Las nuevas autoridades del Banco de Previsión Social (BPS) asumieron sus cargos en un acto en el hall central de su sede, a sala llena, ayer, con la presencia de altos representantes de los poderes del Estado, sindicatos, representantes de otros gremios y del propio ente estatal.
La presidenta del BPS pasó a ser la economista Jimena Pardo, la vicepresidenta Rosario Oiz, el director es Ariel Ferrari y como directora técnica de Relaciones Laborales, quedó Ana Clara Bousses, todos ellos designados por el Poder Ejecutivo. Carlos Clavijo es director por los trabajadores, María Elena Lloveras representa a los pasivos y José Pereyra a las empresas.
Los objetivos del BPS en esta nueva gestión de cinco años, serán, según afirmó Pardo, “acercar el instituto a las personas” (“que quien haga trámites obtenga respuestas más empáticas y sencillas”, dijo), reconstruir la carrera funcional con concursos internos, restituir el diálogo con la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social (ATSS) y reinstalar la coordinación del ámbito bipartito. Esto último recibió un sólido aplauso entre los presentes.
En relación a mejorar las respuestas del BPS, destacó herramientas como la app que da un estimativo del monto jubilatorio a quien tiene la causal o próximo a tenerla, entre otros proyectos para “comprender mejor” la situación de cada uno y los trámites a realizar.

Pardo, en su discurso de asunción, destacó el “rol fundamental” en el derecho humano que cumple el BPS, así como en el diseño de las políticas públicas (no solo en relación a las personas de tercera edad, sino en el desempleo, el seguro de paro, la discapacidad y otros frentes). Afirmó que el BPS participará en el proceso de diálogo sobre la reforma de la seguridad social (una instancia recientemente conformada por decreto), en la que este instituto aportará con sus equipos técnicos y “en la implementación de lo que se resuelva”, afirmó. Hizo énfasis en que el diálogo que ha abierto para esta reforma se refiere al sistema de jubilaciones y pensiones, pero también a todo el ciclo de vida de las personas, desde el nacimiento, pasando por todas sus etapas.
Las nuevas autoridades coincidieron -cada una en su respectivo turno para hablar-, que asumirán el compromiso de atender las demandas con un perfil “más humano”, hablaron de fortalecer el instituto y en acompañar el mandato del gobierno de Yamandú Orsi de “mejorar la vida de la gente”.
Ferrari afirmó que los directores del BPS trabajarán en los cambios que se requieran, pero que no habrá “refundaciones”.
Dijo que las jubilaciones mínimas quedaron “muy atrás”, lo que deberá revisarse. Agregó que el BPS tendrá el compromiso de “recuperar los ajustes quitados” y “continuar con ajustes diferenciales”.

Se refirió a “los miles de expedientes pendientes” que están acumulados en el BPS. “Algunos retrasos son por reformas legales, otros por resoluciones de directorios, otras por cambios o transiciones en la gestión”, señaló, apuntando a que hay que encontrar soluciones. También habló de buscar soluciones a “los trabajadores que fueron obligados a afiliarse a las AFAP (...) Esto sin perjuicio de la reforma de la seguridad social que hay que hacerse”, acotó.
Comentó que en el anterior proceso de esta reforma no fueron convocados representantes de Vivienda ni de la Junta de Cuidados.
Sus comentarios sobre las AFAP fueron directos al sostener que “son negocios de la empresa privada sin ningún riesgo”. “Cuando reciben los fondos, tienen asegurados sus negocios y lo que ofrecen no es suficiente”, afirmó. “Esto está en el programa de gobierno, que prioriza a los más débiles”, atajó.
Todos estos temas serán debatidos entre los miembros de la directiva del BPS y en el marco del diálogo social con otras entidades. “Queremos un país justo, igualitario y para toda la sociedad”, afirmó.
Tanto Ferrari como, previamente Bousses, terminaron sus discursos con “Sabremos cumplir” en alusión al himno patrio. Bousses consideró que esta “nueva etapa” del BPS requerirá mucha escucha y coordinación para fortalecer el sistema.
Oiz, por su parte, habló de un “nuevo gobierno con una visión diferente, sin excluidos ni marginados”. “Eso también queremos desarrollar en el BPS”, apuntó. Resaltó al sindicato de los trabajadores (del que otrora fue delegada) y afirmó que “buscamos un BPS más humanizado, que reconozca el valor de los trabajadores”.

“Cincuentones” con carteles y demandas
Dentro de la sede del BPS, durante el acto de asunción de las nuevas autoridades, atrás de las últimas filas colocadas para autoridades invitadas y el público presente, un gran grupo de “cincuentones” y otros jubilados se mostraron con grandes pancartas en las que reclamaban “justicia”. El País conversó con alguno de ellos, quienes manifestaron que no salieron de las AFAP a tiempo y que, por lo tanto, les están descontando el 30% de sus jubilaciones por ese concepto, o que sí lograron salirse del sistema mixto, pero no están de acuerdo con que se les quite el 10% de las mismas. “Nosotros no pedimos entrar a las AFAP, así que no deberían sacarnos nada de nuestras jubilaciones”, dijo uno de ellos, con esperanza de que esto cambie.
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