ENTREVISTA
En entrevista con El País, Paula Santilli habló de la situación de la región, de la preferencia por productos más saludables, de lo que generó el COVID y hasta de la competencia con Coca-Cola.
El jueves pasado, la CEO de PepsiCo Latinoamérica, Paula Santilli llegó a Uruguay para anunciar la inversión de US$ 64 millones en la ampliación en 60% de la fábrica de concentrados de bebidas que la compañía tiene en la zona franca de Colonia. Es una de las ocho plantas que la firma tiene en todo el mundo para producir los concentrados con los que luego se elaboran los refrescos de la línea Pepsi.
La ejecutiva, una de las mujeres más poderosas del mundo se reunió con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou (como dio cuenta El País el pasado viernes) y destacó las condiciones de Uruguay para invertir. En entrevista con El País habló de la situación de Uruguay, de la región, de la preferencia por productos más saludables, de lo que generó el COVID-19 y hasta de la competencia con Coca-Cola. Lo que sigue es un resumen de la entrevista (el viernes en El Empresario se publicarán más conceptos).
-¿Cómo ve el clima de negocios en Uruguay?
-Muy bueno, muy bueno y así se lo dijimos al presidente Lacalle Pou. Le agradecimos esa institucionalidad increíble que Uruguay tiene, la economía sana, la seguridad jurídica. El capital es como que está volando en un dron arriba de Latinoamérica y el capital baja a los lugares donde son estables, y hay seguridad jurídica y sabemos que las reglas son claras. La zona franca es la razón por la que estamos en Colonia, sino, estaríamos en otro lado. Además buscamos lugares donde haya talento, porque no podemos hacer nada si no hay talento que nos pueda acompañar en el manejo de la tecnología, son máquinas muy complejas. En Uruguay la gente aprende a manejar cualquier tecnología y es uno de los aspectos que agradecemos.
-Internamente los empresarios muchas veces se quejan de que es un país caro, de que la rentabilidad no es buena en algunos negocios, ¿cómo se ve del lado de un inversor extranjero?
-En el caso de PepsiCo lo que valoramos es la estabilidad económica y las reglas jurídicas bien claras. Eso es muy importante para PepsiCo, porque nos permite -como empresarios que somos- una mirada de largo plazo. Nosotros no miramos nuestros negocios en uno o dos años, miramos más allá de una pandemia por ejemplo. Sabemos que los negocios van a crecer y por eso invertimos en Uruguay.
-Pero, ¿cómo ven la competitividad del país?
-Uruguay nos da tranquilidad como empresarios. Siempre va a haber problemas. Una pandemia se nos cruzó a todos y justamente cuando hay temas así de difíciles, Uruguay es un lugar increíble para invertir. Lo felicité al presidente por su trabajo en la pandemia. Como empresa en toda Latinoamérica y en todo el mundo estábamos mirando los distintos escenarios de manejo de la pandemia y fue radicalmente diferente en un lado y otro. Tuve que manejar temas muy difíciles en la pandemia y Uruguay lo hizo muy bien, tienen vacunas. Habla de la solidez de la gestión. Es un indicador de que están para hacer una gestión sólida que proteja al ciudadano.
-¿Qué más habló con el presidente Lacalle Pou?
-Cuando empezó la pandemia y tratábamos de entender qué era, me puse a pensar: si no hay un abasto normal de alimentos y bebidas a supermercados y almacenes, corremos un riesgo de disturbios sociales, ansiedad y preocupación como nunca. Entonces, también le dije al presidente: “sabe qué, agradezcanos, porque también nos costó mantener la seguridad de las plantas”. Nunca tuvimos un foco de infección que nos generara problemas de abasto en ninguna planta de Uruguay. Pero, fue un trabajo durísimo como empresarios de la alimentación y bebidas: comprar millones de máscaras, millones de litros de alcohol, empezar a poner acrílico por todos lados, cambiamos las rutinas de los comedores, entrenamos a la gente, transportamos gente en algunos lados. Mi angustia en marzo de 2020 era: si empiezan a faltar alimentos y bebidas en los supermercados, va a ser triste para Latinoamérica, pero no pasó. Pudimos, pudimos porque tenemos un equipo que dio vuelta mil cosas con una agilidad impresionante. Fue un gran aprendizaje. Lo hizo toda la industria de consumo masivo, en algunos casos trabajamos en equipo, y creo que trajimos paz a las ciudades, a los pueblos. No fue menor.
