PROMESA O EMPLEO
El Ministerio de Trabajo anuncia este miércoles las pautas para la novena ronda de negociación salarial, que parte de un contexto "complejo", con deterioro del empleo y pérdida de masa salarial.
Este miércoles a las 16 horas el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) presentará las pautas para la novena ronda de Consejos de Salarios, que acarrea consigo los efectos de la pandemia de COVID-19, que ha deteriorado el empleo y ha generado una caída del salario real, la cual continúa en 2021. En la ronda pasada, que tuvo un acuerdo “puente” (se extendieron convenios) por un año, el gobierno se comprometió a recuperar el salario real perdido.
¿El gobierno debería enfocarse en la recuperación del empleo o en cumplir su promesa y recuperar el salario real?
Según los datos publicados la semana pasada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en mayo se registró un aumento de la tasa de desempleo, que se ubicó en 10,2% luego de estar dos meses en 9,7%.
El economista de CPAFerrere, Giuliano Cantisani, destacó que esta ronda salarial va a comenzar en un “entorno complejo”, ya que actualmente hay aproximadamente 40.000 empleados menos en relación al nivel pre-pandemia, mientras que más de 80.000 trabajadores se encuentran en seguro de paro, en alguna de sus variantes. Al mismo tiempo, el salario real tuvo una caída de aproximadamente 2% el año pasado y en este primer semestre la caída ha continuado.
Conforme a este contexto, el socio de Exante, Pablo Roselli, sostuvo que, “en esta nueva ronda de negociación salarial, las tres partes (gobierno, sindicatos y empresas) deberían poner el foco en la necesidad de crear empleo. Uruguay venía con un mal funcionamiento del mercado de trabajo, desde hacía varios años antes del COVID-19. Entre 2014 y 2019, se perdieron unos 50.000 empleos, y la pandemia supuso una fuerte afectación adicional”.
A su vez, agregó que hay “cierto grado de incertidumbre, sobre el ritmo de recuperación del empleo en los próximos meses, a medida que se normalice la situación sanitaria, pero en Exante estamos convencidos que el escenario más probable es de crecimiento económico moderado en Uruguay y de una recuperación lenta a nivel de empleo. No hay economía sana que funcione sin crear empleo”.
Sin embargo, la economista del Instituto de Economía (Iecon), Cecilia Parada, expresó que el foco principal “debería estar en la necesidad de recuperación del salario real. El último año fue el segundo desde que se superó la crisis de 2002, que los trabajadores tuvieron una pérdida en su poder adquisitivo. Esto es algo que realmente impacta en el bienestar de las personas, hay que considerar que para más del 80% de los hogares uruguayos, la principal fuente de ingresos es el salario. Por lo tanto, la caída en el salario real tiene un fuerte impacto en las posibilidades de consumo de las familias. Los aproximadamente 100.000 nuevos pobres son personas que viven en hogares donde sus ingresos cayeron”.
En esta línea, afirmó que “hay una falsa oposición entre la posibilidad de recuperar el salario y aumentar el empleo que no se sustenta en evidencia empírica. De hecho, luego de 2005, en Uruguay vimos períodos de crecimiento tanto del empleo como de los salarios, y son varios los argumentos teóricos que sustentan la ocurrencia de estos fenómenos”.
En tanto, Cantisani expresó que a a nivel general debería primar el objetivo de mantener el empleo, ya que “los salarios habían venido creciendo a un ritmo superior al crecimiento de la productividad, en los últimos años. Entonces, el punto de partida era relativamente bueno para el asalariado, mientras que el empleo venía deteriorándose y tuvo un golpe muy fuerte. La priorización debería ser por el lado del empleo. Sin embargo, en la medida que se van a implementar acuerdos diferenciados, habría que evaluar en cada sector qué es lo más importante a priorizar”.
Por otro lado, Roselli señaló que “es algo que admite opiniones diferentes”, pero “si asignamos mayor importancia a la recuperación del empleo, no hay elementos para propiciar una recuperación de la pérdida del salario real. En Uruguay todavía tenemos niveles de empleo bajos y la recuperación apresurada del salario real, va a actuar en su perjuicio”.
En cuanto la posibilidad de pautas diferentes por sector, Roselli explicó que pueden tener sentido en otros contextos, pero no en la situación actual.
“En Uruguay está muy aceptado que a los sectores a los cuales les va mejor, deben pagar mejores salarios. Eso en contexto de expansión de la economía, tiene mucho sentido, porque la economía crece y, cuando no hay problemas de empleo, es razonable pedir a los sectores que les va mejor, que paguen más salarios. Pero en el contexto actual, de empleo tan bajo, pedirle a los sectores que les está yendo mejor, que vuelquen esa mejora rápidamente a los salarios, de alguna manera es resignar la alternativa que esos sectores contraten más”, sostuvo Roselli.
