El futuro de las energías renovables y las inversiones millonarias que se esperan en Uruguay en ese sector

Las principales empresas públicas del Uruguay cuentan con varios proyectos sustentables.

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El presidente Luis Lacalle Pou en el IX Congreso Latam Renovables celebrado en el LATU
El presidente Luis Lacalle Pou en el IX Congreso Latam Renovables celebrado en el LATU.
Foto: Presidencia

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Hace un par de semanas la Red de Política de Energía Renovable para el Siglo XXI (REN21), destacó a los países que tienen mayor participación de las energías renovables en el consumo total de energía y Uruguay se posicionó dentro del top 10 de países a nivel global, siendo uno de los tres sudamericanos en formar parte del mismo.

Dicho reconocimiento hace énfasis en la importancia que se le dio y da a nivel nacional al uso de este tipo de energías, con la finalidad de lograr un futuro y una sociedad sustentable. UTE y Ancap juegan un rol protagónico para que eso se haga realidad. Ahora, ¿cuál es el presente y el futuro que auguran estas empresas y qué planes tienen en carpeta para el Uruguay?

Silvia Emaldi, presidenta de la UTE, sostuvo que al día de hoy, Uruguay tiene -por la instalación de la gran cantidad de fuentes renovables que hizo años atrás- en media un 97% de generación renovable, aunque esta se ha visto disminuida en los tres últimos años básicamente por la sequía que el país ha vivido, por lo que ha bajado al orden del 90%.

A su vez, afirmó que durante el 2023 hubo un 61% de participación de energías renovables (debido a la sequía extrema que transita el país), por lo que para cubrir la generación necesaria, UTE ha importado un 22% de la energía de Brasil debido a “un objetivo de eficiencia de costos”, ya que la energía proveniente del país vecino es de vertimiento porque allí ha llovido de manera abundante.

“Si sumamos -en lo que va del año- el uso de las energías renovables más lo que importamos de Brasil, un 83% de la energía estuvo cubierta por lo que serían energías renovables nuestras o del país vecino y un 17% por nuestras fuentes térmicas”, explicó Emaldi ayer en el IX Congreso Latam Renovables celebrado en el LATU.

Destacó además que esperan con ansias volver a la situación habitual donde el excedente de energía eléctrica ha permitido exportar (sobre todo en los años 2021 y 2022) volúmenes muy importante a los países vecinos. De hecho, en el año 2021 se exportó energía eléctrica por US$ 560 millones a Brasil y en el año 2022 unos US$ 250 millones a Argentina, situación que en este año se ha visto “notoriamente reducida por las razones ya mencionadas”.

Expansión y reformas

En lo que refiere a mejoras e inversiones en energía sustentable, Emaldi dijo que al día de hoy el foco de la generación sustentable está respaldado por “un plan de inversiones muy grande”, llegando a un total de US$ 1.370 millones entre las inversiones propias de UTE más las que hacen a través de leasing y fideicomisos (estas últimas dos están dirigidas a lo que es la expansión de la red de transmisión). El cierre del Anillo de Transmisión Norte del país es la mayor obra que está haciendo UTE en este período, con un presupuesto de US$ 220 millones, que permitirá cerrar dicho anillo y que toda la energía -tanto a nivel nacional como en el intercambio energético con los países vecinos- tenga una mejora en la estabilidad.

Por otro lado, Emaldi anunció que se está “desarrollando un plan de expansión de la generación de energía renovable desde 2025, que seguirá en 2026 y 2027”. En ese marco, UTE invertirá US$ 100 millones en parques solares por 100 megavatios, de los cuales 25 megavatios estarán instalados en la central de Punta del Tigre y el resto en el norte del país.

“Es necesario incorporar energía solar, ya que es complementaria a la existente. Esta inversión será 100% de UTE, luego sí, se evalúa que haya inversión privada”, añadió.

A su vez, la presidenta de UTE afirmó que están invirtiendo en las redes a nivel de distribución de energía porque “los nuevos suministros están creciendo a cifra significativa y la demanda energética en el país también está creciendo en forma significativa”, debido a que los nuevos emprendimientos locales a nivel agro, por ejemplo, hacen que la infraestructura energética tenga que estar adaptándose constantemente, pero que forma parte del crecimiento que están notando dentro del sector.

Además, a fin de año en Uruguay el 80% de los medidores de energía serán inteligentes. Según Emaldi, esta nueva herramienta le posibilita a UTE conocer cada 15 minutos cuál es la lectura de dicho medidor, conociendo de esa forma las dinámicas de consumo de la zona para ofrecerle al cliente productos y servicios más personalizados, sumado a que cada persona podrá ver a través de la aplicación del ente cuál tarifa sería la más adecuada en relación a su realidad y el uso que le da a la energía.

En ese marco, Emaldi aseguró que el objetivo es que para fines de 2024 el 100% de los medidores instalados en el país sean inteligentes, para lograr ser de los pocos países en el mundo con esa característica.

Por su parte, el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, habló sobre la estrategia que tiene la petrolera en cuanto a la energía renovable.