-¿Qué le dijo el presidente?
-Nos escuchaba con atención. Le contamos esto, le contamos en detalle la inversión y le dimos la confianza de que para adelante, compañías como PepsiCo estamos para invertir. No nos asustan estos serruchos que se generaron, PepsiCo está para invertir en el largo plazo.
-América Latina suele ser una región turbulenta, hemos visto en los últimos años destituciones de presidentes, protestas sociales, ¿cómo hacen para que el negocio siga creciendo?
-Estamos para crecer con las condiciones que tenemos en cada país y como dices en algunos lugares no es sencillo. Miramos hacia adelante, tenemos una visión de largo plazo y además como latinoamericana tengo la esperanza que en donde hay problemas, un día no haya problemas y volvamos a un negocio más sustentable. Hoy estoy elegante porque lo fui a ver a Lacalle Pou, pero mi mejor estado es con las botas de seguridad caminando las calles, yendo a los campos. Lo que sí sé porque lo veo directamente, me lo dicen los proveedores, es que donde estamos generamos crecimiento. Enseñamos a los agricultores como trabajar correctamente, a los proveedores cómo manejar cuestiones de sustentabilidad, residuos. Los obligamos en ocasiones a invertir para ser más sustentables. Somos en muchos casos una punta de lanza en muchas cosas.
-En una entrevista con La Nación decía que no le gusta estar encerrada en una sala de reuniones, sino que le gusta estar recorriendo plantas, centros de distribución. ¿Qué le aporta eso a su trabajo como CEO?
-¿Viste cuando estás viendo un partido de fútbol y el audio con el video no coinciden? Estar en la calle, que es lo que más me gusta, me permite ver si lo que estoy viendo en la sala de reuniones, en la computadora, es realmente lo que está pasando en la calle. Nuestras categorías tienen una ubicuidad gigantésca, están en cientos de miles de almacenes, supermercados. Si no estamos ahí con las antenas paradas, mirando al consumidor, mirando al cliente, mirando a la competencia, perdemos competitividad. La calle lo que me da es que haya coincidencia entre el audio y el video. Cuando hay coincidencia, estamos encaminados, somos competitivos, hay un plan que funciona. Si tengo desfases entre lo que veo en la computadora y lo que veo en la calle, empiezan mis alarmas para ver si tenemos un problema. Especialmente fue muy importante con la pandemia.
-¿Por qué?
-Muchas cosas cambiaron con la pandemia y había que estar muy a tono, para poder estar en una posición ganadora. El e-commerce por ejemplo, creció en todo el mundo y Latinoamérica no fue la excepción. Adaptamos tamaños de equipos, llevamos gente a e-commerce en un instante. O la otra muy divertida que le conté a Lacalle Pou es que ¡todo el mundo empezó a desayunar con avena Quaker! Y empezamos a vender avena Quaker como locos, y dijimos “¿de dónde vamos a sacar ahora la avena, que hay que plantarla una temporada antes para poder envasarla y alcanzártela al almacén o a los supermercados?”. Sí sufrimos un poco para adaptar todo, pero fueron los cambios que nos trajo la pandemia.
-Como nunca antes las empresas como PepsiCo están en la mira por todo lo que es alimentación saludable. Los snacks y los refrescos no se relacionan con ello. ¿De qué manera lidian con eso como empresa?
-Número uno: nuestros productos son para divertirse y pasarla bien. Están para los buenos momentos, las reuniones familiares, son productos que uno necesita para darse un gustito o una indulgencia, etc. Nuestros productos están hechos para eso y esos momentos nunca van a desaparecer. Dicho esto, estamos trabajando muy, pero muy activamente en lo que llamamos transformación de portafolio. Esto es lograr que los productos tengan menos negativos y más positivos. Reducción de sodio, grasas trans cero (no tenemos ni una grasa trans), reducción de grasas saturadas por utilización de mejores aceites, más productos horneados. En las bebidas que envasamos en plástico, el uso de plástico reciclado, uso e inversión en envases retornables que también es muy importante. Estamos testeando en Uruguay camiones híbridos, estamos instalando por todos lados -en Uruguay también- células solares, hacemos esto del land field zero (cero entrega a rellenos sanitarios). Sí tenemos una altísima conciencia que el consumidor y el cliente están cambiando y por supuesto estamos siendo súper activos invirtiendo en esto que es nueva tecnología para poder dejar un planeta mejor de lo que lo encontramos. Esa es la realidad.
