INVESTIGACIÓN
Credit Suisse sostiene “sentirse cómodo” por actuar con “debida diligencia” sobre cuentas activas.
Credit Suisse tuvo miles de millones de dólares de fondos de origen criminal o ilícitos durante décadas, según una investigación internacional de varios medios de comunicación publicada el domingo, unas acusaciones que la entidad financiera suiza rechaza “firmemente”.
La investigación fue llevada a cabo por el Organized Crime and Corruption Reporting Project (Occrp), un consorcio de 48 medios de comunicación entre los que se encuentran Le Monde, The Guardian, el Miami Herald y La Nación.
La investigación empezó a raíz de una importante filtración de datos que llegaron de forma anónima al diario alemán Süddeutsche Zeitung hace poco más de un año.
Las cuentas identificadas por los periodistas como potencialmente problemáticas tenían más de US$ 8.000 millones en activos, según el Occrp.
“Basándose en una filtración masiva de información de miles de cuentas bancarias administradas por Credit Suisse [la investigación] demuestra que, desafiando las normas de vigilancia impuestas a los grandes bancos internacionales, el establecimiento, nacido en Zúrich, albergó durante varias décadas fondos vinculados al crimen y la corrupción”, escribe el periódico.
En un comunicado, Credit Suisse reaccionó diciendo que los datos estudiados eran “parciales, inexactos o sacados de contexto, lo que resulta en una presentación sesgada de la conducta empresarial del banco”.
“El 90% de las cuentas afectadas ya han sido cerradas, más del 60% de las cuales se cerraron antes de 2015”, dijo el banco, añadiendo que estaba “llevando a cabo una investigación” sobre la filtración de datos.
“Sobre el resto de cuentas activas, nos sentimos cómodos puesto que se ha actuado con la diligencia debida y se efectuaron controles conforme a nuestro marco actual. Seguimos analizando los hechos y tomaremos pasos adicionales si es necesario”, aseguró la entidad.
Clientes en la región.
El banco supuestamente desoyó las advertencias de sus propios empleados sobre actividades sospechosas de algunos de sus clientes, entre ellos personas acusadas de corrupción en torno a la petrolera estatal de Venezuela (Pdvsa), figuras gubernamentales en Oriente Medio o altos funcionarios de inteligencia de países colaboradores con Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo.
En tanto, los lobistas investigados por haber cobrado supuestos sobornos de empresas argentinas que le vendieron maquinaria agrícola al gobierno de Venezuela, montaron un entramado de sociedades en paraísos fiscales, manejaron una cuenta en Suiza e invirtieron fortunas en varias propiedades de lujo en Miami, según reconstruyó la Occrp.
Las millonarias comisiones que Palmat International cobró como intermediaria, que se realizaron bajo el paraguas de un acuerdo binacional firmado por los presidentes Hugo Chávez y Néstor Kirchner, se canalizaron a través de esas jurisdicciones opacas que, hasta ahora, no le han permitido a la Justicia argentina localizar los fondos obtenidos en las intermediaciones bajo sospecha.
El venezolano Francisco Carrasquero y el argentino Roberto Wellisch, los hombres detrás de Palmat, son investigados por la Justicia argentina por haber cobrado un 15% de comisiones en una larga lista de transacciones comerciales que empresas privadas argentinas mantuvieron con empresas públicas de Venezuela. La hipótesis del fiscal argentino, Gerardo Pollicita, es que esas comisiones, en realidad, eran coimas encubiertas que se repartían entre los funcionarios de ambos países que permitían realizar la operación, a través de un fideicomiso bilateral. Mientras las empresas argentinas firmaban los contratos con los lobistas, Carrasquero, representante legal de Palmat, abría una cuenta bancaria en el Credit Suisse que llegó a manejar US$ 3 millones, según la información que aparece en la filtración Suisse Secret.
A pesar de que el escándalo por el cobro de estas operaciones millonarias se hizo público en 2009, el banco suizo nunca cerró la cuenta, que permaneció abierta por ocho años. Los fondos, que se podrían haber incautado, ahora están invertidos en mansiones en Miami.
Otros bancos multados.
El problema excede, sin embargo, al Credit Suisse. Otros varios bancos que operan en Suiza registraron problemas similares. Desde el UBS al HSBC, entre otros. Basta con revisar los archivos para encontrar las multas multimillonarias que impuso la Justicia de Estados Unidos, o las de Francia y Alemania.
“La ironía es que Suiza se ha convertido en el lugar al que va el dinero sucio porque es un país puro, bien administrado, confiable”, remarcó el asesor senior de la organización británica Tax Justice Network, James Henry, quien ha estudiado la evasión fiscal en Credit Suisse”.[Con información de GDA/La Nación, AFP y EFE]