Redacción El País
El directorio de Ancap firmó ayer un acuerdo con los sindicatos y los empresarios para llevar adelante lastareas de mantenimiento en la refinería de La Teja, la cual se prevé que reinicie su operativa el próximo 20 de marzo.
En un comunicado divulgado por la estatal, las autoridades señalaron que los acuerdos firmados en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), “comprometen a todas las partes” a cumplir con el objetivo de “ejecutar las tareas y obras en el menor tiempo posible”.
El acuerdo fue alcanzado este martes por el directorio de Ancap, representantes del Sindicato de la Construcción (Sunca), la Union Nacional de Trabajadores del Metal y Afines (Untmra), la Federación Ancap (Fancap), la Cámara de la Construcción (CCU) y la Cámara Metalúrgica.
Según informó Ancap, el cronograma establece que el próximo 20 de marzo, la refinería de La Teja volverá a estar “en condiciones de plena operación”, siempre que los trabajos no sean interrumpidos por imprevistos o condiciones climáticas adversas.
Este lunes comenzaron los trabajos de mantenimiento en turnos de 12 horas y, según informó el ente, en los próximos días “se contará con la máxima capacidad de despliegue de todos los contratistas” para ejecutar las obras. Las tareas más críticas de la parada de mantenimiento tienen que ver con la sustitución del casquete superior de la unidad de cracking catalítico.
La refinería está apagada desde el pasado 4 de setiembrey si bien la estatal preveía reiniciar la operativa —y comenzar a recuperar caja— en el mes de diciembre de este año, diferentes conflictos con el sindicato llevaron a que se retrasara el cronograma original.
El presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic, había criticado al sindicato por los atrasos en el plan inicial, en el entendido de que la refinería apagada le cuesta al país unos US$ 800.000 por día. La cifra responde al concepto de lucro cesante, es decir, a las ganancias que Ancap deja de obtener por importar y no refinar sus propios combustibles. Esa cifra esta estimada en unos US$ 20 por barril de petróleo.
Esa demora provocó daños en la espalda financiera de Ancap, la cual comenzará a recuperarse recién en el mes de marzo dado que mientras la refinería esté apagada, la estatal deberá importar combustible para sustituir la producción propia. Originalmente, el plan preveía una importación de unos 600.000 metros cúbicos, lo que cubría hasta el mes de diciembre.