-¿Cómo es la competencia con Coca-Cola, que es el líder en varios mercados de la región?
-Muy bien. Somos competencia sana entre todos. Sobre todo con Coca Cola que competimos face to face en muchos mercados, en el negocio de alimentos somos mucho más grandes que ellos que no tienen negocio de alimentos. Cuando una empresa es estable, sólida, sigue las mismas reglas de juego y sigue la ley; esos son los competidores que valen la pena, los competidores que siguen la ley igual que la seguimos nosotros. Y eso es valioso para Uruguay y Latinoamérica.
-¿No lo ven como una “guerra”?
-No, no lo vemos como una “guerra”. Estamos para competir y aceptamos toda la competencia. Claro que somos competitivos, no te voy a decir que no. Competitivos son ellos y somos nosotros, pero eso es lo que lo hace aún más interesante.
Paula Santilli fue una de las dos mujeres latinoamericanas en la lista internacional de 50 mujeres más poderosas del mundo de la revista Fortune en 2020, en el puesto 41. Además, ocupó el puesto 66 en el listado de las 100 mujeres más poderosas del mundo de la revista Forbes en 2020.
-De cierta forma abrió un camino, porque llegó a estar entre las mujeres más poderosas del mundo...
-El más importante es que estoy arriba de Rihanna. ¡Ay, Dios! ¡Cómo me emocioné! ¿Cómo es posible que esté arriba de Rihanna? No, se equivocaron…
-Más allá del reconocimiento, ¿estos logros significan una responsabilidad?
-¿Sabés qué? Es totalmente una enorme responsabilidad. No trabajo por los rankings, no trabajo para aparecer en los medios de comunicación. Trabajo para que podamos tener un negocio sustentable y para generar prosperidad en Latinoamérica. Entonces, hoy la realidad es que sí siento que las mujeres me están mirando. Sobre todo que las mujeres más jóvenes me están mirando. Y sé que yo no tenía a nadie para mirar. Realmente, en mi carrera que es de casi 30 años, hubo muy pocas mujeres, tristemente. Entonces, hoy soy totalmente abierta. Especialmente con las mujeres. Porque me parece que esa transparencia con las mujeres más jóvenes es lo que va a construir a la larga. Es algo como “si ella pudo, yo también”. Soy argentina, no es que soy alemana o estadounidense, no. Nací acá, en el Cono Sur. Y hoy estoy en esos rankings que mencionaste o tengo el privilegio de manejar más de US$ 7.000 millones de facturación de PepsiCo en Latinoamérica y la responsabilidad enorme de ser un ejemplo para las generaciones más jóvenes. Esta cosa de ser un farol de código de conducta, de tomar las decisiones correctas. La ética es para PepsiCo y para mí muy importante. La apertura y la transparencia me parece que le sirve muchísimo a las mujeres.
-¿Y qué les transmite?
-No tiene nada mágico. Si yo puedo, también puedes. Sí, trabajé mucho. Me encanta trabajar, esa es otra cosa que les digo. Es divertido trabajar. Me entretengo de lo lindo. Y sí hay momentos que son duros: “esto no puede estar pasando”, “¿dónde estamos yendo’”, “esto está tremendamente denso”. Sí hay momentos difíciles, pero lo que miro es el año, el mes, en el período más largo los problemas más difíciles se me evaporan y termino con lo que aprendimos, lo que crecimos, lo que pudimos hacer de bien en los negocios, etc.
Perfil
Paula Santilli es argentina, licenciada en Comunicación y Publicidad en la Universidad del Salvador (Buenos Aires) y con un posgrado en Marketing y Estudios Internacionales en la Miami University . Trabajó en marketing de Campbell y Kellog en Argentina. Desde 1992 y hasta 2001 fue country manager en ese país de Quaker. Cuando la firma fue comprada por PepsiCo en 2002 pasó a esta, donde ocupó varios roles en México hasta que en 2019 fue nombrada CEO para Latinoamérica.