NEGOCIOS

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En los primeros nueve meses del año, Alcoholes del Uruguay (Alur) —empresa subsidiaria de Ancap—, registró pérdidas por US$ 1 millón, según el balance presentado por la estatal el pasado martes. Sin embargo, según explicó el vicepresidente de la estatal, Diego Durand, en realidad la subsidiaria “ha arrojado ganancias en los primeros tres trimestres del año, muy poco por encima de 0”.

El estado contable de Alur es en dólares, por lo que en realidad, las pérdidas registradas en el balance tienen que ver con la traducción de esos dólares a pesos. “Se convierte en negativo cuando se compara con el año pasado por la traducción a pesos, pero los resultados muestran en realidad que se mantuvo en equilibrio, con un resultado positivo”, indicó Durand.

Ese resultado también se explica, según el vicepresidente, porque la exigencia a Alur “ha sido muy fuerte” desde que se eliminó la obligación de mezclar biodiésel en el gasoil. Esa modificación normativa —que se hizo con el objetivo de eliminar el sobreprecioque significaba en el precio del gasoil— llevó a que Ancap dejara de comprarle biodiésel a Alur. La no mezcla de biodiésel impactó en Alur, por tanto, la empresa tuvo que implementar una reorientación comercial y diversificar sus unidades de negocio para mantener las operaciones.

En este sentido, la planta de Capurro en la que Alur concentra la producción de biodiésel, reorientó la producción hacia el exterior y comenzó a exportar ese biocombustible. También continuó con las ventas al exterior de aceite vegetal, fundamentalmente partir de canola.

En este negocio, Alur compra aproximadamente el 30% de la producción nacional de canola, estimada en unas 80.000 a 100.000 toneladas. Sobre este punto, Durand señaló que el directorio de Ancap aprobó hace un mes el plan canola 2022-2023 a través del cual ya se vendieron 12.000 toneladas de aceite crudo de canola.

“En un mes del plan de canola aprobado por el Poder Ejecutivo, comercialmente Alur ha colocado la mitad de la producción”, indicó el jerarca.

ZAFRA. La zafra de caña de azúcar de Alur en Bella Unión terminó hace tres semanas con rendimientos récord. Según los datos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), la zafra culminó con más de 515.000 toneladas cosechadas, un rendimiento de 75,5 toneladas por hectáreas y 8.400 kilos de azúcar por hectárea.

En este sentido, Durand destacó la “optimización del negocio” y principalmente el derrame económico que significó esta zafra en términos de contratación de personal.

De acuerdo con los datos proporcionados por el vicepresidente de Ancap, desde Alur se derramaron US$ 5 millones en la economía del norte del país, en mano de obra a partir de la contratación de los cortadores de caña, los conocidos como “peludos”.

Esos resultados muestran que “hubo una mejora en el rendimiento y en la productividad del trabajador cortador de caña. Ellos tuvieron un muy buen rendimiento, se trabajó también un mes y medio más de lo que tradicionalmente se trabaja y eso derramó en la economía”, dijo Durand.

De acuerdo con el vicepresidente, desde que asumió la actual administración de la estatal, en las tres zafras que han pasado, se ha pagado un total de US$ 10 millones para los cortadores de caña (más allá de lo que recibían en anteriores administraciones por la producción), mientras que “solo en la zafra de este año fueron US$ 5. “Los otros US$ 5 millones restantes estuvieron distribuidos en US$ 2,5 millones cada año”, explicó Durand.

Para el jerarca, uno de los aspectos “determinantes en los buenos resultados de la zafra” tuvo que ver con el reordenamiento de productores que hizo la empresa y la eliminación de los deudores.

Sobre este punto, al finalizar la zafra, el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic dijo estar orgulloso y satisfecho del trabajo realizado. “Dejamos un modelo de asistencialismo para un modelo basado en el mérito”, indicó y remarcó que “todos los productores” cerraron la zafra sin deudas.

MÁS ALCOHOL. Por otra parte, Durand manifestó que desde Ancap trabajan actualmente para volcar la producción de caña “en la mayor medida posible” a la producción de alcohol y producir menos azúcar.

“Uno de los focos que tenemos es seguir con nuestra marca pero apostar al azúcar importada, eso nos permitiría bajar costos y lograr mayor eficiencia”, indicó Durand.

No obstante, advirtió que ese objetivo de mayor producción de alcohol “no significa bajar, ni tocar el volumen de caña recibida, eso lo vamos a seguir manteniendo y vamos a seguir estimulando la producción. Queremos mejorar los resultados operativos de Alur, con mayor eficiencia, con los mismos volúmenes de producción, pero en la industria volcarnos más hacia la generación de alcohol”, indicó.