URGENCIA
El actual directorio ultima los detalles de un paquete de medidas de corto plazo para evitar que el organismo se quede sin reservas.
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El nuevo Directoriode la Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios (Cjppu) enfrenta un doble desafío: primero, evitar que la institución desaparezca en 2024y luego implementar una reforma estructural que asegure su sostenibilidad en el largo plazo.
A la crítica situaciónse le suma la falta de tiempo y la expectativa por parte del Poder Ejecutivo que está hace meses a la espera de que la caja le presente su plan de reforma.
Para lograrlo, las autoridades van a tomar “medidas antipáticas” pero “necesarias” para “salvarle la vida a la caja”. Así lo afirmó en diálogo con El País la novel presidenta de la institución, Virginia Romero.
En este sentido, el actual directorio ultima los detalles para presentar al Poder Ejecutivo un paquete de “medidas urgentes”, de corto plazo, provisorias y con las que buscarán cubrir el saldo negativo de la institución por aproximadamente cinco años.
Entre las iniciativas que se evalúan, algunas pueden ser tomadas directamente por las autoridades de la caja pero otras requieren modificaciones legales, por lo que deberán ser tratadas en el Parlamento.
La semana pasada el directorio se encaminaba a aprobar las medidas pero según explicó Romero, “se le pidió a los servicios técnicos un ajuste nuevo en los números” y aún están a la espera de esa información, por lo que el paquete no se terminó de definir.
Romero: “La caja no tiene tiempo, el Ministerio de Trabajo está esperando que le presentemos las medidas que proponemos"
“Estamos analizando el aporte que tiene que hacer cada uno de los colectivos de la institución y tratar de compatibilizar los números. Lo que es cierto es que no van a ser medidas simpáticas, lo sabemos, pero nosotros vinimos acá a tomar las decisiones que hay que tomar porque la caja está primero y no hay dos posiciones en esto”, afirmó Romero.
En este sentido, el director por la lista 35 Blauco Rodríguez remarcó a El País que la situación de la caja paraestatal es “crítica” desde el punto de vista económico y financiero.
“Tenemos una fecha de caducidad a 2024, este directorio asumió conociendo esa situación y aunque no es fácil tenemos que tomar las medidas que aseguren que la caja no va a desaparecer. Estamos en una gestión de emergencia pero tenemos claro que la institución va a seguir existiendo y cumpliendo con sus prestaciones”, señaló.
Romero: “Hoy no es un planteo" pedirle dinero al Estado "pero quizás nos falte algo para llegar el último año".
Por su profesión de médico, Rodríguez explicó que con la situación de la caja pasa lo mismo que en la sala de emergencias en un hospital.
“Cuando llega un paciente grave la prioridad número uno es salvarle la vida, luego proteger la función de sus sistemas y por último, la estética. Esto es exactamente lo mismo, tomaremos medidas que impliquen alguna lesión y estéticamente no va a quedar bien pero es para salvarle la vida a la caja. Esas soluciones urgentes nos van a dar tiempo para luego resolver a futuro lo que estéticamente no quedó bien”, ejemplificó el director en alusión a la reforma estructural de la caja.
Las medidas de largo plazo comenzarán a negociarse en la interna del directorio luego de que las autoridades presenten las soluciones urgentes al Ejecutivo.
“La caja no tiene tiempo, el Ministerio de Trabajo está esperando que le presentemos las medidas que proponemos y ahí nos empezamos a reunir, están esperando porque somos nosotros los que les tenemos que decir cómo estamos planificando la supervivencia”, señaló Romero.
En este sentido, el vicepresidente de organismo Daniel Alza -quien ya formaba parte de la caja en el período anterior- manifestó a El País que para poder sanear la situación del organismo es clave el “esfuerzo” de todos los involucrados.
“Les vamos a pedir un granito de arena a todos: activos, pasivos y funcionarios pero siempre buscando la autonomía económica y financiera”, indicó.
Romero: "Nuestra propuesta no está pensando en préstamos al Poder Ejecutivo"
El año pasado el directorio anterior de la caja pidió al Estado un“préstamo puente” para mitigar parcialmente la crítica situación económica del organismo. Romero, quien en ese entonces era la presidenta del Colegio de Contadores, Economistas y Administradores, había afirmado que las soluciones “deberían venir desde la caja” y había rechazado la idea de que el Estado ayude a solventar la situación.
En entrevista con El País ratificó su posición de defender la autonomía de la caja pero no descartó pedir ayuda a las autoridades.
—¿Van a solicitar ayuda económica estatal?
—No queremos. Queremos que la caja pueda ser autosustentable, pero no depende 100% de nosotros. Como las medidas tienen que ser negociadas con el Poder Ejecutivo y luego con el Legislativo hoy no podemos decir si no vamos a necesitar apoyo estatal. Nuestra propuesta no está pensando en préstamos al Poder Ejecutivo. Hoy no es un planteo pero quizás nos falte algo para llegar el último año.
—¿Qué plazo definieron para empezar con la reforma de largo plazo?
—Hoy estamos con las medidas de urgencia que no resisten mucho análisis, las nuestras son medidas de impacto para hacer caja ya. La reforma estructural la vamos a plantear inmediatamente que salgamos de esto porque no tenemos más tiempo.
REFORMA ESTRUCTURAL. Entre las principales medidas que analiza el directorio a largo plazo -las cuales comenzarán a dar rédito entre el quinto o sexto año en adelante-, Romero señaló que se subirá la edad mínima de retiro, habrá cambios en la tasa de reemplazo, se evaluará modificar las escalas de sueldos fictos o inclusive cambiar el sistema de aportes, así como también indicó que podrá haber cambios en la forma de cálculo del sueldo básico jubilatorio.
“Son temas que estarían sobre la mesa pero va a llevar más discusión porque vamos a hacer un cambio de paradigma para lograr la sustentabilidad de la caja por 30, 40 o 50 años más”, dijo la presidenta.
En marzo del año pasado, la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS) había advertido en suinforme de diagnóstico sobre el sistema jubilatorio que la gobernanza de la Caja Profesional “se ha evidenciado poco eficaz”.
Sobre este punto, los tres integrantes del directorio reconocieron que en las administraciones anteriores hubo discrepancias y falta de acuerdo “que no permitieron tomar las medidas necesarias” para evitar la crisis actual, “ya sea porque no se quiso, no se pudo o no se supo cómo” hacerlo. No obstante, señalaron que ahora “hay consenso” y que la situación “es distinta porque la necesidad es otra”.