ESTUDIO
Según Uruguay XXI, el país recibió el año pasado unos US$ 1.403 millones de Inversión Extranjera Directa
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Uruguay recibió unos US$ 1.403 millones durante al año pasado de Inversión Extranjera Directa (IED) neta, lo que significó un incremento significativo frente al año anterior cuando, según los datos del Banco Central (BCU), el país había recibido un flujo de inversión de US$ 545,6 millones. Los datos se desprenden de un informe elaborado por la agencia de promoción de inversiones, exportaciones e imagen país, Uruguay XXI, publicado ayer.Los flujos de IED se dividen en tres modalidades: aportes de capital, reinversión de utilidades y préstamos entre empresas emparentadas.
De acuerdo con las cifras de 2021, los aportes del capital fueron positivos durante todo al año al totalizar US$ 807 millones. Mientras que la reinversión de las utilidades registró un total de US$ 2.565 millones “un pico que no se había observado en la última década”, según señaló Uruguay XXI. Dicha cifra implicó un “fuerte rebote” en comparación con los registros de 2020 cuando los valores habían sido negativos por US$ 285 millones.
“Las reinversiones constituyen el componente de la IED que reflejó más rápidamente los efectos de la pandemia, en la medida que la actividad de las empresas se redujo por el confinamiento, generando un impacto directo en sus márgenes de ganancia”, señaló el informe.
En tanto, la tercera modalidad, la de préstamos entre empresas emparentadas, registró valores negativos por US$ 1.968 millones. “Estos préstamos conforman el componente más volátil de la IED, puesto que se componen de flujos entre las empresas filiales y sus casas matrices en el exterior”, indicó el documento de Uruguay XXI.
Destinos
España se ubicó en el primer lugar del ranking como el país que acumuló más inversión en Uruguay, con una participación del 18% del total. De acuerdo con Uruguay XXI, las empresas españolas han invertido principalmente en el sector industrial (fundamentalmente proyectos de energía eólica) y los servicios globales (servicios financieros, empresariales y fintech).
No obstante, desde la agencia de promoción señalaron que también se registraron inversiones españolas en otros rubros de la economía uruguaya, tales como en negocios agroindustriales, industria alimenticia y farmacéutica.
El segundo país con mayor inversión en Uruguay fue Argentina, con un peso del 15% en el total de IED recibida. Las inversiones realizadas por el país vecino tuvieron como destino la agroindustria, la industria alimenticia y la farmacéutica. Sin embargo, desde Uruguay XXI destacaron que “en los años más recientes, se manifestó un interés creciente de los flujos de capitales argentinos en el sector de servicios corporativos”.
El tercer país que acumuló más inversión en Uruguay fue Finlandia, este país representó el 10% de la inversión total, debido principalmente a los negocios en plantas de celulosa.
En cuarto lugar se ubicó Brasil, con un peso del 9% en el total de IED recibida. De acuerdo con el reporte de Uruguay XXI, las inversiones de este país vecino tuvieron como destino principalmente los negocios agroindustriales.
De acuerdo con el informe de Uruguay XXI basado en los datos del BCU, el sector financiero y de seguros “fue el que más atrajo flujos de inversión”, con una participación en el 41% del total, seguido por las industrias manufactureras con un peso del 30% y el comercio con una representación del 15%.
Proyectos
Entre los años 2020 y 2021, Uruguay captó más de 100 proyectos de inversión por parte de empresas extranjeras. En este sentido, el informe de Uruguay XXI señaló que el 75% de los anuncios de inversión relevados corresponden a nuevas inversiones, mientras que el 25% restante tuvo que ver con fusiones y adquisiciones empresariales.
Por otra parte, el 60% de las inversiones anunciadas corresponde a actividades en el sector hub de comercio y servicios, en tanto el 19% corresponde a actividades de producción industrial y el 21% restante corresponde a inversiones enfocadas en la atención del mercado interno.
Uruguay al mundo
De acuerdo con el informe de Uruguay XXI, los flujos de inversión directa desde el país al resto del mundo totalizaron US$ 1.307 millones el año pasado, “y marcaron una recuperación frente a los registros de 2020”.
De acuerdo con el documento de la agencia de promoción de inversiones, el aumento en los flujos de inversión desde Uruguay al mundo se constató a nivel de todos los componentes de la IED. No obstante, el organismo advirtió que “se debe tener en cuenta que Uruguay actúa en ocasiones como país de tránsito del capital, por lo cual el propietario último de las compañías puede ser residente en otras localidades”.
A nivel de América Latina, el continente emitió inversiones al exterior por un monto total de US$ 40.766 millones en 2021, lo que significó una “fuerte recuperación” en comparación con el desempeño que había tenido la región latinoamericana en 2020.
El futuro incierto por la guerra en Ucrania
La guerra entre Rusia y Ucrania también genera un futuro incierto para los flujos mundiales de IED en 2022. Debido a ella, se amplificaron los efectos inflacionarios y aumentó el costo de alimentos, combustible y materias primas. Esto generó un gran desequilibrio entre la oferta y la demanda, sumado a las dificultades ocasionadas por la pandemia. Esto llevó a que los países adoptaran una política monetaria más restrictiva, por lo que aumentaron las tasas de interés. Otra problemática la plantea la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), ya que prevé que los flujos mundiales de IED en 2022 tendrán una tendencia a la baja (en comparación a 2021), manteniéndose estables “en el mejor de los casos”, indica el informe de Uruguay XXI. Además, la economía mundial sufrirá cambios en sus proyecciones. En Estados Unidos se están ajustando continuamente los pronósticos y las estimaciones de la reserva federal, apuntando a un crecimiento inferior a 2% en 2022 y 2023. Por otro lado, China frenó su actividad económica debido a una estrategia anti-COVID. Aunque las mejoras sanitarias son alentadoras en el país asiático, no hubo cambios en la política “COVID cero”. La incertidumbre política también afectará las inversiones en ltinoamérica, ya que entre 2022 y 2023 hay elecciones presidenciales en algunas de las principales economías receptoras de IED. Esto podría ocasionar un retraso las decisiones de inversión en estos países.