Por Pía Mesa
Batalla campal entre abogados, amenazas y bloqueos a la operativa del negocio es la situación que denunció este lunes la compañía de supergás, Megal ante la Unidad Reguladora de Servicios de Energía y Agua (Ursea).
La empresa afirma que sus dos grandes competidores en el mercado -Acodike y Riogas- poseen en forma conjunta el 30,07% de su capital accionario y que esto impide su normal funcionamiento. Según los estatutos de Megal, para poder adoptar las resoluciones más significativas, se precisa una mayoría especial favorable del 75% del capital accionario. Por lo que, según Megal, esto permitiría a ambos competidores controlar de forma indirecta lo que ocurre en la empresa, así como acceder a información confidencial relativa a su competencia y obstaculizar su crecimiento.
En la denuncia ante la Ursea -a la que accedió El País-, Megal informó al regulador que la participación de Acodike en el capital accionario sería del 13,79%, a través de Gusfel Investment S.A., una entidad holding que “no posee una actividad real, sino que su único objeto es participar en otras sociedades”, en este caso en Megal, mediante la tenencia de acciones.
En tanto, Riogas contaría con el 16,28% del capital accionario de Megal y lo haría a través de la sociedad holding Kimley S.A. (Ver aparte).
Con la denuncia ante la Ursea -elaborada por el abogado Jean Jacques Bragard-, Megal busca que el regulador eleve el reclamo ante la Comisión de Promoción de Defensa de la Competencia del Ministerio de Economía y Finanzas (CPDC-MEF) para que sea este organismo el que evalúe la situación denunciada.
“Queremos la desinversión de acodike y riogas”
Bucheli dijo a El País que “lo lógico” sería que sus principales competidores se desprendieran de sus acciones. “Queremos la desinversión de Acodike y Riogas, estamos dispuestos a comprarles (la participación) si llegamos a un precio justo. Se lo hemos planteado y han dicho que no”, dijo. Desde Megal entienden que “no es antijurídico que dos accionistas resuelvan actuar de forma conjunta”, pero que “sí lo es” cuando hacen uso de ese control “con total mala fe y cuando su actuación no busca el interés social”.
La directora y accionista principal de dicha empresa, Rossana Bucheli dijo a El País que se reunió con la presidenta de Ursea, Silvana Romero y calificó el encuentro como “excelente”.
Fue “la primera vez que nos sentimos realmente escuchados”, indicó la empresaria.
Sin embargo, esta no es la primera vez que Megal denuncia a sus competidores ante la Ursea por entender que violan los principios y reglas de la libre competencia en los mercados, ya lo había hecho en el año 2019. En ese entonces, Riogas, Acodike, Kimley y Gusfel Investment SA. fueron citadas a declarar, expresaron sus pruebas y descargos, “controvirtiendo lo señalado por Megal”.
El País consultó a Riogas y a Acodike sobre la denuncia de Megal pero declinaron hacer comentarios y se negaron a explicar la conformación de su estructura societaria.
En diciembre del año pasado, Riogas había emitido un comunicado a través del cual calificó la denuncia de Bucheli como “disparatada” y negaron que la empresa tuviera acciones de Megal, según consignó en ese entonces Montevideo Portal.
¿Cómo ocurrió, según Megal, que los principales competidores ingresaran a la compañía?
De acuerdo con el relato de la empresa, en sus inicios, Megal era una cooperativa conformada por pequeños accionistas que luego se transformó en una Sociedad Anónima (S.A.), integrada por aproximadamente 400 personas, quienes tenían entre dos a 500 acciones. A partir de ese momento, algunos accionistas minoritarios fueron vendiendo su participación y desde el año 2007 en adelante, Acodike y Riogas comenzaron a comprar parte de ese capital accionario.
Según explicó Bucheli, la compra de acciones por parte de Acodike y Riogas “se dio en forma paulatina”. Cuando ella ingresó a Megal en el año 2011, los dos competidores tenían en conjunto el 15% del capital accionario, el cual fue aumentando con el transcurso de los años, según su relato.
