La falta de personal capacitado en el sector de Tecnologías de la Información (TI) es una de las mayores preocupaciones a nivel de esa industria, que demanda más personal y una mayor formación en jóvenes. Pero ¿qué sucede en la educación? Las carreras ofrecidas por distintas universidades uruguayas parten de un mismo núcleo: la ingeniería de software. Una de las especializaciones más recientes y disruptivas fue la incorporación de la Licenciatura en Ingeniería de Datos e Inteligencia Artificial (IA) al sistema educativo. Representantes de universidades consultados por El País coincidieron en que la falta de personal calificado es parte de un problema estructural y multicausal.
Según el último Observatorio TI elaborado por la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI) en 2023 había 14.435 estudiantes matriculados en carreras TI en Uruguay. Especialistas universitarios indicaron que al tratarse de carreras y trabajos altamente demandantes en tiempo y dedicación, cada vez más jóvenes se perfilan hacia títulos de la rama social y humanística.
En ese sentido, el director del Instituto de Computación de la Facultad de Ingeniería (Fing) de la Universidad de la República (UdelaR), Javier Biolosian, dijo a El País que en la actualidad, algunos jóvenes muestran interés por desempeñarse como desarrolladores y no como ingenieros y una de sus limitantes es que no encuentran una carrera intermedia que los introduzca de forma rápida en el mercado laboral.
Oferta educativa
A nivel público, la Fing ofrece la carrera más demandada y tradicional del sector: Ingeniería en computación que según indicó Biolosian, recibió a unos 1.300 estudiantes nuevos en 2025. Además, sostuvo que se trata de una carrera flexible y que funciona como base de una serie de especialidades. Otra de las carreras más demandadas es la de Ingeniería Eléctrica, que en la actualidad es la más vinculada al uso de IA.
Sin embargo, las carreras vinculadas a IA son las más recientes y se concentran en una serie de maestrías, la UdelaR ofrece la maestría en Ciencia de Datos, también dictada por la Universidad Católica del Uruguay (UCU). El decano de la Facultad de Ingeniería y Tecnologías de la UCU, Rodrigo Achigar, y la directora de carreras IA de la UCU, Lyl Ciganda, explicaron a El País que además de las carreras tradicionales, la más reciente es la Licenciatura en Business Analytics y la tecnicatura de Analista en Informática, que comenzaron a dictarse en 2024.

Una de las pioneras en materia de ciencia y tecnología en Uruguay fue la Universidad Tecnológica (UTEC). Con el objetivo de descentralizar la educación, las clases son dictadas bajo distintas modalidades que permiten llegar a 260 localidades de todo el país. El coordinador de la licenciatura en Ingeniería de Datos e IA en Rivera, Vitalio Alfonso, señaló que este año ingresaron 1.571 estudiantes nuevos y aseguró que durante los últimos años, la ingeniería se complementó con otras carreras del área logística, agroambiental, biomédica y artística.
Por su parte, el decano de la Facultad de Ingeniería de la ORT, Eduardo Mangarelli, sostuvo que tanto la Licenciatura en Sistemas como la carrera de Ingeniería de Sistemas, cuentan con materias específicas y dos posgrados vinculados a IA. Mangarelli también resaltó que la universidad ofrece carreras técnicas no universitarias: programador y analista de TI. En cuanto a la IA en el aula, el decano de la ORT señaló que desde la institución se intenta darle un uso constructivo para que aporte a los distintos programas.
En ese sentido, el director de la carrera Ingeniería de datos e IA de la Universidad de Montevideo (UM), Pablo Fleurquin, indicó que se trata de una herramienta todavía emergente en el aula y destacó la falta de regulación y controles vinculados a la IA. A nivel empresarial, sostuvo que la automatización de procesos requiere cada vez más profesionales especializados en el área TI para acompañar este trabajo.
