El proyecto Arazatí(para un nuevo abastecimiento de agua potable para Montevideo y la zona metropolitana) que está en un impasse por estos días, la instalación de nuevos data centers, las iniciativas para desarrollar hidrógeno verde, la demanda de que haya más estudiantes de ingeniería y más mujeres en esta disciplina, y la inquietud de que los ingenieros en Uruguay se dediquen más al desarrollo de productos y a la venta de las licencias de éstos al exterior, fueron temas que sacudieron el foro“El futuro de la Ingeniería”,organizado por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Montevideo (FIUM).
El evento, en ocasión a un encuentro de alumni, tuvo lugar en la sede de la FIUM en el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) y participaron: Rafael Sotelo, decano de la Facultad de Ingeniería de dicha universidad (FIUM); Alejandro Ruibal, presidente de la Cámara de la Construcción; Amilcar Perea, secretario general de la Cámara Uruguaya de las Tecnologías de Información (CUTI), Flavio Caiafa, presidente de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANII); y Mercedes Aramendía, presidenta de la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (Ursec) y también de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt).
Fue un panel que dio aliento a los jóvenes ingenieros para que asuman un rol importante en los tiempos de transición energética y de las nuevas tecnologías que se viven en el mundo y en Uruguay, según manifestaron.
Los ponentes coincidieron en que se debería apuntalar más los liderazgos en los distintos frentes de la industria (ingeniería civil, industrial, de sistemas, generalistas y demás), sobre todo ante los proyectos de data center y vinculados al hidrógeno verde que se impulsan en el país, al tiempo que aprovechar más la inteligencia artificial y apoyarse en trabajos colaborativos.
Licencias
Perea destacó que las tecnologías de la información (TIC) constituyen el quinto sector de exportación del país (luego de la carne, la celulosa, la soja y el turismo), representando el 4,3% del Producto Interno Bruto (PIB).
El 80% de los servicios que exporta este sector es a Estados Unidos y luego a Reino Unido. “Esos destinos hablan de la calidad del trabajo que se produce acá, pero lo más importante es la transversalidad de las TIC en otras industrias en Uruguay”, dijo Perea.
“En las tecnologías de la información no tenemos techo. Cuando emprendemos lo hacemos para el mundo, generando calidad de vida, inclusión, soluciones. Pero estamos limitados en recursos y el 70% de lo que exportamos son servicios, solo el 30% licencias”, agregó.
Es por ello que el secretario general de CUTI propuso una “transformación de la matriz productiva” del sector, con el fin de que se generen más productos de software localmente y que se puedan licenciar y vender al exterior, más que servicios de software en base a horas-hombre, como se realiza actualmente.
Ello requiere capacidades distintas a las de hoy, en muchos casos un cambio de mentalidad y desarrollar otras modalidades de negocios y marketing. “Hay que abordar este desafío en forma colaborativa, entre las universidades y las empresas”, afirmó.
A su entender, la inteligencia artificial servirá como verdadera herramienta transformadora de los proyectos de ingeniería y en otras áreas de la actividad, y también quebró una lanza por la propiedad intelectual, como una vía para generar, validar y desarrollar soluciones patentadas a nivel mundial, insistió.
Arazatí
Ruibal tuvo unas palabras sobre el proyecto Neputuno en Arazatí y lo defendió, dado que es parte de la iniciativa privada del mismo con la constructora Saceem (parte del consorcio Aguas de Montevideo, junto con Berkes SA, Ciemsa y FAST). “Es un proyecto respaldado por la ingeniería y no la pseudociencia”, ironizó en referencia al fallo del juez Alejandro Recarey de no innovar, que impide que OSE firme contrato con el consorcio. Recarey fue el juez que también suspendió la vacunación contra el covid-19 en niños, lo que luego fue revertido por un Tribunal de Apelaciones.
Ruibal hizo una breve mención al problema que ha frenado el proyecto por supuestas “debilidades ambientales”, que negó que existan.
