de los créditos con respecto a 2024 debido a la pequeña desaceleración del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB)”, fundamenta el informe.
En 2025, los bancos en Uruguay mantendrán el enfoque cauteloso con respecto a la originación de préstamos y la mejora de la calidad de la cartera que emplearon en 2024, destaca Moody’s.

Señala que el índice promedio de préstamos vencidos (morosidad) de los bancos probablemente se mantendrá acorde al 2,2% observado en septiembre de 2024, y un crecimiento moderado de los préstamos compensará la formación de préstamos vencidos. Las reservas adecuadas para pérdidas crediticias también mitigarán el riesgo crediticio.
En septiembre de 2024, estas reservas representaron el 4,9% de los préstamos brutos y el 222,7% de los préstamos vencidos de los bancos calificados, según sus cálculos. “Sin embargo, si las tensiones derivadas del comercio exterior y los conflictos geopolíticos aumentan significativamente, podríamos ver una reducción de la actividad económica y un posible debilitamiento de la calidad de la cartera”, alerta.
Según Moody’s, los bancos en Uruguay mostrarán una fuerte resiliencia en términos de capitalización en 2025, similar a la de los dos últimos años, y se beneficiarán de préstamos ligeramente inferiores a los de 2024 y de su capacidad para fortalecer el capital mediante la reinversión de las utilidades.
La calidad del capital se mantendrá alta —indica—, ya que la estructura de capital de los bancos en Uruguay estará compuesta principalmente por instrumentos de nivel 1 (billetes, monedas, depósitos y préstamos), excepto en el caso de unos pocos bancos privados con un pequeño volumen de deuda subordinada emitida a los bancos matrices.
En ese contexto, Moody's prevé que la rentabilidad se estabilizará “en un nivel sólido”. Estima que las utilidades se beneficiarán de los márgenes de interés neto, que se mantendrán altos, ya que los préstamos crecerán a un ritmo similar al de 2024.
“Además, un aumento gradual de las tasas de interés en Uruguay respaldará los ingresos por intereses derivados de los préstamos denominados en pesos”, señala.
Asimismo, según la calificadora, es probable que las provisiones para préstamos crediticios aumenten, pero no de manera significativa, y que sean acordes a la originación de nuevos préstamos (además de reflejar los esfuerzos de los bancos para mejorar la calidad de la cartera).
“Los costos de financiamiento disminuirán con la flexibilización de la política monetaria de EE.UU.”, agrega el informe.
En cuanto a la depreciación del peso en 2025-2026, ésta impulsará también los resultados de los bancos a través de las ganancias por las tenencias de activos denominados en dólares.
Moody’s reconoce que los depositantes uruguayos tienen una preferencia intrínseca por los dólares como reserva de valor. Como resultado, considera que el volumen de depósitos denominados en dólares seguirá siendo alto en 2025, a pesar de la flexibilización de la política monetaria estadounidense. Asimismo, como es probable que el peso uruguayo se devalúe en 2025 y 2026, se mantendrá una alta demanda de depósitos en dólares por parte de los individuos, resume.
Cabe recordar que los depósitos en dólares representaron el 70% de los depósitos totales en diciembre de 2024.
Activos, calificación de cada banco y otros indicadores
El volumen de activos líquidos del sistema seguirá siendo alto, lo que compensa el riesgo de financiamiento, pero también refleja la relativamente baja intermediación crediticia del país (del 29% del PIB a diciembre de 2024), observa Moody’s.
Calcula que los bancos mantendrán un volumen considerable de activos líquidos en moneda extranjera.
El cumplimiento por parte del gobierno de las nuevas normas fiscales le permitirá estabilizar su nivel de deuda en los próximos 2 a 4 años, lo que también aumentará su capacidad para apoyar a los dos bancos estatales del sistema, el Banco República (BROU, Baa1 estable, baa2) y Banco Hipotecario (BHU, Baa1 estable, baa3), si es necesario. “Consideramos que existe una alta probabilidad de que el gobierno les brinde apoyo a los dos bancos”, afirma.

Cinco bancos en el país fueron calificados por Moody’s a largo plazo (moneda local), de la siguiente manera: Banco República (BROU) Baa1; Banco Santander Baa2: Banco Itaú Baa3; Banco Hipotecario Baa1; y Citi Aa3.
El informe agrega que los préstamos corporativos se beneficiarán de tasas más bajas en dólares; que las condiciones macroeconómicas, si son estables, respaldarán la demanda de crédito (a pesar de un crecimiento ligeramente inferior del PIB); y que la morosidad se estabilizará y reflejará los resultados positivos de la presión de los bancos para mejorar la calidad de la cartera.
Asimismo, advierte que la brecha entre las tasas de interés activas se ampliará a medida que las políticas monetarias locales y extranjeras diverjan cada vez más.
Según sus proyecciones, las utilidades se mantendrán altas y podrían mejorar un poco más. “La depreciación del peso compensará la flexibilización del ciclo monetario estadounidense y mantendrá el atractivo de los depósitos en dólares”, reafirma.
Moody’s aclara que la perspectiva del sistema bancario ofrecida en este informe refleja su visión de los fundamentos crediticios en el sector bancario en los próximos 12 a 18 meses.
Fundamentos de la “perspectiva estable"
En su informe, Moody’s señala que mantiene su perspectiva estable para el sistema bancario en Uruguay, debido fundamentalmente al crecimiento de la actividad económica del 3% en términos reales en 2025; un nivel de inflación y empleo que estima será consistente con las tasas moderadas de los últimos dos años (lo que mantendrá la capacidad de pago de los individuos); y la cautela por parte de los bancos en la suscripción de políticas, entre otros factores.
Moody’s prevé un nivel de rentabilidad estable y alto, lo que reflejará patrones de crecimiento similares a los de 2024 y un leve aumento de las tasas de interés en pesos uruguayos, lo que compensará los altos gastos operativos de los bancos, según calcula.
Moody’s también evalúa que existe una suficiente capitalización para respaldar un “modesto crecimiento de los préstamos” con un volumen elevado de instrumentos de nivel 1 (ya mencionado).
Proyecta, como conclusión, necesidades de financiamiento manejables con flujos de depósitos constantes, así como bancos con “posiciones de liquidez sólidas”.
Cabe mencionar, finalmente, que la perspectiva de Moody's se mantiene estable, a pesar de haber un cambio de gobierno.