NOBILIS
En los últimos 30 años, se vivió “el período de mayor transformación en el negocio bursátil. Eso no es algo exclusivo de Uruguay, sino que es algo mundial", dice el socio de Nobilis, Federico Araújo.
Es uno de los jugadores más importantes delmercado de capitales, con activos bajo manejo por US$ 1.200 millones, y tiene una visión de lo que ha pasado y cómo se puede impulsar al mercado de valores local.
La corredora de bolsa Nobilis surgió hace cinco años de la fusión de cinco empresas: Pollio Hnos. Sociedad de Bolsa, Comas Corredor de Bolsa, Rospide Corredor de Bolsa, Merfin Sociedad de Bolsa y GAP Consultores.
En los últimos 30 años, se ha vivido “el período de mayor transformación en el negocio bursátil. Eso no es algo exclusivo de Uruguay, sino que es algo mundial; las distintas crisis que han sufrido los mercados y la globalización han ido dando forma a esos cambios y, en Uruguay al ser un mercado chico, esos cambios se sienten más y cuesta mucho más asumirlos”, señala en diálogo con El País el socio de Nobilis, Federico Araújo.
“En esas turbulencias se generan oportunidades, y quien esté atento y sea audaz, puede aprovecharlas para fortalecerse. Eso es lo que vimos los actuales socios de Nobilis cuando nos planteamos fusionar nuestras cinco empresas, y también es lo que nos mantiene alertas a las nuevas adaptaciones que tendremos que hacer”, agrega.
Para ponerlo en números. En 1995 había 78 títulos de corredor de bolsa autorizados a operar. Veinte años después ya había caído a unos 50, “y nuestro pronóstico era que se iba a 20 en cinco años”, comenta Araújo. Actualmente 26 títulos de corredor de bolsa, “y todo indica que en 5 años, con suerte existirán unas 10 firmas en actividad”, sentencia.
“Pero eso no quiere decir que seamos pesimistas. Todo lo contrario, creemos que es necesario un rediseño del mercado, a partir del cual surjan instituciones más sólidas, modernas y adaptadas a esa nueva realidad de la industria financiera internacional”, asegura.
Según Araújo, los últimos tiempos han sido difíciles para los corredores que tuvieron que cerrar sus empresas “porque dejaron de ser viables al no poder asumir costos crecientes, y peor ha sido para muchos clientes que se vieron expuestos a importantes pérdidas, como consecuencia de la falta de profesionalismo y rigurosidad en los controles por parte de algunas firmas que no invirtieron en estructura ni procesos”.
Se ha achicado el número de corredores y también de bancos (de 19 que había previo a la crisis de 2002 a 11 en la actualidad). “Pero, en ese mismo período se crearon y explotaron las licencias de gestor de portafolio y de asesor de inversiones, llegando a más de 200 firmas”, dice Araújo.
Para la corredora esto “es una debilidad. Me voy a poner a varios amigos en contra con este comentario, pero no puedo dejar de hacerlo. Creo que hay muchos profesionales que han encontrado en estas licencias la posibilidad de trabajar en forma independiente, de forma legal y ajustados a las normas, pero con estructuras mínimas y eso ha debilitado mucho a las instituciones de mayor regulación, esto es bancos y corredores”, cuestiona Araújo.
¿Hasta dónde seguirá el crecimiento de esas licencias? “No creo que el Banco Central se sienta cómodo teniendo que supervisar 300 licencias. Algún tipo de consolidación veremos en el futuro cercano en ese mercado también, y quizás eso ayude a evitar que seamos menos de 10 corredores o que otro banco quiera irse de Uruguay o vender su negocio de banca privada”, añade.
Pese a esa reconfiguración, Araújo dice que “siguen existiendo tres bolsas de valores. Una, apretando su presupuesto para sobrevivir (Bolsa de Valores de Montevideo); otra, con una estructura mínima esperando desde hace no sé cuantos años a que las empresas públicas comiencen a participar del mercado futuro de cambios (UFEX); y, la otra que existe porque tiene accionistas ‘ricos’ y más allá de que tenga mucha o poca operativa, la mantienen con un costo bajo (Bevsa)”.
“No pensamos en una fusión de las tres bolsas para bajar costos, sino en una unión de los mercados, para potenciar las capacidades de cada uno y buscar el crecimiento. Creo que hay una oportunidad enorme en este momento en Uruguay, para hacer crecer el mercado doméstico y para estar muy atentos al mercado regional, donde están pasando cosas que pueden derramar muchos negocios hacia Uruguay”, asegura
Para el socio de Nobilis, “tenemos una oportunidad histórica para capitalizar y posicionar a Uruguay como un centro que atraiga instituciones e inversores de la región para que radiquen sus negocios en nuestro país. Para cualquier industria en Uruguay, la escala se logra exportando, lo mismo pasa con la financiera. El mercado local es muy chico, tenemos que mirar para afuera si queremos crecer de verdad”.
“Puedo confirmar que hay muchos empresarios de México para abajo que están mirando Uruguay. Es cuestión de generar los incentivos”, concluye.