En esta línea, sentenció: “¿dónde se va a crear ese mayor empleo? ¿En los sectores que le va bien o que les va mal? Los sectores que tienen que liderar la creación de empleo, son aquellos que les va bien”.
“Si tuviéramos que decir cómo deberían ser las pautas, debería haber una pauta única para toda la economía y una pauta de excepción para los sectores muy afectados. La multiplicidad de pautas, es una forma de impedir la creación de empleo”.
"Las empresas son reticentes a crear empleo”
“Por lo general, lo que constatamos en Exante, hablando con nuestros clientes, es que las empresas son reticentes a crear empleo. Hacemos una encuesta de expectativas empresariales y, en la última edición, solo un 26% de empresas nos señaló que pensaban tener más empleo dentro de un año, que ahora”, sostuvo Roselli.
Esta reticencia, explicó que se deben a elementos macroeconómicos y microeconómicos.
En los macroeconómicos, señaló que “las empresas sostienen en muchos casos que la productividad del trabajo es alta en relación al salario, lo cual no quiere decir que sea alta en relación al costo de vida. Hay muchísimos trabajadores que perciben salarios muy bajos en relación al costo de vida. Sucede, porque trabajan en empresas donde la productividad de la empresa y de su puesto de trabajo, es muy baja”.
“Hay un problema de ecuación económica, en sentido estricto, costo de salario versus productividad del trabajo”, agregó.
En cuanto a los microeconómicos, destacó que “en el mercado de trabajo, hay dificultades para obtener personal con las calificaciones adecuadas”.
“Las pautas deberían apuntar a que, en los siguientes 12 meses, el salario real se mantenga. Es un objetivo más acorde con el contexto del mercado de trabajo que tenemos hoy”, concluyó el economista.
Sectores afectados con “puente”
¿Por dónde vendrán las pautas del gobierno a ser presentadas el miércoles? La pauta general, serán convenios a dos años de plazo, pero para los sectores más afectados por la crisis del COVID-19 la idea es que haya un nuevo período “puente” —manteniendo lo vigente— por un año. Para estos sectores, entre los que están el turismo, la hotelería, la gastronomía, los salones de fiestas, salas de espectáculos, cines y teatros, entre otros. “Sería injusto prever un pronóstico y pauta” por la incertidumbre que provoca la pandemia, dijo al semanario Búsqueda el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres. Y añadió que en estos casos la idea es “respetar” lo establecido en la 8ª ronda: “recuperación” salarial a partir de enero de 2022.
“Pautar aumentos salariales que no comprometan la recuperación del empleo no es suficiente para consolidar una mejora en los indicadores del mercado laboral. Todavía resta llevar a cabo medidas de fondo que den pie a un crecimiento económico”.
Pautas acordes al plan de inflación
“La negociación se da en el marco de un proceso de desinflación del Banco Central, que quiere llevar la inflación a niveles inferiores al 5%. Por el momento las expectativas de los agentes, han mostrado un descenso, pero se mantienen desalineadas respecto a las metas del Central. Así, los acuerdos salariales que impliquen aumentos que no sean coherentes con las metas o que incluyan cláusulas de indexación a la inflación pasada, podrían poner en riesgo este plan. Se destaca que la inflación ha venido descendiendo, sin embargo, según nuestras proyecciones, la inflación volvería a salir del rango en junio y se mantendría por fuera hasta fin de año”, dijo Cantisani.
“Es un pilar importante de la regulación laboral que el Ejecutivo continúe participando para contribuir a que la interacción entre los sindicatos y las empresas logren concluir en buenos resultados. En particular, en un contexto con tensión macroeconómica”.
Medidas coherentes entre sí
Otro elemento que se debería tener presente en la novena ronda de negociación salarial, según Roselli, es que “las políticas económicas deben buscar objetivos que sean consistentes entre sí. Lo que tenemos por delante, la política fiscal va tomando un signo más contractivo, porque es necesario reducir el déficit fiscal y deberíamos tener presente que la política monetaria va a ser menos expansiva, porque el Banco Central quiere bajar la inflación. Del lado de las políticas macroeconómicas, fiscal y monetaria, no vamos a tener impulsos positivos significativos a la actividad económica, por el contrario, esas políticas pueden terminar limitando la velocidad de recuperación de la economía uruguaya”.
Subsidios al empleo
Sobre el proyecto de ley enviado al Parlamento, que tiene un conjunto de subsidios transitorios al empleo, Roselli dijo que su eficacia es limitada ya que las empresas contratan trabajadores si precisan. A su vez, el presupuesto asignado no es muy importante y, además, una mala pauta salarial le gana a cualquier proyecto de este tipo.