ENTREVISTA LABORAL
Ann Hiatt, que ya lleva más de 15 años en Silicon Valley, reveló cómo consiguió que el magnate la tomara para trabajar directamente con él.
Jeff Bezos es uno de los referentes tecnológicos más importantes a nivel mundial. El empresario, que hasta hace poco era el hombre más rico del mundo -recientemente fuedesplazado por Elon Musk-, ganó mucha experiencia al dirigir una compañía como Amazon. Ahora, una exempleada suya reveló cuáles fueron las dos preguntas que le hizo antes de contratarla para que trabajara como su asistente.
Ann Hiatt lleva 15 años trabajando en Silicon Valley, fue empleada de Bezos, Marissa Mayer y Eric Schmidt. La experta fundó recientemente una empresa de consultoría donde comparte lecciones de innovación, ambición, crecimiento a escala y liderazgo con visión de futuro, que aprendió de su experiencia en Amazon y Google. A su vez, escribió el libro Apueste por usted mismo: reconozca, posea e implemente oportunidades innovadoras.
En una columna que publicó en CNBC, recordó el escueto cuestionario que su exjefe le hizo cuando se sentó por primera vez en su oficina como aspirante a asistente junior de Amazon en octubre de 2002. “Bezos comenzó la entrevista prometiendo que solo iba a hacer dos preguntas y que la primera sería un ‘divertido’ rompecabezas”, relató Hiatt.
Y continuó: “Respiré hondo mientras él se levantaba y destapaba un marcador en el borde de la pizarra. ‘Voy a hacer las cuentas’, dijo. ‘Quiero que calcules el número de cristales de la ciudad de Seattle’”.
La asistente ejecutiva de Bezos de 2002 a 2005 aseguró que se aterrorizó inmediatamente, pero tras una pausa reflexionó: “Me recordé a mí misma que su motivación para hacerme esa pregunta era ver cómo funciona mi mente. Quería ver cómo descompongo un problema complicado en pasos pequeños y manejables. Puedo hacerlo, me dije”.
Hiatt comenzó a hacer las cuentas junto al magnate, escribió cómo empezaría a calcularlo con el número de habitantes de Seattle, que había estimado correctamente en un millón. Y detalló: “Luego dije que cada uno de ellos tendría una casa, un medio de transporte y una oficina o escuela, y que todos ellos tendrían ventanas. Así que sugerí que basáramos la estimación en los promedios de esos elementos”.
La experta en tecnología e innovación contó que recorrieron todos los escenarios posibles para ajustar el cálculo. Y admitió que, pese a que ella sintió que estuvo horas, solo pasaron 10 minutos.
“Recuerdo que me emocioné cuando escribió la estimación final. Lo marcó con un círculo. ‘Parece que está bien’, dijo”, rememoró Hiatt, que acababa de superar el primer reto. Ahora faltaba una segunda pregunta. Fue: “¿Cuáles son tus objetivos profesionales?”.
La aspirante ya había sido entrevistada varias veces por “todos los asistentes senior” de la empresa y había respondido esa pregunta típica de entrevista laboral en varias oportunidades, pero sabía que esta era determinante.
“Le dije que Amazon había demostrado ser una empresa llena de gente ambiciosa y apasionada. Quería ser como ellos y aprender lo que sabían. Sus puntos fuertes estaban en las áreas que yo personalmente quería desarrollar, así que el valor de la experiencia era obvio, aunque me parecía una desviación de mi objetivo de ser profesora”, contestó la mujer.
Y aclaró: “Les expliqué que no tenía ni idea de cómo ser asistente, pero que conocía la importancia de salir constantemente de mi zona de confort. Quería lanzarme a una curva de aprendizaje y crecimiento astronómica”.
Bezos la contrató en el acto. Y no solo eso: le dio “el escritorio abierto a un metro del suyo. Era el escritorio más cercano a él en la empresa”, detalló la exempleada de Amazon. “El valor, la ambición y la energía son más valiosos que un conjunto de habilidades específicas”, sostuvo en torno a qué piensa que fue lo que motivó al empresario a darle un lugar en su compañía.
Y agregó: “Conociendo a Bezos tan bien como lo hago ahora, veo por qué esas fueron sus dos únicas preguntas. Estaba midiendo mi potencial mediante preguntas que explorarían si tenía las agallas, el coraje y la motivación para correr a su ritmo y ser lo suficientemente valiente como para saltar constantemente con él y subir de nivel”.
“Sentí que debía explorar todas las opciones”
Hiatt no había pensado jamás en solicitar empleo en Amazon, según ella misma contó en la reciente columna que publicó. Pero recordó que su infancia transcurrió en Redmond, Washington, donde los padres de la mayoría de sus compañeros eran ejecutivos tecnológicos y, pese a que ganaban un buen salario, ella tenía el prejuicio de que sus vidas no eran entretenidas. Sin embargo, la mayoría de sus amigos egresaron sin ofertas de empleo y ella sintió “que debía explorar todas las opciones”.
“Envié mi currículum a Amazon sin pensarlo mucho. Para mi sorpresa, me llamaron para una entrevista de primera ronda para un puesto de asistente junior. No tenía contactos en la empresa, ni título de informática, ni experiencia alguna en trabajar para un director general”, reconoció.
Hiatt tuvo varios encuentros con distintos miembros del personal del gigante tecnológico, algunas de ellas “duraron todo el día”. Sin embargo, pasaron meses y no recibió más respuestas.
La fundadora de Leadership Strategist & Consultant había perdido todas las esperanzas de que la contrataran, pero recibió un nuevo llamado: “Un reclutador de Amazon me pidió que volviera para una última entrevista. Se disculpó por el largo proceso y me prometió que sería la última. Lo que no me dijo es que sería con el propio Bezos”.
Y así fue que aquella mañana de octubre de 2002 la joven Ann se sentó nuevamente en una silla de la sala de conferencias cuando se abrió la puerta y entró Jeff: “Se sentó frente a mí y se presentó”.
Qué le enseñó la entrevista con Jeff Bezos sobre el sector tecnológico
Hiatt aseguró que tras ser entrevistada por el creador y mayor accionista de Amazon terminó exhausta. Sin embargo, su experiencia como asistente del empresario le enseñó varias cosas sobre el sector de la tecnología.
“Me tomó años entender completamente por qué Bezos se arriesgó y me dio esa gran oportunidad. Se rodeó exclusivamente de personas a las que tenía que contener, no empujar hacia adelante. Creó equipos de personas tan ambiciosas, creativas y decididas que compensaron cualquier experiencia que les faltara”, afirmó.
“En ese tipo de entorno, Bezos solo tendría que usar su energía como líder para canalizar nuestra energía, en lugar de intentar sacárnosla”, detalló. La empresaria reconoció que la clave del éxito de su experiencia laboral con Bezos en Amazon fue “esta búsqueda incansable de lo excepcional”.
Pero también sostuvo que esta oportunidad laboral cambió para siempre la forma en que se posicionó en cada trabajo posterior. “Desde esa primera experiencia de contratación, siempre intenté ser la persona que necesita ser retenida, no empujada hacia adelante. Busqué equipos que me desafíen, apoyen e inspiren a hacer cosas mucho más allá de mis habilidades actuales, y eso me llevó a una mayor satisfacción en mi vida laboral que cualquier otra cosa”, cerró Hiatt.