La llegada de Paul McCartney dos veces a Uruguay (se apronta la tercera en octubre) o Roger Waters o los Rollings Stones, la de Coldplay y Taylor Swift en Argentina y la más reciente de Madonna en Brasil, revolucionaron no sólo a los fanáticos sino también a las economías de esos países. En Uruguay, los productores de este tipo de espectáculos grandes resaltan la falta de recursos y proveedores además de la alta carga impositiva.
A todo lo que es industria cultural (recitales, producciones audiovisuales, teatro, etcétera) se le denomina “economía naranja” y tiene un efecto nada despreciable en la actividad de un país.
Los espectáculos musicales generan efectos dinámicos que trascienden la venta de entradas, pero estos no son tan fáciles de medir. En especial, en cuanto al turismo y consumo. Así lo describió la economista e investigadora del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Deborah Eilender, a El País.
Además, destacó el “profundo movimiento” de la economía en cuanto a aspectos más indirectos como transporte, alojamiento, comidas y venta de merchandising.
También sostuvo que si bien Uruguay está preparado para recibir espectáculos de importante despliegue, consideró que algunos artistas van a Argentina o Brasil “por una escala poblacional”.
Por otra parte, el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral) estimó que se registraron 80 recitales en la ciudad de Buenos Aires durante los últimos cuatro meses del 2023. De esta manera, se estimó que asistieron 1.800.000 personas y se generó un impacto de entre US$ 40 millones y US$ 55 millones solamente por venta de entradas.
Fenómeno Taylor Swift
La cantante estadounidense, Taylor Swift, ya no es solo parte de “la industria musical”, sino que pasó a ser una parte de la economía de cada país que visita. Así lo señaló la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), quien estimó que la gira internacional “The Eras Tour” incrementó la actividad económica de cada región que visitó.
La Fed se refirió en su “libro Beige” de junio de 2023 al impacto de los conciertos de Swift en la ciudad de Philadelphia, donde las autoridades mencionaron un máximo en la ocupación de hoteles —que no se veía desde la pandemia de covid-19— con motivo de los tres shows agotados y otros eventos. Chicago alcanzó más de 44.000 habitaciones ocupadas con una ganancia de unos US$ 39 millones.
Por otra parte, en la ciudad de Cincinnati se duplicaron los ingresos en comparación al 2022 y llegaron a facturar US$ 1,3 millones solo durante los días que cantó Swift.
En Los Ángeles se estimó que los conicertos allí realizados generaron US$ 320 millones al Producto Interno Bruto (PIB) de la ciudad.
De acuerdo con la encuestadora estadounidense QuestionPro, se estima que la gira “The Eras Tour” en Estados Unidos pudo haber generado unos US$ 4.600 millones en gastos de consumidores para el total de la economía estadounidense.
Añadió que los espectadores gastaron un promedio de US$ 1.300 por show en conceptos como entradas, alojamiento, comida y viajes.
La gira que comenzó en marzo de 2023, tuvo una de sus últimas paradas hasta ahora en Madrid, España, donde se registró un aumento en la búsqueda de vuelos y hospedaje. Según Carlos Balado, profesor de OBS Business School y director de Eurocofín, el paso de Swift por la capital española generó un impacto económico de 150 millones de euros.
A tal punto ha llegado el efecto económico de los shows de Swift, que ya hay un término en inglés para denominarlo: “Swiftnomics”.
¿Y Uruguay?
La llegada de grandes artistas a Uruguay en los últimos años hizo que productoras como Gaucho invirtieran importantes cifras, en especial, en términos de logística. Así lo explicó a El País su director, Danilo Astori (h), quien resaltó que con cada artista viajan en promedio más de 30 personas.
Para Astori, el “sólido” precio del dólar en el país y la estabilidad financiera son aspectos fundamentales para el negocio.
“Brinda una imagen internacional muy favorable”, dijo y agregó que el relato de que los grandes artistas llegan al país luego de su mayor popularidad o casi al finalizar su carrera es “absolutamente insostenible”.
Sin embargo, destacó el pequeño mercado que es Uruguay y calificó como “absurdamente alta” la carga impositiva en el país.
En ese sentido, explicó que cada show internacional se lleva casi el 25% de la recaudación bruta, entre la Asociación General de Autores del Uruguay (Agadu), el Fondo Nacional de la Música (Fonam) y la Intendencia de Montevideo (IM). Por tal motivo, Astori consideró que producir en Uruguay “es caro” debido a la falta de recursos y proveedores.
The Cure, Blur, Gorillaz, Roger Waters y Fito Paez, fueron algunos de los artistas más renombrados que trabajaron con la productora. A Astori legustaría traer a Foo Fighters y Depeche Mode y resaltó una de sus producciones más recientes que todavía no tiene grilla anunciada: el festival Primavera Day Montevideo (el próximo 21 de noviembre), que marcará el debut local del festival barcelonés Primavera Sound.
El "terremoto" de Taylor Swift
Miles de seguidores de Taylor Swift tomaron literamente la canción ‘Shake It Off’ (’Sacúdelo’) y agitaron la tierra con sus bailes y aplausos durante los conciertos de la artista en Edimburgo, generando actividad sísmica a seis kilómetros de distancia del estadio de Murrayfield. Según publicó el British Geological Survey (BGS), el primer concierto fue el más enérgico de los tres días, con los ‘swifties’ haciendo que el suelo se moviera un máximo de 23,4 nanómetros. Los detectores de la agencia nacional de monitoreo de terremotos del Reino Unido registraron a los fans bailando al ritmo de la música y alcanzaron un pico de 160 pulsaciones por minuto durante ‘Ready For It?’. Según el BGS, en esos momentos la multitud transmitió 80 kilovatios de energía, el equivalente a unas 6.000 baterías de auto