En ese marco, indicó que la visión que tienen desde la empresa para acoplarse al mundo de la energía sustentable es “pasar de ser una pequeña refinadora a una empresa de energías sustentables”.

“La oportunidad más grande aquí la tenemos en la producción de bio gasoil y bio turbo combustible que es altamente demandado por el mundo. La idea es tener para fines de 2024 decisiones finales de inversión ya hechas para este tipo de proyectos”, aseguró Stipanicic.

De todas formas, afirmó que eso conlleva riesgos. ¿Por qué? Debido a que producir un litro de gasolina sintética sale “dos o tres veces más caro” que la gasolina común, por lo que, según el presidente de Ancap, entran en un “dilema ético” debido a que “la gasolina tiene que seguir siendo barata” aunque se quiera realizar este tipo de inversiones o reformas sustentables en el rubro.

Ancap también trabaja en atraer empresas que deseen invertir en Uruguay. De hecho, comenzaron un proceso de selección para que el departamento de Paysandú cuente con interesados para realizar proyectos en dicho suelo. De las propuestas que le llegaron a la empresa (algunas de ellas multimillonarias para el país), Ancap apostó por trabajar junto a HIF, una empresa global de e-combustibles que invertirá en el departamento con el fin de producir combustibles sintéticos con hidrógeno verde y CO2 reciclado que puede utilizarse en autos, barcos, camiones y aviones.

“Es un proyecto de electrogasolina de casi US$ 2.000 millones de inversión estimada, asociada a una inversión de generación y transmisión eléctrica de energía renovable de otros US$ 2.000 millones, explicó Stipanicic.

Aseguró que es un proyecto “innovador y rupturista” a nivel mundial. “No hay muchos proyectos funcionando o en cartera en relación a los combustibles sintéticos”, agregó.

Asimismo, hizo énfasis en que “la transición energética supone que tenemos que seguir introduciendo algunos fósiles cada vez más verdes y cada vez menos intensos en CO2”.

las “Claves” de la energía

Movilidad eficiente y sostenible

El ministro de Ambiente, Robert Bouvier, hizo énfasis en que desde el gobierno “están firmes en avanzar en acuerdos que sienten las bases para futuras inversiones en renovables, eficiencia energética e hidrógeno verde, proporcionando transparencia en cuanto al cumplimiento de la legislación medioambiental correspondiente.

Destacó además que uno de los posibles usos del hidrógeno verde es en el combustible para el transporte pesado, generando un cambio eficiente en los diversos medios de transporte.

Los pilares en materia energética

Omar Paganini, ministro de Industria, Energía y Minería, sostuvo que la segunda transformación energética se apoya en la eficiencia energética, ya que es “una política estable que viene desde la primera etapa, brindando mejor calidad, confort y acceso a la energía, pero también economía en el uso de los recursos”.

El segundo pilar de la transición energética está basado en la electromovilidad, pero el fundamental “se basa en los nuevos energéticos (hidrógeno verde) y también en nuevos combustibles en general”, afirmó.

Momento de cambios en el sector

El presidente de la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (Auder), Marcelo Mula, sostuvo que se está ante un momento de inflexión del sector energético mundial, en donde a los temas ambientales que promovieron el acuerdo de países 2015 (cambio climático y la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero), se le suma ahora “la nueva realidad geopolítica energética mundial como consecuencia del conflicto bélico en Europa, que no hace más que acelerar los procesos de transición energética”.

Impacto económico de las energías renovables

Durante el IX Congreso Latam Renovables, Tamara Schandy, socia de Exante, hizo un repaso de la envergadura del cambio de la matriz energética en Uruguay y su impacto en el costo de abastecimiento de la demanda. En ese sentido, destacó que en los últimos 15 años Uruguay duplicó su potencia instalada, ubicándose de esa manera a la vanguardia mundial en lo que refiere a la proporción de generación de fuentes renovables.

Sostuvo que, a pesar de los dos últimos años particularmente secos que sobrelleva el país, en 2019 el 98% de la generación de energía eléctrica fue en base a fuentes renovables locales. Otro elemento importante de la transformación es que en base al incremento de la potencia instalada y lo que fueron los avances en la interconexión, Uruguay pasó a ser un exportador neto de electricidad a la región, logrando un promedio del 13% de la oferta local destinada a exportación en el período posincorporación de fuentes renovables.

Afirmó además que las exportaciones son algo bueno, pero también ve de manera positiva “el poder tener la capacidad de importar en momentos como este, siendo económicamente conveniente frente a la alternativa de prender centrales térmicas”.

Otro punto en el que hizo énfasis la economista es que la demanda local de electricidad ha ido creciendo, pero desde el punto de vista económico ha crecido menos que el Producto Interno Bruto.

“Con el paso del tiempo Uruguay se va haciendo más eficiente en el uso de la energía, tanto a nivel residencial como no residencial”, agregó.

Por último, dijo que el costo bruto de abastecimiento de la demanda bajó un 10% en dólares y un 30% en términos reales, pero que “si lo miramos entendiendo que los ingresos por exportaciones nos permiten abatir el costo de la atención de la demanda local, es una caída de 30% en dólares y más del 40% en términos reales”, sentenció.

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