Desempleo 0%
El sector TI tiene áreas con desempleo 0, lo que lo vuelve una de las actividades más dinámicas de la economía. Se trata de una industria con las mayores y más rápidas tasas de crecimiento en demanda laboral. Según indicó Ciganda, la demanda de puestos vinculados a IA crece tres veces más rápido respecto a la de otros perfiles.
Los especialistas coincidieron en que el área con mayor demanda de personal dentro de la industria TI es el de análisis y desarrollo de datos, con más del 10% de los llamados laborales, lo que se traduce en unos 560 puestos de trabajo. Además, agregaron que la demanda de talento no proviene solo de empresas TI, sino que otras ramas de actividad también requieren profesionales del área, lo que dificulta aún más encontrar personal capacitado.
Alfonso resaltó que resulta complejo encontrar profesionales capacitados para áreas específicas de TI y agregó que en el caso de la UTEC, para compensar esa falta, se contratan docentes extranjeros.

En particular, la falta de talento femenino no solo preocupa a las empresas sino que el sistema educativo registra una menor cifra de estudiantes mujeres en el área tecnológica. En ese sentido, Ciganda señaló que es un sector “masculinizado”, no solo a nivel de empresas sino también en la educación donde la mayoría de los docentes son hombres.
De acuerdo al último observatorio de la CUTI, en 2023 se registró un total de 6.691 ingresos a carreras TI en el sistema educativo público y privado y la brecha entre ingresos y egresos indicó que 19 de cada 100 estudiantes obtuvieron su título. Por su parte, las mujeres representaron el 32% de los ingresos, el 25% de la matrícula total y el 34% de los egresos.
Mercado laboral
La baja matriculación en algunas carreras repercute de forma directa en la inserción de los jóvenes en el mercado laboral de la industria TI. Achigar explicó que la rama de IA es la que aumenta de forma más rápida con un crecimiento proyectado de US$ 60.000 millones para los próximos dos años. Sin embargo, el desarrollo de esta herramienta requiere importantes obras en infraestructura de telecomunicaciones, que según explicó está valuado en US$ 80.000 millones con tasas de crecimiento anuales de casi 15%.
El decano de la Facultad de Ingeniería de la UCU señaló que el desarrollo de IA se trata de una importante oportunidad para formar gente y agregó que “revitaliza” al sector de la ingeniería en general y agregó que hace falta incentivar a los jóvenes sobre el futuro profesional que implican estas disciplinas cada vez más interconectadas.
Los especialistas coincidieron en que la posición de Uruguay como Hub tecnológico en la región permite que el sistema educativo adopte la infraestructura necesaria para desarrollar este tipo de carreras.
El coordinador de la UTEC destacó que los recursos destinados a estas disciplinas en el departamento de Rivera “no tienen mucho que envidiar” a los de la región. Por otra parte, resaltó el trabajo del cuerpo docente que para radicarse y trabajar en el interior, recibe incentivos económicos debido al bajo nivel salarial en comparación al de la industria TI.
Fuga de cerebros
La industria de software es una de las que más adopta la modalidad de teletrabajo con el 46% de los trabajadores TI, según indicó el último monitor laboral de Advice 2024. Sin embargo, esta flexibilidad permite que uruguayos trabajen para otros países con salarios más competitivos, lo que resulta en una “fuga de cerebros”.
La migración de personas con alta formación académica -fenómeno que se conoce como “fuga de cerebros”- puede implicar atrasos en el desarrollo económico y social de un país. Sin embargo, en la actualidad esta problemática es más fácil de mitigar debido a las posibilidades del trabajo remoto y la formación a través de herramientas virtuales.
Los especialistas coincidieron en que la herramienta que permite trabajar a distancia hace que empresas extranjeras se fijen aún más en las cualidades de los recursos humanos uruguayos y que desde las universidades se fomenta la formación en el exterior del país.
En ese sentido, Alfonso resaltó que se trata de un fenómeno que ocurre a nivel mundial y que las herramientas virtuales de la UTEC, modifican la calidad de vida de los estudiantes, que en varios casos se trata de las primeras generaciones en acceder a educación terciaria en localidades del interior del país.