“El tema fue que fueron subiendo los precios (de las acciones) y a mí no me daba la plata para comprarlas todas. O invertía en la planta o compraba acciones. Era una plata muy importante la que estaban pagando en ese entonces para seguir participando (del capital accionario de Megal) y lo hicieron de forma callada e inadvertida, no era algo público”, afirmó Bucheli.
Según la empresaria, cuando comenzó a quedar en evidencia que Acodike y Riogas tenían esa significativa participación en el capital accionario de la empresa, fue cuando Megal comenzó a crecer en el mercado uruguayo del supergás. “Ahí nos empiezan a trabar las garantías reales para conseguir créditos en los bancos, empezaron a impedirnos financiarnos, ese fue el primer paso”, indicó.
Para obtener financiamiento de terceros, transferir bienes inmuebles, otorgar garantías, avales, o capitalizarse -algo clave para Megal que atravesó una dura crisis económica y financiera en los últimos años, que la llevó a solicitar su propio concurso de acreedores-, se precisa el voto favorable del 75% de los accionistas.
Desde Megal afirman que en los últimos años, tanto Kimley como Gusfel, “respondiendo al interés de los competidores” (Riogas y Acodike, respectivamente, según su denuncia), “han optado por trabar” las resoluciones “en la gran mayoría” de las asambleas de accionistas, “no proponer alternativas y poner continuas dificultades a la operativa”.
Asimismo, Bucheli indicó que “se han abstenido de votar o lo han hecho de forma contraria a algunas decisiones que eran indispensables” para la supervivencia de Megal.
“Cabe concluir que el accionar de Riogas y Acodike resulta contrario a la Ley de Defensa de la Competencia la cual prohíbe todo acto tendiente a restringir y distorsionar la competencia actual o futura. Las conductas descriptas son tendientes sin dudas a limitar la actividad y capacidad productiva de un competidor del mercado relevante, con tendencia a la propia eliminación del mismo del mercado”, afirmó la denuncia de Megal.
Las estructuras societarias que cuestiona Megal
Desde Megal afirman que, a pesar de ser competencia, tanto Acodike como Riogas entraron al capital accionario de la empresa a través de sociedades instrumentales.
De acuerdo con la denuncia de Megal, “Riogas participa a cara descubierta, dado que tiene como sociedad controlante en un 96,62% de su capital accionario a la empresa Azande S.A, que es la titular del 100% del capital accionario de Kimley S.A. (accionista de Megal). Las sociedades Kimley y Riogas forman parte de un mismo grupo económico y se encuentran bajo el control de la misma sociedad: Azande. Tanto Riogas como Kimley poseen un mismo centro de poder que define sus decisiones de administración y políticas de forma coordinada. Han existido incluso personas físicas que fueron directores de ambas sociedades al mismo tiempo, como el Sr. Manuel Brunet (director de Riogas hasta 2015 y de Kimley desde 2014 hasta 2017). Por otra parte, existieron asambleas de accionistas de Megal a las cuales incluso llegó a asistir personal gerencial de Riogas”, indicó la denuncia. A su vez, “los directores de Azande constituyeron su domicilio en el de Riogas. Lo expuesto evidencia la vinculación existente y la confirmación de que las tres entidades forman parte del mismo grupo económico”, detalló la denuncia. En tanto, en el caso de Acodike, Megal afirma que “los únicos accionistas y beneficiarios finales de Gusfel son Andrés Imaz Apariquian y Lethycia Imaz Apariquian, (hijos de Graciela Apariquian, persona de referencia a nivel público de Acodike y hermanos de José Martín Imaz Apariquian, presidente de Acodike)”. Gusfel tiene “un porcentaje de participación sobre el capital integrado del 50% cada uno. Por otro lado, la propia Gusfel ha aceptado que sus propios accionistas son también accionistas minoritarios de Acodike”, indicó la denuncia. “Resulta notorio que los hijos de la principal accionista de Acodike, también accionistas de esta, a través de su presencia como dueños de Gusfel, socia de Megal, conocen la actividad interna, planes y proyecciones de esta, y tienen acceso a información sensible y confidencial”, denunciaron.