Lo que se viene en Uruguay: Finanzas abiertas, ¿cómo funcionan, cuáles son los riesgos y cómo mitigarlos?

El Banco Central del Uruguay (BCU) trabaja en una hoja de ruta para que las instituciones financieras compartan información; expertos de los reguladores de Brasil y Chile aportan sus visiones

Compartir esta noticia
Nicolás Serrano (BCU), Matheus Rauber (Banco Do Brasil) y Claudia Sotelo (CMF Chile).
Nicolás Serrano (BCU), Matheus Rauber (Banco Do Brasil) y Claudia Sotelo (CMF Chile).

Las "finanzas abiertas" son el nuevo rumbo que está tomando Uruguay; un proyecto que adelanta el Banco Central (BCU)y que presentará en estos días, según marca su agenda.

Desde hace algunos años, los expertos del ente están cumpliendo una hoja de ruta que ahora intentan impulsar más para sumar instituciones financieras a esta iniciativa.

Entiéndase por “finanzas abiertas” a un modelo en el que diversas instituciones comparten, a través de APIS (interfaz que se usa para integrar el software de las aplicaciones), datos financieros de los consumidores.

El intercambio en el ecosistema -en construcción- significa que la información financiera circula en forma fluida, permitiendo a los clientes tomar mejores decisiones y a los oferentes participar con la oferta de sus productos y servicios financieros digitales.

Estos son solo ejemplos de las “finanzas abiertas”, las cuales son la base de un ecosistema financiero con múltiples ramificaciones y servicios a futuro.

Uruguay está avanzando paso a paso, porque existen ciertas resistencias por parte de grandes entidades que han trabajado -e invertido- mucho en sus bases de datos y ahora se enfrentan a la situación de compartirlas, probablemente con fintechs que, muchas de ellas, tienen poco tiempo en el mercado.

Pago digital

Nicolás Serrano, jefe de la oficina de Innovación del BCU, confirmó que, efectivamente, “el BCU adelanta una estrategia de finanzas abiertas” y destacó que las mismas aumentan la competencia entre los actores del sistema como factor favorable.

Aclaró que actualmente el central está abocado a la estandarización, soportes a las APIS, seguridad, principios de auditoria, mejores prácticas, auditoría y más.

“Uno de los retos es que, si el acceso a la información es desigual, en vez de ser un sistema inclusivo, repercuta en lo contrario”, advirtió en un foro sobre este tema en las XXXIX Jornadas de Economía del BCU que se llevaron a cabo la semana pasada, en las que El País estuvo presente.

Sobre las resistencias, Matheus Rauber, senior advisor del Banco Central de Brasil (Banco do Brasil), reconoció la complejidad de la implementación de las finanzas abiertas y apuntó que “se requieren incentivos para que los actores del mercado se sumen”. Esto es, quienes invierten en la innovación, “deben tener un incentivo para monetizar”.

La experiencia de Chile también puede servir de referencia. Claudia Sotelo, representante de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) de Chile (regulador y supervisor), señaló que en su país, las entidades -tal como en Uruguay y muchos otros lados- no estaban acostumbradas a compartir información, pero que fueron derribando barreras.

Para ello, el ente regulador organizó instancias consultivas, mesas y foros sobre este nuevo asunto y se recogieron visiones que alimentaron el intercambio y el rol consultivo y de secretaría técnica del tema, con comunicación frecuente con especialistas en las industrias.

“Hay que tener en cuenta que las finanzas abiertas implican un cambio tecnológico, pero también cultural”, consideró Sotelo. De ahí la importancia de los intercambios con los partícipes. Asimismo, es importante la educación financiera para que los clientes finales acompañen el proceso.

Un punto a favor de Uruguay, en relación a otros paises de la región, es la fuerte gobernanza del BCU y el hecho de que cuenta con una buena participación de la industria, lo que es vital para este desarrollo, que solo se puede construir en forma colaborativa.