“Les voy a contar el final de esta película: se va a construir (Neptuno), porque en Uruguay prima el sentido común”, afirmó.
El presidente de la Cámara de la Construcción habló también sobre la “responsabilidad gigantesca” que deben asumir los ingenieros en los nuevos tiempos, sobre todo en el uso adecuado de los recursos, ya que “hay que pensar cada vez más en términos de eficiencia y sostenibilidad”.
Advirtió que ya existen data centers y proyectos de instalación de nuevos data centers en el país (como el de Antel, Google y otros que abastecerán a las empresas de hidrógeno verde), los cuales consumen gran cantidad de energía, por lo que hay que prepararse, ya que “afectarán la matriz energética nacional”, dijo.
En otro momento del foro, Perea agregó que “ojalá vengan más data centers” al país.
Integración
Aramendía, quien viajó recientemente a una “summit mundial de la inteligencia artificial” en el exterior, afirmó que la necesidad de captar, desarrollar y retener talentos en este sector no es solo de Uruguay, sino mundial.
Instó a que -en este interjuego de big data, análisis de datos, internet de la cosas, 3D, inteligencia artificial y demás-, el ser humano esté siempre “en el centro”, para el desarrollo sostenible y productivo de los países.
Caiafa, por su parte, explicó cómo la transferencia digital va a mejorar los cálculos y testeos en las obras en forma acelerada, mucho antes de llegar a la fase de construcción propiamente dicha, lo que permitirá más eficiencia en las discusiones previas, que son decisivas.
“Hay que abrazar estas nuevas tecnologías”, afirmó en relación a la inteligencia artificial, no sin dejar de mencionar los riesgos que puede traer en otras áreas y en la vida cotidiana, en tanto “adictiva”.
“Hay universidades que todavía piensan que la ciencia tiene valor en sí misma, cuando en realidad solo lo tiene cuando es aplicable. Generar valor no es mantener empleos obsoletos como se cree muchas veces en este país”, agregó.
En esa línea, contó sobre las herramientas con las que cuenta ANII para financiar determinados proyectos de innovación, con el fin de que se investiguen y desarrollen soluciones a problemas concretos en las empresas, en articulación con la academia. Muchas de esas herramientas de ANII no se están aprovechando, según manifestó.
Ley de atracción al talento
El País conversó con Amilcar Perea sobre el impacto que, según CUTI, ha tenido la iniciativa del Poder Ejecutivo de establecer beneficios fiscales para atraer profesionales del sector de la informática al país, ante el “déficit crónico” de personal especializado.
Perea respondió que la ley es “muy buena” y que, por ese incentivo, han llegado alrededor de 500 técnicos al país, a través de varias empresas, en lo que va del año.
Concretamente, la ley define que quienes lleguen con contratos de trabajo en relación de dependencia pueden elegir tributar -con relación a las rentas de trabajo- el Impuesto a las Rentas de los No Residentes (IRNR) y no acogerse necesariamente al sistema previsional vigente, si así no lo desean, “no existiendo en tal caso la obligación de realizar los aportes correspondientes”. El IRNR grava las rentas de fuente uruguaya obtenidas por personas físicas y otras entidades residentes en el extranjero.
Perea explicó que la iniciativa vence en 2025, por lo que CUTI planteará su renovación hacia fin de año, además de proponer que se incluyan ayudas para que los técnicos que vengan a radicarse puedan traer sus vehículos, por ejemplo de Argentina, o sus mudanzas de bienes personales, con facilidades.
École Centrale de París
Cabe agregar que el decano de la UM, Rafael Sotelo mantuvo días atrás conversaciones con el director de la École Centrale de París, una escuela de alto prestigio en Francia y a nivel mundial, que ha elegido a Uruguay para instalar una sede.
Consultado por El País al respecto, manifestó que “son bienvenidos todos quienes vengan a aportar a Uruguay. Más que profesores, lo que se necesita son investigadores y publicaciones”.