La preocupación por la baja competitividad y productividad de la industria uruguaya es un tema que atravesó de forma transversal a todos los sectores de actividad. Para hacer frente a esto de manera conjunta, la central sindical Pit-Cnt y la Confederación de Cámaras Empresariales (CCE, que nuclea a varias cámaras y asociaciones del país), mantuvieron una reunión ayer en la sede del Pit-Cnt para repasar algunos de los principales lineamientos planteados por el gobierno del presidente de la República, Yamandú Orsi, para trabajar a largo plazo sobre el desarrollo económico de Uruguay.
Si bien los dirigentes de la central sindical y la “supergremial” consideraron que para hablar de temas laborales es necesario realizar una diferenciación para cada sector de actividad, coincidieron en algunos puntos clave. Aumento de la productividad, sofisticación de la matriz productiva e impulsar la formación profesional en los ambientes laborales, fueron algunos de los que se mencionaron en la reunión como parte de un punto de partida entre las partes.
El cierre de algunas empresas y los problemas en torno a otras que se registraron durante los últimos meses (la japonesa Yazaki, la empresa láctea Calcar, el frigorífico Fricasa y la curtiembre Paycueros) fueron algunos ejemplos que dejaron en el foco al problema de competitividad y crecimiento en el país. Si bien la reunión no tuvo a ningún sector de actividad como protagonista, las partes destacaron la preocupación por estas situaciones.
Puntos en común
El presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, resaltó la apertura al diálogo de las partes y destacó que se busca apuntar a una estrategia de desarrollo nacional. En ese sentido, señaló que la matriz productiva y el tipo de trabajos existentes en Uruguay, “no son eficaces para generar una buena calidad de vida de 3 millones y medio de habitantes”, expresó en diálogo con la prensa.
La reunión fue solicitada por la CCE al Pit-Cnt y “aceptada rápidamente”, según comentó a El País la directora ejecutiva de la Asociación de Bancos Privados (ABPU, miembro de la CCE), Bárbara Mainzer. Además, consideró la reunión como la primera de otras instancias entre ambas partes, donde valoró la señal de vocación de diálogo que se generó.
Según comentó, el Pit-Cnt compartió una serie de lineamientos programáticos para el período 2025-2030 con un conjunto de ideas generales para abordar durante la nueva administración. En ese sentido, destacó que se observaron “intereses alineados” durante el diálogo compartido.
Abdala mencionó que la propuesta central intenta generar un ámbito tripartito con temas pendientes como revisar la política industrial, diversificar la matriz productiva y mejorar la capacidad de planificación estratégica del estado ya que consideró que estos elementos desarrollan las condiciones necesarias para mejorar la productividad.
Por su parte, el presidente de la CCE, Diego O’Neill consideró pertinente mantener una reunión con la central sindical para dialogar sobre los temas generales que propone la nueva administración y destacó que los temas laborales se abordarán en futuras reuniones tripartitas.
O’Neill y Abdala, coincidieron en la necesidad de promover la innovación y tecnología en el país para posicionarse. Además, buscan fomentar la educación técnica y la capacitación profesional que brinde herramientas aplicables en el mercado laboral.
Trabajo y economía
Según Abdala, la estrategia para estos abordajes se puede realizar en conjunto con el planteo del Pit-Cnt para la reducción de la jornada laboral, aunque también consideró que si el país no tiene los medios para promover el trabajo de calidad “cualquier propuesta distributiva puede ser cuestionada”. Entre ellas, mencionó que el crecimiento de los salarios acompañe el Producto Interno Bruto (PIB), y la creación de nuevas leyes laborales.
Consultado sobre el tema, O’Neill dijo que no se abordaron temas laborales específicos durante la reunión. Sin embargo, insistió con que “no parece una idea correcta que vaya en línea con el crecimiento económico” la idea del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) de modificar la regulación de las ocupaciones en empresas sobre “descriminalizar” las mismas. No obstante, O’Neill destacó el diálogo con el titular del MTSS, Juan Castillo.

Consultado sobre un posible escenario donde esto genere dificultades para la atracción de inversiones, Abdala señaló que “no hay evidencia empírica que la acción sindical tenga una connotación negativa para la inversión”.
Respecto al planteo realizado por el ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, sobre la desindexación de la economía, O’Neill dijo que eso implica los contratos con el Estado. “Es un planteo que hay que analizar, estudiar y probablemente haya sentido en avanzar en esa dirección”, dijo.
En referencia a la desindexación de los salarios, Abdala consideró necesario observar el comportamiento de la rentabilidad y de esta manera generar una visión integral que mejore la productividad y genere nuevas dinámicas de trabajo. “No se puede restringir solamente a la cuestión salarial”, expresó.
Otro de los conceptos planteados por Odonne fue el de revisar la regla fiscal. A propósito, O’Neill recordó una serie de recomendaciones planteadas por el Consejo Fiscal Asesor y prevé que las del ministro se ubiquen en la misma línea. “Creo que son positivas” expresó y a y agregó que toda política que implique reducir precios será bienvenida por el movimiento sindical.
Abdala destacó la importancia de una descentralización productiva que ataque problemáticas como el desempleo, informalidad, seguridad y personas en situación de calle.
Ocupación preventiva en Calcar y reunión por Paycueros
La empresa láctea Calcar anunció el miércoles el cierre de la única planta que le quedaba operativa en el país en la localidad de Tarariras, Colonia. El presidente de la Asociación Laboral de Trabajadores de Calcar (Altrac), Luis Guigou, señaló ayer a El País que los empleados se encuentran bajo ocupación preventiva ya que continúan procesando materia prima. Por este motivo, aclaró que el suministro de leche no se vería afectado durante los próximos días.
La cooperativa láctea no tiene dinero para pagar los 107 despidos y debe más de US$ 3,6 millones a entre 70 y 80 pequeños productores lecheros. La Federación de Trabajadores de la Industria Láctea realizó un paro nacional ayer y mantendrá reuniones con autoridades de gobierno y el Instituto Nacional de la Leche.
Calcar había cerrado su fábrica original ubicada en la ciudad de Carmelo en 2023 debido a la caída de las exportaciones a Venezuela, para el cual la empresa había realizado una importante inversión que generó pérdidas por más de US$ 10 millones en 2021.
En tanto, otras de las empresas que sufrió los efectos de la baja competitividad y productividad fue la curtiembre sanducera Paycueros que esta semana despidió a 50 trabajadores y envió a otros 150 al seguro de paro, de un total de 550 empleados en toda la fábrica. Según informó a El País el presidente de la Unión de Trabajadores de Paycueros (UTP), Antonio Ferreira, ayer se mantuvo una reunión con el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Juan Castillo, en la que se planteó la alternativa de levantar los “despidos abusivos”.
Ferreira consideró que algunas alternativas posibles planteadas por la empresa están vinculadas a incentivos económicos, la rotación del personal en seguro de paro y adelantar jubilaciones. Además, resaltó la apertura al diálogo por parte del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.