De todas formas, el central está trabajando en reforzar su gobernanza y vínculos con los agentes del mercado, ya que debe traccionar con fuerza para concretar este proyecto y lograr que, por ejemplo, participantes que cuidan con recelo sus bases de datos y no se sienten cómodos con la interdependencia de los actores del mercado, busquen ser parte del ecosistema.

BCU
El Banco Central publicó la cuentas públicas del segundo trimestre 2024
Foto: Archivo El País

Definiciones y riesgos

La idea del BCU es que la información sea, al menos en algunos niveles, gratuita para el cliente final, lo que es cónsono con el objetivo de inclusión financiera que se propone el ente estatal, y también para que crezca el ecosistema.

Se prevé otro nivel de información no gratuita, pero Serrano no ofreció detalles al respecto.

En cuanto a los riesgos, están el tecnológico y la ciberseguridad, en la medida en que las instituciones deben contar con los sistemas adecuados tanto para resguardar como para compartir información.

El BCU visualiza una “APIficación” del mercado, es decir que las finanzas abiertas funcionen a través de APIS, tal como los mercados mencionados, Brasil y Chile.

Uruguay arrancó primero con la “banca abierta”, luego se avanzó en el desarrollo de un marco jurídico para este ecosistema (tarea que continúa) y ahora el foco está puesto en las “finanzas abiertas” propiamente dichas, donde las fintech se pueden sumar.

“Es importante ser ágiles en aspectos normativos”, apuntó Serrano.

Caso Brasil: el éxito de PIX

Rauber explicó que PIX está disponible actualmente a través de la integración de la API y Checkout en Brasil, con una probable inminente expansión a otros productos o plataformas en el futuro.

Repasó las instancias que llevaron a su país hacia el proceso de la internacionalización de las APIS y comentó que el central aprobó, en este mes de julio, una nueva estructura de gobernanza “con mayor equilibrio y profesionalización de su estructura” -dijo-, precisamente por los nuevos desafíos que enfrentan en Brasil, que incluyen monitorear la performance de las APIS, entre muchos otros.

“La interconectividad entre las instituciones financieras no es tan fácil. Eso es en lo que más han estado aprendiendo en Brasil”, agregó.

Ciberseguridad
Uno de los principios de la estrategia es que esté centrada en las personas, para que puedan "confiar en los sistemas".
Foto: Canva

Chile

Derribar barreras

Claudia Sotelo, representante del entre regulador de Chile, comentó que en su país se aprobó el pasado 3 de julio la norma que regula el Sistema de Finanzas Abiertas (SFA), la cual establece dos grupos de participantes: por un lado, el de bancos, emisores de tarjetas y de otros productos del servicio financiero; y por otro, el de proveedores de servicios basados en información (fintechs).

La clasificación en dos grupos seguramente sirve para atenuar algunas barreras en aquellos actores del ecosistema que quieren ser diferenciados.

También Chile tuvo que trabajar fuertemente en la implementación de la “Ley Finc” durante el último año. Esta ley tiene por objetivo establecer un marco general para incentivar la prestación de servicios financieros a través de medios tecnológicos que realicen los proveedores regidos por ella.

“Las APIS serán el mecanismo central por el cual se va a intercambiar información”, agregó Sotelo. Y lanzó otro comentario que bien podría servir de referencia para otros países de la región: “En Chile la base quedará disponible como bien público regional”.

Está previsto que en ese país el sistema de finanzas abiertas comience a operar en julio de 2026.

“Hay que ver lo que están haciendo otros países en materia de finanzas abiertas, pero sobre todo pensar que el sistema debe estar diseñado en función de los objetivos y situación de inclusión que tenga cada país, de su nivel de digitalización, habilidades digitales e infraestructura en el mercado”, enumeró al referirse a la hoja de ruta.

La educación financiera es un camino que se agrega para “limar el camino” hacia el desarrollo de este ecosistema que arrancó en el sudeste asiático y luego fue expandiéndose en Europa, sobre todo en Reino Unido al inicio, además de Estados Unidos y otras naciones que se fueron abriendo a las APIS. En la región, los más avanzados en estas tecnologías aplicadas son Brasil, Chile y Colombia.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar